Temas Poetas

Carmen González Huguet

Poemas de Carmen González Huguet para leer.

Carmen González Huguet: Matlalpapalotl (Morpho hyacinthus)

Un beso del espacio huyendo herido,
un beso del relámpago sujeto,
un colibrí diluído, un cielo inquieto,
un incendio de mar estremecido.

Párpado del celaje detenido
en el margen del tiempo y del secreto,
ensueño de turquesa, humo concreto
en eterno momento desasido.

Ala del aire, labio de la brisa,
color del día, joya rauda y leve,
que a cruzar el vacío, audaz, se atreve,

besas la tarde que tu adios irisa
y en el azul que tu caricia mueve,
la belleza se esparce y se agoniza.

Poemas y poetas salvadoreños

Carmen González Huguet: Memento mori

...y no halle cosa en que poner los ojos
que no fuera recuerdo de la muerte
Quevedo

I

Es la sombra que viene,
La garra preparada
Para el golpe certero,
La mirada en alerta
Que busca, sigue, acecha.

Nada se escapa al ojo
Implacable y absorto.
Nada al cruel arrebato.

Cuando la furia cae
Rasgando piel y carne,
Y la vida se escapa,
Y la sangre se amansa,
Y se instala la muerte;
Entonces comprendemos
Que el mayor enemigo,
El más voraz y aleve,
Nos hiere siempre el último
Desde adentro del pecho.

II

Ya no te creo, ciudad, el paraíso,
El eterno jardín donde la dicha enciende
Sus fuegos de San Telmo.

Tampoco te concibo como la cuna de las ilusiones,
O el rincón iluminado
Por las luces secretas del deseo.

Caída la venda de los espejismos,
Eres tan sólo ese paisaje sórdido
Donde rufianes y tahúres
Se tasan mutuamente,
Mientras los mismos tiburones
Se mastican sin pausa
Con sus dientes de oro.

La araña teje su tela, indiferente,
Mientras tanto.
Tarde o temprano,
Cualquiera ha de caer.

Poemas y poetas salvadoreños

Carmen González Huguet: Memorial de agravios

Para Yadira Calvo

Porque el blanco odia al negro
Porque el amo teme al esclavo
Porque el ladino necesita al indio
Porque somos distintas
Porque no débiles
Porque lúcidas
Porque el deseo
Porque somos malas y bellas como Satán
Porque irracionales
Porque corruptoras
Porque objeto de deseo
Porque quebrantamos todas y cada una de las leyes humanas y divinas
Sólo con existir
Porque somos el otro, es decir, la otra
Porque el diablo nos tiene por aliadas
Porque Judith se atrevió a cortarles la cabeza
Y a castrarlos simbólica y físicamente
Porque Dalila ídem
Porque Pandora y Eva
Se les salieron del huacal
Porque la Medusa
Porque las Sirenas

Porque las Parcas
Porque las Furias
Porque Circe y su piara
Porque la Papisa Juana
Porque las brujas
Porque las putas

Porque somos las madres
Y tenemos el amenazante y terrible
poder de dar la vida entre las piernas
por todo eso
cuánto, en realidad,
nos odian y nos temen.

Poemas y poetas salvadoreños

Oficio de mujer: Poema de Carmen González Huguet en español fácil de leer

Oscuro: Poema de Carmen González Huguet en español fácil de leer

Palabra de diosa: Poema de Carmen González Huguet en español fácil de leer

De «Presencia»: Poema de Carmen González Huguet en español fácil de leer

Carmen González Huguet: Puta

Rosario dixit

No es el reptil
que tienta con su boca ávida
desde el viejo manzano
del bien y el mal.

Ni Lilith,
ni una de tantas
nefandas encarnaciones del pecado.

Ni vedette proletaria,
ni siquiera
la devaluada y tropical
sacerdotisa de Venus
con que desean confundirla
sus dizque adoradores.

Una mujer al uso,
que se toma, se llena,
se quiebra y se repone
como una pieza más en la vajilla cotidiana
de los hombres;
para que la otra,
la, supuestamente, de lujo
jamás se descascare,
se desdore, ni pierda
el precioso y suntuario
estatus que le da la posesión.

Pero, al cabo,
detrás de la falacia,
ambas se sienten
igual que cualquiera de las dos vajillas:
larga y desdeñosamente
usadas
por un cuerpo que jamás comprenderá
a la piel que lo envuelve.

La misma piel que sabe
que hay un sordo desprecio
aun en el fondo del más hondo deseo
y que hay un resto de humillación
en cada entrega.

Poemas y poetas salvadoreños

Sin embargo, el amor: Poema de Carmen González Huguet en español fácil de leer

Carmen González Huguet: Sonetos corporales

I

Tallo fecundo, de botón florido
con cálida corola coronado,
clavel triunfante, fuiste levantado
por empuje de sangre, recio, erguido.

Buscas, ciego, región donde, en olvido,
se abandone tu mar aprisionado
por estrecho canal, y encabritado,
salte en espuma, libre, enardecido.

Tu anhelo insatisfecho se repite
en rada sola, en plácida bahía
que espera que ese mar se precipite

en su claro recinto de agonía.
Pues a sed prolongada no sustenta
agua que no comprenda lo que sienta.

II

Vaciado de ti, solo, enardecido
por tu ausencia tan larga y dolorosa;
convertido en gimiente y suave rosa
y en solitario lar, inútil nido,

el vientre se ha trocado en carcomido
panal sin miel, ni abeja rumorosa
y solitario, en su esperar reposa
yermo, sombrío, confinado a olvido.

Huésped espera casa tan amable,
y quemante pasión; vida apacible
merece un habitante perdurable.

En mi carne de muro perecible
espera un sueño a que te sea dable
convertirlo en propósito tangible.

Poemas y poetas salvadoreños

De «Tierra habitada»: Poema de Carmen González Huguet en español fácil de leer

Vértigo: Poema de Carmen González Huguet en español fácil de leer

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz