Temas Poetas

Poemas y poetas polacos

Ryszard Kapuściński: Me abandonaron las fuerzas

Me abandonaron las fuerzas
la alegría desapareció sin dejar rastro
mis manos vagan
no encuentran cosas seguras

quisiera
que echara a volar un pájaro
que ladrara un perro

busco pruebas
de que algo es posible
Versión de Abel A. Murcia Soriano

Poemas cortosPoemas y poetas polacos

Ryszard Kapuściński: Me he alejado tanto de mí mismo

Me he alejado tanto de mí mismo
que ya no sé decir nada
sobre mí
ni lo que siento
cuando me mojo bajo la lluvia
ni cuando me convierto
en una brizna de hierba seca
quemada por el sol
no sé encontrarme
a mí mismo
describir a este personaje
nombrarlo
asegurar
que existe
Versión de Abel A. Murcia Soriano

Poemas cortosPoemas y poetas polacos

Ryszard Kapuściński: Es allí

es allí-
dijo una voz
miré a mi alrededor
no veo nada -respondí
creo que quiso decir
escucha la voz que hay en tu interior
no la silencies
con tus propias palabras
Versión de Abel A. Murcia Soriano

Poemas cortosPoemas y poetas polacos

Autorretrato: Poema de Adam Zagajewski en español fácil de leer

Czeslaw Milosz: La caída

La muerte de un hombre es como la caída de una poderosa nación
Que tuvo valientes ejércitos, capitanes y profetas,
Y ricos puertos y barcos en todos los mares,
Pero ahora no socorrerá ninguna sitiada ciudad,
No entrará en ninguna alianza,
Porque sus ciudades están vacías, su población dispersa,
Su tierra que una vez proveyó de cosechas está saturada de cardos,
Su misión olvidada, su lengua perdida,
El dialecto de un pueblo puesto sobre inaccesibles montañas.

Versión de Rafael Díaz Borbón

Poemas y poetas polacos

Adam Zagajewski: Canción del emigrado

En ciudades ajenas venimos al mundo
y las llamamos patria, mas breve es
el tiempo concedido para admirar sus muros y sus torres.
Caminamos de este a oeste, ante nosotros rueda
el gran aro del sol
ardiente, a través del cual, como en el circo,
salta ágilmente un león domado. En ciudades extrañas
contemplamos las obras de viejos maestros
y, sin asombro, en añejos cuadros vemos
nuestros propios rostros. Habíamos existido
antes, e incluso conocíamos el sufrimiento,
nos faltaban tan sólo las palabras. En la iglesia
ortodoxa de París los últimos rusos blancos,
encanecidos, rezan a Dios, varios lustros
más joven que ellos y, como ellos,
impotente. En ciudades ajenas
permaneceremos, como los árboles, como las piedras.

Versión de Elzbieta Bortkiewicz

Poemas y poetas polacos

Zbigniew Herbert: El de ciencias naturales

No puedo recordar
su rostro
estaba de pie frente a mí en lo alto
al final de sus largas piernas separadas
veía
su cadenita de oro
su gris levita
y su flaco cuello
al que estaba prendida
una inerte corbata

fue el primero que nos enseñó
el anca de una rana muerta
que pinchada con un alfiler
violentamente se contrae

él nos introdujo
a través de un microscopio dorado
en la vida íntima
de nuestro bisabuelo
el paramecio

trajo un oscuro grano
y dijo: cornezuelo

instigado por él
en el décimo año de mi vida
fui padre
cuando tras una tensa espera

de una castaña sumergida en el agua
apareció un brote amarillo
y todo estalló en canto
alrededor

en el segundo año de la guerra
mataron al de ciencias
los malandrines de historia

si es que fue al cielo-

quizá camine ahora
sobre largos rayos
vestidos con grises medias
con una enorme red
y una caja verde
alegremente bamboleándose a su espalda

pero si no se fue allá arriba-

cuando en el sendero del bosque
encuentro un escarabajo encaramándose
a una pelotilla de arena
me acerco
me cuadro
y digo:
-buenos días señor profesor
permítame ayudarle

lo transporto delicadamente
y me quedo mirando un rato
hasta que desaparece
en la obscura sala de profesores
al final del corredor de hojas

Poemas y poetas polacos

Eso: Poema de Czeslaw Milosz en español fácil de leer

Czeslaw Milosz: Dedicatoria

Varsovia 1945

«Vosotros, a quienes no pude salvar,
Escuchadme.
Intentad entender estas simples palabras, ya que de otras me avergonzaría.
Os juro que en ellas no hay hechicería.
Os hablo en silencio como una nube, como un árbol.

Aquello que me fortaleció a mí, para vosotros fue mortal.
Confundisteis el adiós a una época, con el advenimiento de una nueva
-Odio confabulado de belleza lírica.
Fuerza ciega de forma completa.

He aquí un valle polaco de ríos anémicos. Y un inmenso puente
Perdiéndose en la niebla. He aquí una ciudad vencida,
Y el viento arroja alaridos de gaviotas sobre vuestra tumba
Mientras os hablo.

¿Qué clase de poesía es aquella que no salva
Naciones o pueblos?
Una conspiración de mentiras oficiales.
Una tonadilla de borrachos cuyas gargantas serán cortadas de inmediato,
Una conferencia para señoritas.
He deseado la buena poesía sin saberlo,
He descubierto, ya tarde, su saludable objetivo.
En ella y sólo en ella, encuentro salvación.

Se solía esparcir millo o alpiste sobre las tumbas
Para alimentar a los muertos que volvían disfrazados de pájaros.
Aquí os dejo este libro, vosotros quienes alguna vez vivisteis
Para que nunca más volváis. »

Versión de Rafael Díaz Borbón

Poemas y poetas polacos

Ryszard Kapuściński: Desde que estás

Desde que estás
todo cambia de color
tiene un matiz más:

desde que estás
cambian los sonidos:
están llenos de tu voz

desde que estás
los bosques y los árboles
huelen a ti

desde que estás
toco el mundo
un mundo completo
y único
Versión de Abel A. Murcia Soriano

Poemas cortosPoemas y poetas polacos

Ryszard Kapuściński: Al despedirnos me dio la mano

Al despedirnos me dio la mano
los dedos eran flácidos como las hojas mustias-
un tórrido día de un cálido verano
me atravesó el frío del otoño
Versión de Abel A. Murcia Soriano

Poemas cortosPoemas y poetas polacos

Zbigniew Herbert: Don Cógito lee el periódico

En primera página
la noticia de la matanza de 120 soldados

la guerra ya duraba mucho
uno puede acostumbrarse

justo al lado información
de un crimen espectacular
con el retrato del asesino

la mirada de Don Cógito
salta indiferente
la hecatombe de los soldados
para sumergirse con deleite
en la descripción del espanto cotidiano

un agricultor de unos treinta años
en una depresión nerviosa
mató a su mujer
y a sus dos pequeñuelos

con precisión se describen
la ejecución del crimen
la posición de los cuerpos
y otros detalles

a los 120 caídos
inútil es buscar en un mapa
la excesiva lejanía
los oculta como una jungla

no estimulan la imaginación
son demasiados
la cifra cero al final
los transforma en una abstracción

un tema para meditar:
la aritmética de la compasión

Poemas y poetas polacos

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz