Poemas de Harold Alvarado Tenorio para leer.
Para Raúl Lecuona Rodríguez
Vagos, son ya, los rostros de su rostro
vaga, también, la forma de sus manos
lejos, está, su aliento de mi boca
su pequeña estatura
sus quince años
Sólo un ayer ocupa mi memoria
nuestro pequeño amor
nuestro pequeño mes
hace diez lunas
De repente
en la alta noche
tus ojos, de púrpura vestidos,
tus labios
labios de un amor apresurado
tus largos brazos
brazos de inolvidable carnadura
aparecen
¡Cuanto he perdido buen Dios
Cuanto he perdido!
Bajo el arduo sopor del mediodía
Vuelvo y veo tus ojos, esa noche.
Al volver abriste la puerta
y para verme mejor preguntaste la hora:
eran la una y cuarto.
Tu cuerpo exigía otro cuerpo.
Y eso obtuviste.
Poemas cortosPoemas y poetas colombianos
Un día preguntaron qué deseaba
y le trajeron aquella que había perdido en su juventud.
Después de siete lunas y siete sonrisas
un hueso de uva
le separó de sus brazos
de su perfume
y sus ajorcas.
Poemas cortosPoemas y poetas colombianos
De cada noche que vivimos
recuerdo implacable tus caderas.
Como nunca, nadie
ofreció iguales placeres.
Como nunca, nadie
extrajo de mí la vida.
Dicen que ahora otro,
tan alto como yo,
complace tus caprichos
y los de tus padres.
Soy sólo un escribano
y debo componer
tres mil caracteres cada día.
Apenas sirvo para dar placer.
Poemas cortosPoemas y poetas colombianos
Yo Taliesin
vasallo de antiguos reyes
en un oscuro patio inglés
he conocido las voces
y el grito de los puñales.
Yo
Taliesin
el más alto
el más rubio.
Poemas cortosPoemas y poetas colombianos
La tarde va cayendo en su gris
y uno que otro disparo de fusil o revólver
recuerda que estás en tu país de muertos.
Alguien volverá a llamar esta tarde,
alguien sin esperanza.
Que la tarde muera como mueres hoy
en el silencio del primer día de un año
como tantos otros del pasado
Poemas cortosPoemas y poetas colombianos
Nada fue fácil para él.
Nada difícil.
El tiempo dispuso para su corazón
buenas y malas tardes
hasta cuando sufrió el desdén,
la frialdad, la escasez de una mirada.
Se duele el hombre en lo que ama
se duele la mujer.
Los tiempos han dispuesto
buenas o malas tardes.
Poemas cortosPoemas y poetas colombianos
Esta mañana he visto una España Imperial
desconocida, no imaginada por Felipe Segundo.
Hernán Cortés supo que fundaba en Tenochtitlán,
la Nueva España, la única heredera
de Isabel y Fernando.
La inmortal y corrupta España vive en México
y el zócalo es su espejo y memoria.
Detente aquí
y mira cómo la voluntad de un hombre
pudo tejer un sueño que hoy rasgan otros
en su propia tierra.
Mira la mole de la catedral,
mira la dilatada plaza,
el suntuoso palacio
y la espléndida casa de empeño.
Antes de partir recorre los signos del tiempo.
Unos hombres ofrecen, al lado de la catedral,
los más antiguos y perdurables oficios:
cerrajero, fontanero, zapatero, soldador, adivino
Confirmando al extremeño
cómo su obra no ha sido exterminada.