Temas Poetas

Julio Iraheta Santos

Poemas de Julio Iraheta Santos para leer.

Julio Iraheta Santos: Once cincuenta

Once cincuenta vale este poema
Todo por estar cómodo
y contemplar el cerro prisionero de las nubes
1 tamal de elote frito 4 colones
1 cucharada de crema 3 colones
1 taza de café con leche 4.50 de colón
Once cincuenta vale este poema
La nostalgia me obliga a no sumar en dólares
Sé que aquí en "El Faje" siempre hay baje
pero quería contemplar el cerro San Jacinto
y repetir la adolescencia de mis hijos
sus juegos de maleza y de laderas
su asombro por el vuelo de los gavilanes
cuando todavía no me faltaba ninguno
Once cincuenta vale este poema

Julio Iraheta Santos 26-9-2002

Poemas y poetas salvadoreños

Julio Iraheta Santos: La petición

No me digas mamá que la mañana
ha llegado con las alas rotas
a poner este huevo luminoso
sobre mi mesa
Temprano me di cuenta
que venía planeando
con el corazón acelerado
por el peso de la vida
Ella no tenía otra pista para el sueño
por eso buscó mis utopías
las mismas que tú pusiste
en mis entrañas
cuando dormía en tu seno
No me digas mamá ya lo sabía
que había sido elegido por el tiempo
para llevar sus tinieblas
o sus luces
Gracias mamá por tu osadía
por tu solidaridad
pero déjame ir
por favor dame a luz

Poemas y poetas salvadoreños

Julio Iraheta Santos: El poeta y la esposa

Mira mis ojos, esposa.
Mira cómo te copian todo el día.
De la cocina a la pila despilfarras aliento.
Haces cuentas del sueldo que no tienes.
Piensas en la leche de los niños.
Cambias pañales a la vida
y refunfuñas por tu suerte.

Mira mis ojos, esposa.
Si yo pudiera abrir un tallercito
y poner un letrero que dijera:
'SE HACEN Y SE REMIENDAN VERSOS'.
Pero la gente pasaría indiferente.

Mira mis ojos, esposa.
Hoy has andado 100 kilómetros en casa.
Yo muero de mirarte y me retiro
y a la esquina llego a pajarear tristezas
y a sangrar el último poema.

Poemas y poetas salvadoreños

Julio Iraheta Santos: El puchero

Qué cólera siento al verme solo
Egoísta y tenaz es mi bolero
Ella se va Yo valgo menos
Vaya ego pende'g'o el que revelo
Tímida y zalamera ella me invade
Adicto a su portal tiendo cobija
y en su tela mis dados siempre pierden
Lo hizo la primera vez
Lo sigue haciendo
Un día ya no volverá
La casa está más larga más vacía
De comedia a tragedia está mi jaula
Pasa la noche La madrugada es un divieso
La mañana llega y el vacío se acrecienta
Pero de pronto ella aparece
le quita las cortinas a su mármol
me entrega su campana
y el puchero termina en un gorjeo

Poemas y poetas salvadoreños

Julio Iraheta Santos: Salve! Patria malinche

Septiembre me domestica
con sus tangas marciales
Tanto discurso azul
pero negro por dentro
como el luto de los enjambres
desde 1821
Tanta pastilla ruin
trampa de dormilonas
¡Oh! mi patria Malinche
sigues siendo la misma
Al conquistador le bailabas
con tu refajo recortado
Hoy lo haces
para tus nuevos opresores
Sólo un pelito te falta
para la Barra Show
Sin embargo te amo
y te invito a la cama
Globalicémonos para adentro
Es mejor que enloquezcas
con tu muñeco de Ilobasco
Amén

Poemas y poetas salvadoreños

Julio Iraheta Santos: Siempre tu laberinto

Hormiga que edificas tu camino bajo tierra
o a la luz del cielo
Cuántas veces te han asesinado los venenos
las inundaciones la bota de los ogros
Sin embargo prosigues y siempre tu laberinto
tiene forma de corazón

Poemas cortosPoemas y poetas salvadoreños

Julio Iraheta Santos: Siete

Después de las hogueras
quedará la ceniza
y todavía nuestros ojos
llorarán por los muertos
Larga será la cicatriz en las banderas
y durante mucho tiempo
no esconderán el luto
Después de las hogueras
el humo habrá partido
pero en nuestro corazón
y en nuestra historia
quedarán las estatuas derribadas
las campanas rotas
y las calles minadas

Tomado de Poemas sin rumbo, 1985,
inédito

Poemas cortosPoemas y poetas salvadoreños

Julio Iraheta Santos: Testimonio de la soledad (2)

Oigo pasar el viento con su cola de perro
perseguido,
con sus manchas de siglos y caminos que
alargan mi
(orfandad.
Con mística tristeza murmura en los tejados
y de mi insomnio se lleva una ciudad dormida.
De lejanos países viene repitiendo el mismo
llanto.
De lejanas montañas trae el lenguaje de bosques
(taciturnos
que arroja al mar para que el agua se hinche.
Helado viento que traes la bufanda llena de
agujeros,
pon en tu cuello mi soledad.

Poemas cortosPoemas y poetas salvadoreños

Julio Iraheta Santos: Una tierra que espera

A Dina Posada

Esas musas inquietas que animan la existencia
En cada rosa una espina da su autógrafo
o en cada espina una rosa ofrece un pétalo
Las palabras no bastan para expresar misterios
aunque ellas mismas sean sobrenaturales
y cada uno de sus átomos sea un universo
a punto de aparecer de la na
Cada autógrafo entrega su rosa y su espinada
Esas musas inquietas creadoras del ensueño
donde la voz despierta iluminada
Palabras no palabras cielo inmenso
y una tierra que espera
¿Qué es lo que espera?

Poemas y poetas salvadoreños

Julio Iraheta Santos: Todos los días el hombre (2)

Ayer bebí,
y mientras bebía hablé de mi impotencia,
confesé mi orfandad y mostré mis manos
que nunca tienen nada, salvo el corazón de Ligia.
Yo le quité el corazón porque era la única mujer
capaz de amar a un poeta pobre.
La besé, la tendí en medio de las horas
y fui señor de la fiesta,
de aquella hoguera azul...
Ayer bebí, y mientras bebía le di un puntapié al
(hombre responsable,
caí de bruces, miré por última vez el sol
y en mis manos que nunca tienen nada
continuaba el corazón de Ligia.

Poemas y poetas salvadoreños

Julio Iraheta Santos: Todos los días el hombre (27)

Suelto esta voz,
estas manos que golpean conciencias,
pero el eco vuelve solo.

Por las calles del mundo fumo la derrota.
Arañas atómicas acechan el futuro
y tras las rendijas de la muerte un niño nos mira.
Hombre del trampolín hacia los astros,
¿qué dicen tus oráculos,
tus clepsidras académicas?
Se está acabando todo,
¡todo!
Sin embargo sigues con tu dialéctica
creyendo que eres superhombre.
Pobre bestia estomacal.
Necesitas el misterio y lo rechazas.
¡Nada de prehistoria!
gritas.
Y amas la piedra prolongada en el misil.
¡Ah! mis manos que buscan y siempre vuelven
solas.
¡Ah! estas gotas que ruedan con sabor a
tormenta.
Juan lloró al mirarnos desde Patmos.
Estamos al final del gran juego.
Habrá carne suficiente para las aves de rapiña.
Necesitamos al Cordero.

Poemas y poetas salvadoreños

Julio Iraheta Santos: El último round

Y termina el último round
¡oh! criaturas monosilábicas
Termina el último round
y al filo de las doce
sonarán las campanas
las matracas
los ventosos de pólvora
Tonathiú estará con su bisturí
diseccionando parentelas
Nemile buscará en limoneros
la sonrisa de su amada
Amauta arrullará osos y lámparas
y alguien la contemplará arrobado
tras las rejas de las parsimonias
Nacxit llenará papeles de relojes mudos
de interjecciones sacadas a golpes de martillo
Y Ligia y yo
sin romanticismos
ni sentimentalismos de cliché
jugaremos con nuestras redondas geografías
con la obesidad de los años
animados por los aplausos de mamá y papá
quienes gritarán al unísono
¡Qué pareja más cachimbona!

31-12-85

(Tomado de 'Tras la ventana tus caminos')

Poemas y poetas salvadoreños

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz