Poemas de Otoniel Guevara para leer.
Tomo la sal entre mis dedos y siento enjambres de hombres remontar parajes asesinos
atravesar oceános de infinitas incertidumbres
La sal
con toda su blancura
no pronuncia la sangre vertida tras su aroma de mar
nunca invoca la paz
muy al contrario
se devela mortaja sobre el cabello de las santas mujeres
La sal es cruel
Esther lo sabe en lo que aún le queda de corazón
Poemas cortosPoemas y poetas salvadoreños
Es que era un pequeño paraíso
donde reía el maíz y cantaban los arriates
donde había una cueva estelar de adobe y albahaca
donde llorábamos al mirarnos desnudos
brillando con los salpiquetes de luz
con que nos enluzaba la luna
donde la puerta hacía crac y caía
y tú decías te amo y me caía
y nos amábamos y el cielo
se caía.
Poemas cortosPoemas y poetas salvadoreños
y no tu boca
porque así puedo adivinar las historias
que un beso desdibuja
Qué suerte
porque tapa tus nalgas
pero deja al descubierto tu mirada
Qué suerte
porque sus cerraduras no detienen al viento:
lo que tu falda prohibe lo inventa mi deseo
Qué suerte que tu falda
sólo tapa tu cuerpo sólo ciñe tu talle
sólo insiste en misterios
Qué suerte que tu falda
no te tape de mí.
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Poemas cortosPoemas y poetas salvadoreños
Cierro el tema de tu falta de existencia.
Abro, en cambio, los libros, la tarde, las piernas
de tu mejor amiga. No acepto adjetivos para esto.
Simplemente me voy quedando solo, lo que me rodea lo hace
con el claro propósito de abandonarme, de asfixiarme
con mi propia sangre, de llevarse mi aire, mis besos, mi piel
y mis cordales lo más triste posible de donde yo navego, de
donde
vos amás, de donde ya no soy más que el miserable
que lo haperdido todo para poder sentarse
en un ladrillo lleno de musgo a escribir tu nombre
que maldigo, a dibujar
tu cuerpo que con rabia deseo.
Y a borrar. Borrar y borrar con las manos paralizadas
por el dolor. Borrar con las uñas, con el sueño, con la nada.
Borrarte con todas mis erecciones.
Es posible que vuelva a ver la luz, pero ahora
ya amo las sobmras y se me antoja que la noche es tu sexo
y ya no quiero salir de ella, de él, de ya no sé qué hacer.
Voy a prenderme de sus maldiciones
Necesito tocarle
hacer de este huracán semilla o sangre
emprender los caminos de regreso
hasta la incierta estación
de su cuerpo de espiga diseminando desnudeces
Traerla a este pecho que orinó las banderas de la pureza
Frotarla a este penacho donde escribe la tierra
sus condenas
su ojo en jabalí su milagro floreciendo en la miseria
su champa de placer la lava destructora de fronteras
Acercarla al temblor de mis hogueras
que me estreche esta piel hecha zarzales
Herime Cobijame
Este amor va gritando lunas mustias
y la muerte ronda el cenit de mis hambres
Amar es coincidir
Bajar del autobús y que la lluvia
salude con tu aroma
Buscar medicamentos
y encontrar el botiquín
repleto con tus versos
Tomar un verso, un beso.
Eso acaricia
Y sana
El desamor es no dar chance a la quietud
Es no coincidir
en que el amor es tan sólo
un sueño