Poemas de Carlota Caulfield para leer.
Sobre el poeta Carlota Caulfield [occultar]
Carlota Caulfield sigue siendo una figura clave para entender la poesía hispanoamericana contemporánea, especialmente la escrita desde el exilio. Su obra, aunque poco difundida en medios masivos, es valorada por críticos y lectores exigentes.
Dos amantes caminan por un muro húmedo
y aparece frente a ellos una ciudad.
Suave es el animal que abre su mirar,
disuelve su respiración
y se desnuda entre espacios sin límites.
-Te dejaré pacer en mis mejillas,
mientras una gota de agua fresca trae consigo
un olor a este mismo instante.
Poemas cortosPoemas y poetas cubanos
En el cuadro hay un niño sonámbulo, pero no se puede
saber si camina o vuela. El movimiento de la retina
no quiere terminar el juego de lo que reposa o se alza.
El hilo de luz crea una transparencia en la mano que hace
ver su anillo. Parmigianino es capaz de refractarse.
En el cuadro hay una niña sonámbula,
pero no se puede saber si camina o vuela.
Convergencias. Fluir desde el riesgo de una mañana
anónima. Los niños entran en la cámara lúcida y se
dan la mano. Un día nos veremos al otro lado del
prisma, abriéndonos caminos en territorios lúdicos.
Habítame en ellos.
Del castillo feudal y sus zozobras,
hago arpa, laúd y guitarra,
y subo a la torre
en el puente levadizo
de tu bellísimo vientre.
Describo tus ojos,
el arco de tus cejas.
Toco tu mirada,
presiento tu boca,
y tu sonrisa estalla
en mis brazos,
sobre tu talle estrecho.
¿Hay mayor placer
que una caricia
de tus dedos largos
en la embriaguez
de mi jardín alborozado?
Poemas cortosPoemas y poetas cubanos
¡Que Dios castigue con toda clase de castigos a esa
mujer que en este mismo instante posee aquello que me
es más querido en este siglo XVI! Maldigo las noches
y todos los instantes que pasas en otros brazos que no
son los míos. Malditos sean los besos y todos los actos
que me causan tanto dolor. Dios mío, dame paciencia.
No hay nada que yo pueda hacer.
Poemas cortosPoemas y poetas cubanos
Padre, si usted fuera mujer
entendería las razones
y no me haría decir tantas avemarías
Padre, ¿no se da cuenta?
mi castigo de ahora
es libertad en el siglo XX.
Poemas cortosPoemas y poetas cubanos
En una tinaja
escondo el quipú
con la historia
y los sonidos
de nuestros besos.
Querido mio,
Guarda bien la cinta de mi talle.
Piensa en mi pelo y en sus adornos.
Yo pienso en ti y te aseguro
que muy prontico sobornaré a mamaogro
para seguir tejiendo de colores tu cuerpo a mi cuerpo.
(Para Abraham)
Poemas cortosPoemas y poetas cubanos
Nanna le dice a Pippa
que
nuestra prudencia es
un teatro de cartón
lleno de memorias
que nos regala Giulio Camillo.
En tus transformaciones
hoy me pareces un ready-made
y ayer una hoja en blanco
a punto de ser escrita por muchas plumas.
Pietro Aretino me ha dicho, y hablo de 1548,
que te vio cerca de la iglesia de San Juan.
Poemas cortosPoemas y poetas cubanos
En el llamado Libro de Cocina, códice V, de la Universidad de Pisa, leí una receta verdaderamente curiosa titulada «Anónimo deseado». No me es permitido reproducir la receta, sólo puedo decir que metí ls manos en una pasta fría y que trabajé con la imaginación hasta ver las cosas más curiosas y encantadoras de varios mundos. Sólo de pensar en la receta me pongo a punto de miel y me desmenuzo como tórtola con tres garras de halcón más cien gramos de canela, y un gramo de pimienta negra. Me pongo en una ollita, hasta estar bien cocida y...
Poemas de AmorPoemas y poetas cubanos
Antonio de mis amores
alcanzo el punto central de la Rueda.
Recorro la síntesis de una noche
contigo desnudo en mis brazos:
¡Que muera el Rey!
Hablemos de política,
destruyamos las convenciones
y amémonos, que el tiempo es poco.
Vuela la paloma
sobre mi recinto de sombras.
Mi ojo izquierdo sigue siendo
el décimo arcano del Tarot.
El último arazo
de mi vida mortal
tiene una túnica naranja.
¿Quién dijo aquello de
Post coitum, animal triste?
A mí me llaman Eboli, la profeta.
I
Foyer et Enfant
El vino de l'impalliata
se fermenta con membrillo
y despide penetrante aroma
de almizcle.
La pelusa cenicienta de mi vientre
se espiga y late
a los sones de tu risa estrepitosa.
Tengo vida en mi ser:
mi criatura es dueña,
y yo soy casa, alimento y vestido:
cassoni mitológico
de Giorgione.
II
Zoccoli, esos zapatos tan altos, tan altos...
Entre el buen sentido
y la extravagancia,
prefiero el placer
de alcanzar tu boca.
III
Florencia, siglo XVI
Asciendo al centro de la cúpula
con el fruto maravilloso
entre mis dientes.
Tu cabello rubio y rizado
es mi punto de partida
en este saut du petit cheval,
salto musical que esquiva
a la raza de los envidiosos.
Nuestra risa es un juguete
vagabundo y hablador.
miel en todos los panes
miel en todas las bocas
miel en ti, amado mío,
con una pizca de canela,
y una cucharadita de vainilla.
Poemas cortosPoemas cortos de AmorPoemas de AmorPoemas y poetas cubanos
¿Sabes que soy muy pesada de manos? Me gusta
pegar; creo que acaricio y dejo una mancha. Las mu-
chachas que viven conmigo dicen que mis palomas
(las manos) son en verdad gavilanes...
(Carta de Gabriela Mistral a Manuel Magallanes)
Manuel, esta es mi carta XXVI
y sigo disfrutando este hablarte.
Me hubiera gustado ver la tarde contigo
y ser dichosa y tener paz y quererte.