Temas Poetas

José María Eguren

Poemas de José María Eguren para leer.

José María Eguren: Lied III

En la costa brava
Suena la campana,
Llamando a los antiguos
Bajales sumergidos.
Y como tamiz celeste
Y el luminar de hielo,
Pasan tristemente
Los bajales muertos.
Carcomidos, flavos,
Se acercan bajando...
Y por las luces dejan
Oscuras estelas.
Con su lenguaje incierto,
Parece que sollozan,
A la voz de invierno,
Preterida historia.
En la costa brava
Suena la campana
Y se vuelven las naves
Al panteón de los mares.

Poemas cortosPoemas y poetas peruanos

José María Eguren: Lied IV

La noche pasaba, ,
y al terror de las nébulas, sus ojos
inefables reían de tristeza.

La muda palabra
en la mansión culpable se veía,
como del Dios antiguo la sentencia.

La funesta falta
descubrieron los canes, olfareando
en el viento la sombra de la muerta.

La bella cantaba,
y el florete durmióse en la armería
sangrando la piedad de la inocencia.

Poemas cortosPoemas y poetas peruanos

José María Eguren: Lied V

La canción del adormido cielo
Dejó dulces pesares;
yo quisiera dar vida a esa canción
que tiene tanto de ti.

Ha caído la tarde sobre el musgo
del cerco inglés,
con aire de otro tiempo musical.

El murmurio de la última fiesta
ha dejado colores tristes y suaves
cual de primaveras oscuras
y listones perlinos.

Y las dolidas notas
han traído la melancolía
de las sombras galantes
al dar sus adioses sobre la playa.

La celestía de tus ojos dulces
tiene un pesar de canto,
que el alma nunca olvidará.

El ángel de los sueños te ha besado
para dejarte amor sentido y musical
y cuyos sones de tristeza
llegan al alma mía,
como celestes miradas
en esta niebla de profunda soledad.

¡Es la canción simbólica
como un jazmín de sueño,
que tuviera tus ojos y tu corazón!
¡Yo quisiera dar vida a esta canción!

Poemas y poetas peruanos

José María Eguren: Marcha fúnebre de una marionette

Suena trompa del infante con aguda melodía...
la farándula ha llegado de la reina Fantasía;
y en las luces otoñales se levanta plañidera
la carroza delantera.
Pasan luego, a la sordina, peregrinos y lacayos
y con sus caparazones los acéfalos caballos;
va en azul melancolía
la muñeca. ¡No hagáis ruido!;
se diría, se diría
que la pobre se ha dormido.
Vienen túmidos y erguidos palaciegos borgoñones
y los siguen arlequines con estrechos pantalones.
Ya monótona en litera
va la reina de madera;
y Paquita siente anhelo de reír y de bailar,
flotó breve la cadencia de la murria y la añoranza;
suena el pífano campestre con los aires de la danza.
¡Pobre, pobre marionette que la van a sepultar!
Con silente poesía
va un grotesco Rey de Hungría
y lo siguen los alanos;
así toda la jauría
con los viejos cortesanos.
Y en tristor a la distancia
vuelan goces de la infancia,
los amores incipientes, los que nunca han de durar.
¡Pobrecita la muñeca que la van a sepultar!
Melancólico un zorcico se prolonga en la mañana,
la penumbra se difunde por el monte y la llanura,
marionette deliciosa va a llegar a la temprana
sepultura.
En la trocha aúlla el lobo
cuando gime el melodioso paro bobo.
Tembló el cuerno de la infancia con aguda melodía
y la dicha tempranera a la tumba llega ahora
con funesta poesía
y Paquita danza y llora.

Poemas y poetas peruanos

José María Eguren: La muerta de marfil

Contemplé, en la mañana,
la tumba de una niña;
en el sauce lloroso gemía tramontana,
desolando la amena, brilladora campiña.
Desde el túmulo frío, de verdes oquedades,
volaba el pensamiento
hacia la núbil áurea, bella de otras edades,
ceñida de contento.
Al ver oscuras flores,
libélulas moradas, junto a la losa abierta,
pensé en el jardín claro, en el jardín de amores,
de la beldad despierta.
Como sombría nube, al ver la tumba rara,
de un fluvión mortecino en la arena y el hielo,
pensé en la rubia aurora de juventud que amara
la niña, flor de cielo.
Por el lloroso sauce, lilial música de ella,
modula el aura sola en el panteón de olvido.
Murió canora y bella;
y están sus restos blancos como el marfil pulido.

Poemas y poetas peruanos

José María Eguren: Los muertos

Los nevados muertos,
bajo triste cielo,
van por la avenida
doliente que nunca termina.

Van con mustias formas
entre las auras silenciosas:
y de la muerte dan el frío
a sauces y lirios.

Lentos brillan blancos
por el camino desolado;
y añoran las fiestas del día
y los amores de la vida.

Al caminar, los muertos una
esperanza buscan:
y miran sólo la guadaña,
la triste sombra ensimismada.

En yerma noche de las brumas
y en el penar y la pavura,
van los lejanos caminantes
por la avenida interminable.

Poemas y poetas peruanos

José María Eguren: La niña de la lámpara azzul

En el pasadizo nebuloso
cual mágico sueño de Estambul,
su perfil presenta destelloso
la niña de la lámpara azul.

Ágil y risueña se insinúa,
y su llama seductora brilla,
tiembla en su caballo la garúa
de la playa de la maravilla.

Con voz infantil y melodiosa
con fresco aroma de abedul,
habla de una vida milagrosa
la niña de la lámpara azul.

Con cálidos ojos de dulzura
y besos de amor matutino,
me ofrece la bella criatura
un mágico y celeste camino.

De encantación en un derroche,
hiende leda, vaporoso tul;
y me guía a través de la noche
la niña de la lámpara azul.

Poemas y poetas peruanos

José María Eguren: Nocturno

De Occidente la luz matizada
Se borra, se borra;
En el fondo del valle se inclina
La pálido sombra.

Los insectos que pasan la bruma
se mecen y flotan,
y en su largo mareo golpean
las húmedas hojas.

Por el tronco ya sube, ya sube
La nítida tropa
De las larvas que, en ramas desnudas,
Se acuestan medrosas.

En las ramas de fusca alameda
Que ciñen las rocas,
Bengalíes se mecen dormidos,
Soñando sus trovas.

Ya descansan los rubios silvanos
Que en punas y costas,
Con sus besos las blancas mejillas
Abrazan y doran.

En el lecho mullido la inquieta
Fanciulla reposa,
y muy grave su dulce, risueño
semblante se torna.

Que así viene la noche trayendo
Sus causas ignotas;
Así envuelve con mística niebla
Las ánimas todas.

Y las cosas, los hombres domina
La parda señora,
De brumosos cabellos flotantes
Y negra corona.

Poemas y poetas peruanos

José María Eguren: La pensativa

En los jardines otoñales,
bajo palmeras virginales,
miré pasar muda y esquiva
la Pensativa.

La vi en azul de la mañana,
Con su mirada tan lejana;
Que en el misterio se perdía
De la borrosa celestía.

La vi en rosados barandales
Donde lucía sus briales;
Y su faz bella vespertina
Era un pesar en la neblina...

Luego marchaba silenciosa
A la penumbra candorosa;
Y un triste orgullo la encendía,
¿Qué pensaría?

¡Oh su semblante nacarado
Con la inocencia y el pecado!
¡oh, sus miradas peregrinas
de las llanuras mortecinas!

Era beldad hechizadora;
Era el dolor que nunca llora;
¿Sin la virtud y la ironía
Qué sentiría?

En la serena madrugada,
La vi volver apesarada,
Rumbo al poniente, muda, esquiva
¡La Pensativa!

Poemas y poetas peruanos

José María Eguren: Reverie

Y soñé, de un templete bajaban
dos dulces bellezas matinales;
y oí melancólicas hablaban
de las nobles dichas forestales.
Las vi. en el blasón de la poterna
azulinas y casi borradas
despierto años después, la cisterna
las mecía medio retratadas.
Y al fin las divisé. lastimosas
por los caminos y por las abras;
y hablaban las bellas melodiosas;
pero no se oían sus palabras.
Así, su memoria me traía
las baladas de Mendelssohn claras;
pero ni Beethoven poseía
la tristísima luz de esas caras.

Poemas y poetas peruanos

José María Eguren: Los reyes rojos

Desde la aurora
combaten dos reyes rojos,
con lanza de oro.

Por verde bosque
y en los purpurinos cerros
vibra su ceño.

Falcones reyes
batallan en lejanías
de oro azulinas.

Por la luz cadmio
airadas se ven pequeñas
sus formas negras.

Viene la noche
y firmes combaten foscos
los reyes rojos.

Poemas cortosPoemas y poetas peruanos

José María Eguren: La ronda de espadas

Por las avenidas
de miedo cercadas,
brilla en la noche de azules oscuros,
la ronda de espadas.

Duermen los postigos,
las viejas aldabas;
y se escuchan borrosas de canes
las músicas bravas.

Ya los extramuros
y las arruinadas
callejuelas, vibrante ha pasado
la ronda de espadas.

Y en los cafetines
que el humo amortaja,
al sentirla el tahúr de la noche,
cierra la baraja.

Por las avenidas
morunas, talladas,
viene lenta, sonora, creciente
la ronda de espadas.

Tras las celosías,
esperan las damas,
paladines que traigan de amores
las puntas de llamas.

Bajo los balcones
do están encantadas,
se detiene con súbito ruido
la ronda de espadas.

Tristísima noche
de nubes extrañas:
jay, de acero las hojas lucientes
se toman guadañas!

¡Tristísima noche
de las encantadas!

Poemas y poetas peruanos

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz