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Pasó el ayer,
pasó también el hoy:
se va la primavera.
* * *
La flor del té,
¿es blanca o amarilla?
Perplejidad.
* * *
Melancolía,
más que el año pasado:
tarde de otoño.
* * *
Lluvias de mayo.
Y enfrente del gran río
un par de casas.
* * *
Un aguacero.
Se agarran a las yerbas,
los gorriones.
* * *
Niña muda
convertida en mujer:
ya se perfuma.
* * *
Incluso mi esposa
actúa como una forastera,
esta mañana de primavera.
Fue un sueño increíble,
dijeron
que me lo había inventado.
* * *
La gran mañana:
vientos de antaño
soplan a través de los pinos.
* * *
El día es largo;
mis ojos están cansados
de mirar al mar.
* * *
Cuando cae a tierra
la cometa
no tiene alma.
* * *
La alondra cantando
ondula
las nubes.
* * *
En la brisa de la mañana
se alzan las alondras
de todo corazón.
* * *
El caracol se arrastra
dos o tres pasos
y se acaba el día.
* * *
La mariposa,
ni siquiera cuando la persiguen
parece tener prisa.
El anterior morador:
Sé muy bien
Todo el frío que pasó.
* * *
Al llegar a la puerta,
La campana del Templo Mii
Se queda helada.
* * *
Aún así, aún así,
Sumiso ante el Más Allá,
El fin de año.
* * *
La luna creciente
Está torcida y encorvada
Penetrante es el frío.
* * *
En la tempestad del invierno,
Alguien llama al masajista
En vano.
* * *
Sencillo y sincero,
El criado también
Barre la nieve de la puerta vecina.
* * *
Bajo la fría lluvia,
Por amor a los demás,
¡Ten Piedad Buda!
* * *
Este fuego de carbón;
Nuestros años decaen
Igual.
* * *
Música sagrada en la noche;
Hasta las hogueras
Caen revoloteando las hojas teñidas.
* * *
La gente es poca;
Una hoja cae aquí,
Cae allí.
Un niño menor de diez años
Va a ser entregado al templo:
¡Cruel frío!
* * *
La desolación del invierno;
Atravesando una pequeña aldea,
Ladra un perro.
* * *
El aire es frío;
Aplasto a la niña contra mí,
Es tan hermosa.
* * *
La primera nevada;
Al otro lado del mar,
¿Qué montañas son aquéllas?
* * *
Retiro invernal;
Hay algo que me gustaría preguntar
A Sakyamuni.
* * *
Crisantemos marchitos;
Calcetines secándose en la cerca;
Un día de sol.
* * *
Sin hacer nada
La babosa de mar ha vivido
Dieciocho mil años.
¡Qué cortesía!
Hasta la nieve es fragante
En Minamidani.
* * *
Una helada noche de lágrimas
El sonido del remo
Golpeando la ola.
* * *
El año toca a su fin:
Aún llevo
Mi kasa y mis sandalias de paja.
* * *
La primera lluvia del invierno,
y mi nombre debería ser,
«Viajero.»
* * *
La primera nevada :
Las hojas de los narcisos
Se doblan.
* * *
La tempestad de invierno
Se escondió entre los bambúes,
Y amainó en silencio.
* * *
La desolación del invierno:
En un mundo de un color
El sonido del viento.
* * *
Enfermo en un viaje;
Mis sueños vagan
Sobre un páramo seco.
* * *
Viajando por el mundo,
De aquí a allá, de aquí a allá,
Allanando el pequeño campo.
* * *
El dios está ausente;
Sus hojas muertas están amontonadas,
Y todo está desierto.
* * *
Retiro invernal;
En la pantalla dorada,
El pino envejece.
* * *
Después de los crisantemos,
A excepción del largo nabo,
No hay nada.
* * *
Parece que tenga cien años,
El jardín de este templo,
Con sus hojas caídas.
* * *
Mi casa natal;
Llorando sobre el cordón umbilical,
El fin de año.
La luna del invierno:
Un templo sin puerta,
¡Qué alto está el cielo!
* * *
En el claro de luna helado,
Pequeñas piedras
Crujen bajo los pies.
* * *
Zorras jugando
Entre los narcisos;
Una brillante noche de luna.
* * *
La llovizna invernal
Empapa silenciosamente
Las raíces del alcanforero.
* * *
La lluvia del invierno
Nos muestra lo que hay ante nuestros ojos,
Como si perteneciera al pasado.
* * *
Entrando con un remolino de nieve,
«¡Una habitación para la noche!»'
Y rinde su espada.
* * *
Alojamiento negado,
Luces de una fila de casas
Bajo la nieve.
* * *
Una rata se acerca
Al aceite helado
De la lámpara.
* * *
La tempestad del invierno
Arrastra pequeñas piedras
Contra la campana del templo.
* * *
La tormenta de invierno,
La voz del agua impetuosa,
Desgarrada por las rocas.
* * *
Un viento glacial:
De pronto el caballo tropieza
En el camino de vuelta a casa.
* * *
Arrastradas desde el oeste,
Las hojas caídas se amontonan
En el este.
¿De quién es pues,
Hijos míos,
Esta roja, roja luna?
* * *
La brisa del otoño;
Se abren las flores escarlatas
Que la niña muerta quiso coger.
* * *
«No tendré nada más que ver
Con este sórdido mundo»,
Y el rocío desaparece.
* * *
De las blancas gotas de rocío,
Aprende el camino
Hacia la Tierra Pura.
* * *
Visitando las tumbas:
El viejo perro
Va delante.
* * *
¡La gente, ya se sabe!
Pero ni siquiera los espantapájaros
Están rectos.
* * *
Saltamontes,
No hagas pedazos
Las perlas del brillante rocío.
* * *
El anciano perro
Parece impresionado por el canto
De las lombrices bajo tierra.
* * *
Los dondiegos;
En los rostros de los hombres
Hay defectos.
* * *
La débil planta,
Al fin,
Tiene una vacilante flor.
* * *
Una simple hoja de la paulonia
Ha caído lentamente,
Esta mañana.
* * *
Nísperos silvestres,
La madre come
La parte amarga.
* * *
¡Qué grande, qué hermosa,
la castaña
A la que no pude llegar!
* * *
El ciruelo de mi cabaña;
No pudo evitarlo,
Floreció.
Aumenta el frío;
Ningún insecto
Se acerca a la lámpara.
* * *
Sopla el viento del otoño;
Estamos vivos y podemos mirarnos,
Tú y yo.
* * *
A la entrada del otoño,
Pintar plantas en flor,
Una tarea diaria.
* * *
Encontrar a alguien,
¡Qué espantosas
Las montañas de otoño!
* * *
Una aldea de pescadores;
Bailando bajo la luna
Al olor del pescado crudo.
* * *
Soledad;
Después de los fuegos artificiales,
Una estrella fugaz.
* * *
Moribundas,
Haciendo todo el ruido posible,
Las cigarras de otoño.
* * *
Las manzanas robadas
Que comí,
Me dieron dolor de estómago.
* * *
Pelando una pera,
Dulces gotas corren
Por el cuchillo.
* * *
Recuérdame
como alguien que amaba la poesía
Y los nísperos.
El principio del otoño;
¿Qué es lo que el adivino
Mira con tanta sorpresa?
* * *
Sorprendida
Por la pobreza,
Esta mañana de otoño.
* * *
Alguien llegó,
y visitó a alguien;
Una noche de otoño.
* * *
Blanco rocío en la zarza;
Una gota
En cada espina.
* * *
Los pasos anhelados
Están lejos,
Sobre las hojas caídas.
* * *
La luna en el más alto cielo,
yo atravieso
Un pobre barrio.
* * *
Rapó al salteador de caminos,
Y lo convirtió en su discípulo,
En un viaje de otoño.
* * *
El sol oblicuo:
La sombra de una colina con un ciervo en ella
Entra por la puerta del templo.
* * *
Renunciando al mundo,
Las hojas e otoño
En la aldea de mis padres.
* * *
Tú que cultivas crisantemos
Eres esclavo
De los crisantemos.
* * *
El sendero a través de los campos;
Las flores del ciruelo apenas son blancas,
Tampoco rojas.
* * *
La mesa de los espíritus;
Desmontándola,
La misma habitación que antes.
Siguiendo el río,
Ningún puente aparece;
¡Qué largo es el día!
* * *
El Gran Buda.
Durmiendo, durmiendo,
Todo el día de primavera.
* * *
En la arena de la playa.
Huellas de pasos:
Largo es el día de primavera.
* * *
Una noche de primavera;
¿Qué lee
El soltero?
* * *
Cruzando a una chica
Al otro lado del río;
La luna brumosa.
* * *
Olas de calor;
Los pétalos del ciruelo flotan
Hasta las piedras.
* * *
Las olas
Funden
El hielo del lago.
* * *
«Cuando miré atrás,
El hombre con el que me crucé
Se había perdido en la niebla.
* * *
Examinando
Tres mil haikus,
Dos nísperos.
* * *
Un día entero
Labrando el campo
En el mismo lugar.
* * *
Pájaros cantando,
Haciendo caer
Bayas rojas.
* * *
Gente que viene, gente que va
Sobre el páramo primaveral,
¿Para qué, me pregunto?