Temas Poetas

Poemas y poetas argentinos

Estanislao del Campo: Adiós

De pesar una lágrima sentida
No brote, no, de tus hermosos ojos:
¿Por qué llorar mi muerte si mi vida
Era un erial de espinas y de abrojos?

No puede ser mi luz el dulce brillo
Que derrama en efluvios tu pupila,
Y es mi infierno el que irradia del anillo
Que otro en tu mano colocó, Lucila.

¿Qué iba a hallar este pobre pelegrino
A un desierto sin término lanzado?
¿Adelfas y cicuta en su camino?
¡Oh, no las hay en el sepulcro helado!

En el mar proceloso de la vida
El amor es el puerto de bonanza;
¿Y a dónde guiar mi nave combatida
Si mi amor es amor sin esperanza?

¡Venga el rayo de plomo, que hoy por suerte
Sobre mi frente, amenazante oscila;
Y en la mansión oscura de la muerte
La paz recobre el corazón, Lucila!

Poemas y poetas argentinos

Leopoldo Marechal: DEL ADIÓS A LA GUERRA

¡No ya la guerra de brillantes ojos,
La que aventando plumas y corceles
Dejó un escalofrío de broqueles
En los frutales mediodías rojos!

Si el orgullo velaba sus despojos
Y el corazón dormía entre laureles,
¡Mal pude, Amor, llegarme a tus canceles,
Tocar aldabas y abolir cerrojos!

¡Armaduras de sol, carros triunfales,
Otros dirán la guerra y sus metales!
Yo he desertado y cruzo la frontera

Detrás de mi señora pensativa,
Porque, a la sombra de la verde oliva,
Su bandera de amor es mi bandera.

Poemas y poetas argentinos

El adiós: Poema de Olga Orozco en español fácil de leer

José Antonio Cedrón: La adivina del barrio

La que leyó la vida de vecinos y amigos
la que predijo novios con fortuna
cartas de amor y bodas en futuro
esa adivina nunca tuvo tiempo
para alejar los dedos de la mesa
y viajó por las líneas de las manos ajenas.
La que llenó la vida de los otros
entre cuatro deseos de baraja
hizo soñar muchachas en mi barrio
que tejieron ajuares sobre el cuarto menguante
de sus lunas.
Con secretos guardados en cojines rotos
la que escondió su piel del sol y de los ojos
entre tazas de té fotos y flores
confió su amor de siempre a aquellos astros
y eran sólo figuras con espadas y bastos.
La que nunca salió de su vestido
un día vio el deseo volarse del espejo.
La que le puso alas al murmullo
que se sacó las medias siempre sola
un día como ayer se perdió entre los colores
de un mazo de barajas.

Poemas y poetas argentinos

Leopoldo Marechal: DE LA ADOLESCENTE

Entre mujeres alta ya, la niña
quiere llamarse Viento.
Y el mundo es una rama que se dobla
casi junto a sus manos,
y la niña quisiera
tener filos de viento.

Pero no es hora, y ríe
ya entre mujeres alta:
sus dedos no soltaron todavía
el nudo de la guerra
ni su palabra inauguró en las vivas
regiones de dolor, campos de gozo.
Su boca está cerrada
junto a las grandes aguas.

Y dicen los varones:
«Elogios impacientes la maduran:
cuando se llame Viento
nos tocará su mano
repleta de castigos.»

Y las mujeres dicen:
«Nadie quebró su risa:
maneras de rayar le enseñaron los días.»

La niña entre alabanzas amanece:
cantado es su verdor,
increíble su muerte.

Poemas y poetas argentinos

Daniel García Helder: Una advertencia

Una alambrada donde se cruzan
tallos de distintas zarzas y unas pocas
cañas emergen con sus penachos entre flores
acampanadas, tampoco muchas, de un color
que remeda al lila, pero que es silvestre.

Hay un grupo de estatuas entre los arbustos
del que la niebla apenas perdona las cabezas.
A ratos se alzan voces de gaviotas y un gas
como de harinas en putrefacción que se dilata,
y a cada oleada sigue otra más picante.

Una advertencia a los que crucen este parque
y restando poder a la humedad v al suelo
quieran hacer un alto para atarse los cordones,
prender un cigarrillo, fumarlo, cualquier cosa:
acá los pies echan raíz al menor signo de parálisis

y ya las rodillas se ponen rígidas, la boca
es cerrada por una corteza que sube, áspera,
desde los hombros y el tórax; manotear algo
a qué aferrarse no sirve de nada: los brazos
flexibles se tuercen en troncos que se ramifican

y borrando toda huella de una vida pasada
de miles de brotes en silencio rápido
salen las primeras hojas.

Poemas y poetas argentinos

Hilario Ascasubi: Advertencia a los uropeos cosquillosos

Van tres gauchos liberales
a quejarse, con razón,
de una floja y ruin aición
de dos gobiernos desleales.

Siendo gauchos, como tales,
se explicarán sin rodeos,
sin que dentre en sus deseos
ni un remoto pensamiento
de hacer en el fundamento
agravio a los uropeos.

Poemas cortosPoemas y poetas argentinos

Arturo Capdevila: Adviento

Amaneció
: la Luna ocupa el lugar del sol
¡Florecieron los cuernos del venado!

Las mujeres embellecieron a tal grado
que su dulce mirada paraliza y asombra
He visto a muchas en la calle
: caminan sin tocar el suelo
Las estatuas se inclinan a su paso
mas las dulces muchachas no lo notan
: van como mirando lejos
Pasan
Queda en el aire un toque de almizcle delicado
Dejan en la garganta una opresión deleitosa parecida a la muerte
: en el pecho nocturno de los hombres brotan ramos de llanto
Anochece
Cierro los ojos
: en cada piedra negra hay una flor azul
Otra vez arde
el sol.

Poemas y poetas argentinos

Julio Cortázar: After such pleasures

Esta noche, buscando tu boca
en otra boca
casi creyéndolo, porque así de
ciego es este río
que me tira en mujer y me
sumerge entre sus párpados,
qué tristeza es nadar al fin hacia la
orilla del sopor
sabiendo que el sopor es ese
esclavo innoble
que acepta las monedas falsas,
las circula sonriendo.
Olvidada pureza, cómo quisiera
rescatar
ese dolor de Buenos Aires, esa
espera sin pausas ni esperanza.
Solo en mi casa abierta sobre el
puerto
otra vez empezar a quererte,
otra vez encontrarte en el café de
la mañana
sin que tanta cosa irrenunciable
hubiera sucedido.
Y no tener que acomodarme de este
olvido que sube
para nada, para borrar del
pizarrón tus muñequitos
y no dejarme más que una
ventana sin estrellas.

Poemas y poetas argentinos

Julio Cortázar: Aftermath

Dime por qué todavía te deseo, por qué tu nombre vuelve
como el hacha a la herida en una amarga visitación de la
medianoche,
a la vera de un campo funerario donde larvas se multiplican
húmedas babas, recuento interminable de torpezas,
dime desde esa nada donde ahora te atrincheras, dime
por qué me basta componer un mecanismo elemental de
sílabas,
discar en el cogollo de la niebla las cifras de tu nombre
para que solitariamente
me agobie la espranza de una menuda migración de dedos
por mi pelo,
de una fragancia donde habita el musgo.

De un silencio más fogoso que todas las vigilias.

Poemas y poetas argentinos

Norah Lange: Afuera la noche

Afuera la noche
sacudiendo angustias.
Adentro, el corazón
fresco de amor
¡Como una hoja nueva!

Poemas cortosPoemas y poetas argentinos

Alberto Girri: En la agonía romántica

En el mismo escenario
donde hasta avanzado el siglo
los enamorados todavía se buscaban
y estrechaban por lo idílico,
posándose
«cada día sobre la ramita
que puede morir»,
elevóse gradualmente un marco
de gustos crepusculares,
por las prostitutas de lujo
titilante rococó,
baudelaireanas correspondencias,

y allí acechaban
las Lou Andreas Salomé, Alma Malher,
proponiendo que a partir de sus romances,

exaltación de luminarias en ciernes
(el casto Nietzsche, Rilke el joven,
atraídos hacia la órbita de un texto
diáfano ya la vez temible),
caducarían todos los estereotipos
femeninos hasta entonces conocidos,

y en trance ya de esfumarse
para siempre hasta el más leve
rastro del bíblico infundio
que asegura que la mujer no tiene
potestad sobre su cuerpo.

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Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz