Temas Poetas

Pedro Jesús de la Peña

Poemas de Pedro Jesús de la Peña para leer.

Pedro Jesús de la Peña: La Zarza de Moisés (Un guerrero decide encaminarse a una muerte segura)

Pensaba ya en marcharme de mi casa
harto de gentes tibias e indolentes
capaces de aceptar la tiranía.

Estaba ya en camino, mas de pronto
con el único amigo que poseo
-reflejos de caldero por sus crines
y todo el corazón puesto en la boca-
decido volver grupas y enfrentarme
a una muerte segura, inevitable.

Recupero en mis manos el clarín de la aurora,
saco del tahalí la escasa cantidad
de mínima esperanza que aún me queda
y, armado de estas prendas,
camino hacia el combate.

Sé que así ocuparé el único trono
que aguarda a los valientes:
un lugar en el reino de los necios,
sin otro premio que la murmuración
ni otra estima que una piedad insana.

Pero con gusto cambio esa ventura amarga
que renuncia a las joyas, los premios, el poder...
pero no acata el miedo.

Poemas y poetas españoles

Pedro Jesús de la Peña: La Zarza de Moisés (Homenaje sencillo a la belleza)

A nada se parece la belleza:
su mundo es raro y propio.
Es la escama de un pez sobre la piedra,
es la sedienta ortiga:
un despertar de párpados hinchados.

Deja siempre los dedos en la niebla,
marca hondamente el barro.
Es única y desnuda.
Nunca se queda donde estoy.
La reconozco cada vez que pasa.

Poemas cortosPoemas y poetas españoles

Pedro Jesús de la Peña: La Zarza de Moisés (Hotel)

Sepamos que estos días, estas noches felices
son un engaño breve.

Y el amor un hotel donde nos hospedamos.

De(S) Apariciones . (Ed. Huerga &Fierro. l994)

Poemas cortosPoemas y poetas españoles

Pedro Jesús de la Peña: La Zarza de Moisés (Locura y belleza)

Por algún raro hueco
destila la locura su belleza.

No sólo la belleza del deseo,
la del amor y las intensidades
más escondidas y soñadas,
sino esa otra belleza de lo incierto,
esa locura del bien inasible,
esa perplejidad ante lo estúpido
de que la vida sea real y no los sueños.

Esas mujeres astilladas, firmes
en su profunda convicción de errar
y de amar el error. Esas artistas
del autoengaño, como Emily Brönte,
esas poetas del salvaje viento,
del irisado sol, de la segura
e imprevisible tempestad del alma.

No son muchas acaso, pero son.
Y su golpe de fuego nos apaga.
Nos conmueve profundamente algo
de inquietante y obscena plenitud.

Me viene a la memoria Sylvia Plath.
Algunos de sus versos me emocionaron
hondamente, cuando fuí muchacho.
Ahora la imagino vestida de noche
como aquella otra loca se vestía de mar.

Los Dioses Derrotados (2000)

Poemas y poetas españoles

Pedro Jesús de la Peña: La Zarza de Moisés (Mapamundi)

Recorro con el dedo los parajes lejanos,
los glaciares del norte, las pampas argentinas,
las soberbias montañas y las arenas finas
donde tienden su sueño los cansados humanos
en busca del sosiego de las playas marinas;
y de pronto me veo tocando con las manos
el paraíso entero con sus frutos paganos:
las manzanas de Tántalo y las murallas chinas.

Ese dedo que roza las costas caribeñas,
los altos de Txapala, las selvas intrincadas
y las taigas inmensas del bosque siberiano.
Ese dedo que cruza las montañas rifeñas,
el curso del Danúbio y las cumbres nevadas...
y hace del mapamundi la sombra de mi mano.

Poemas y poetas españoles

Pedro Jesús de la Peña: La Zarza de Moisés (La muerte de Dios)

Medito a veces al recordarte vivo
sobre la cruel naturaleza de la muerte.
Seis años ya, y aún permanece tu rostro
sereno y sonriente en la fotografía
que adorna mi despacho.

Nada ha desmenuzado esa sabia apariencia
de la felicidad de un fugitivo instante.
Al contrario, más feliz cada día pareces
al mirarte eterno en la caricia de tu rostro
que una mano filial sostiene como una patena
sostendría una forma sagrada.
Soy yo quien se devora y envejece.
Quien es la imagen misma de la infelicidad
al mirarte sereno, aceptando a la muerte
como quien bebe el trago de un cáliz sanguinario
y encuentra vino en él
y en él encuentra rosas.

Créeme que te envidio tanto como te quiero.
No he sabido templarme con tu misma paciencia,
no he sabido crecer insondable y secreto
a esa necia miseria del instante continuo.
La vida a mí me puede mientras tu te consagras
a la muerte. Y esa desolación de tu vacío
aumenta con los días en que me estás faltando
y el fervor de tu nombre me sangra entre los labios.

Los Iconos Perfectos (Ed. Hiperion. 2002).

Poemas y poetas españoles

Pedro Jesús de la Peña: La Zarza de Moisés (Normas novísimas)

La fiel caballería fue invitada,
casi en bloque, al gran baile de la duquesa rusa.

Al repicar del alba, los húsares y ulanos
se armaron confiados para la cruenta lucha.
Coraceros y dragones les envolvieron por sorpresa
en una escaramuza sagaz como la niebla.

Relinchaban los potros, y en la extensa llanura
retumbaba el zumbido de cascos y metralla.

Entrechocaban los aceros, los sables relucían,
y el cornetín, sangrante, llamó a la retirada
cuando murió el alférez portando el necio trapo.

Un montón de gusanos quedó sobre el terreno
de uniformes raídos y empapados de barro.

Poemas y poetas españoles

Pedro Jesús de la Peña: La Zarza de Moisés

Aquí tuve la fiebre.
Grandes selvas se extienden ante mí:
eran zarzas y ardían,
eran ardiente espino, pero no se quemaban.

Yo conocí estos templos en toda su pujanza,
conocí el santuario con doscientas vestales,
las ofrendas magníficas y las túnicas blancas
que daban un sonido de timbal y trompetas
a todo el escenario.
Hoy no creo en los templos triunfadores y firmes,
ni en el pulso arrogante o en la mirada altiva.

Por eso hice mi ley de beleño y mandrágora,
mi ley que quema y arde pero no se consume,
que sojuzgan los reyes y canta en los grilletes
que ahoga el poderoso en la bañera férrea...
y escapa con la espuma del jabón adherida.

No creáis nunca más en los altos principios.
Esta es mi única ley: El sueño es libertad.
Arder en él, es vida.

Poemas y poetas españoles

Pedro Jesús de la Peña: La Zarza de Moisés (Primer Dolor)

Alégrate de las heridas hondas:
Si la pala penetra
profundamente
en las aguas,
mayor es el impulso

Poemas cortosPoemas y poetas españoles

Pedro Jesús de la Peña: La Zarza de Moisés (La soledad constante)

(A Víctor Hugo)

Si uno sólo quedara, ése quisiera ser:
porque el discernimiento hace grande lo grande
y sólo en el orgullo es posible lo bello.
Deslizarse en el tiempo como leño en el agua,
subir por la cascada que desovan los puentes
y abrirme en un abismo: oscura flor proterva
a quien nadie reclama, que todo desconoce...
Desconocer mis ojos si ojos tales tuviera
(porque ni de mí mismo la confianza quiero).
Y elegir el fracaso: la pasión por la fuerza
que se siente segura, porque es fuerza de nadie.

De(S)Apariciones ( l994)

Poemas y poetas españoles

Pedro Jesús de la Peña: La Zarza de Moisés (A tientas)

En las tinieblas de la Humanidad
algunas luces encendidas:
La luz de Buda, la de Cristo,
el soñador Platón y el místico Averroes,
San Francisco de Asís, nuestro San Juan,
el sublime Quijote, el príncipe Bolkonski,
San Oppenheimer y San Bertrand Russell
y algunos pocos más.

Son claros en el bosque,
son dioses derrotados, aunque vivos,
son rayos de fulgor en los días de niebla,
son la esperanza incierta
que nos sostiene aún.
Pero el mundo se encierra tras tristes nubarrones.
A tientas va la vida evitando caerse
a un abismo más hondo que la incredulidad.

Cuando ya hemos perdido todas las esperanzas
y de nada nos sirven ni Bakunin ni Trostki
¿En qué creer entonces en las horas difíciles?
¿Qué profeta esperamos?
¿Qué Mesías vendrá a redimir las culpas?

Los Dioses Derrotados (Ed. Visor, 2000)

Poemas y poetas españoles

La Zarza de Moisés ( Vaciando la casa de los muertos): Poema de Pedro Jesús de la Peña en español fácil de leer

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz