Temas Poetas

Poemas y poetas cubanos

María Eugenia Caseiro: Abandono

[a]
En medio el corazón que ya no cuenta
duermevela
el tiempo tiempo tiempo…
camina sin pesquisa imaginable.
[b]
Me lleno, te lleno
de verdes sin reposo
tengo
cuajado tanto espacio tengo
el paladar cansado de tu huida
de mi huida: nuestra.
[c]
En tus manos abandono el sonido
la barahúnda del orden que padezco
padeces, padecemos
limpios calzados olorosos
calabazas dulces y zumbonas allá
donde hallar lo que no tengo
lo que no tienes, no tenemos
vuelapétalo de espejos
[d]
al norte norte, puro norte de tu espacio
mío, tuyo, nuestro enrollado
madeja de aire y mundo
en un pozo debajo de la cama
[e]
alma tuya yo mi alma mimada que no fue de ti
deja lagunas
bruma fango polvo
pobre araña en el abrigo tan tarde renuncia
sin tejer amigos a quien no merece
-de no llevar los ojos puestos-
ser.

Poemas y poetas cubanos

Agustín Labrada Aguilera: Me abraza entre sus cuervos la llovizna

Hay este jueves en mi sangre un retorno
al almendro en cuyas hojas
aún fondean sin mí las carabelas,
la Virgen sobre el agua,
reverdecidos campos como un muerto.

El milenio ya oxida
aquel velamen de lomas y adoquines,
y al sentir tal penumbra
me abraza entre sus cuervos la llovizna.

Allá siguen los míos demarcando su lienzo,
saben que si resbalan
no los va a sostener ninguna estrella,
y cuando caiga el frío
tendrán sólo sus huesos para armar el tejado.

Una marea de patos interroga al otoño,
su heredad es el aire
y al expandirse ven cánticos y fogatas,
cerrados para mí con sus marfiles.

Hay este jueves en la sangre un eclipse.
La letanía de un blues
augura que en cada despedida
bailarán en mi almendro un haz de peces
y los niños ahogados que iban al Paraíso.

Poemas y poetas cubanos

El abrazo: Poema de José Lezama Lima en español fácil de leer

Nicolás Guillén: EL ABUELO

Esta mujer angélica de ojos septentrionales,
que vive atenta al ritmo de su sangre europea,
ignora que lo hondo de ese ritmo golpea
un negro al parche duro de roncos atabales.

Bajo la línea escueta de su nariz aguda,
la boca, en fino trazo, traza una raya breve,
y no hay cuervo que manche la solitaria nieve
de su carne, que fulge temblorosa y desnuda.

¡Ah, mi señora! Mírate las venas misteriosas;
boga en el agua viva que allá dentro te fluye,
y ve pasando lirios, nelumbios, lotos, rosas;

que ya verás, inquieta, junto a la fresca orilla
la dulce sombra oscura del abuelo que huye,
el que rizó por siempre tu cabeza amarilla.

Poemas y poetas cubanos

Abuso de confianza: Poema de Ángel Escobar en español fácil de leer

Acerca del instante y el espacio (o del ser entendido como transparencia): Poema de Rogelio Saunders en español fácil de leer

Agustín Labrada Aguilera: Si se acercara el fin

Junto al cementerio toca una banda municipal,
las efigies de sus músicos
labran una oración bajo la arena
y en sus notas se fugan los domingos.

Si lloviese, la cruz sería culpable.
Si pasara un murciélago
y se acercara el fin,
ninguno de nosotros hurgaría en sus ruinas.

Entonces, ¿por qué negar el testimonio
de esos seres que aplauden
como si tañeran la única certidumbre?

Has sentido de golpe cómo pasan las horas,
ya nada probará cuanto has vivido.
Desunes estos naipes en que lo cuentas todo
y aún te aguardarán,
antes de ser la arena donde tocan los músicos.

Poemas y poetas cubanos

José Kozer: Me acerqué a la ventana contemplé un canal de aguas

Me acerqué a la ventana contemplé un canal de aguas pensé en el salto del
delfín: una garza posándose en las marismas.

Estas aves se nutren de mariscos minúsculos.
vuelan procrean nutriéndose de unos mariscos del tamaño
de la punta de mis dedo6.
eso es de Dios? ¿Eso, de Dios? Quemé (muy adentro) los números.

Poemas cortosPoemas y poetas cubanos

José Ángel Buesa: Te acordarás

Te acordarás un día de aquel amante extraño
que te beso en la frente para no hacerte daño.

Aquel que iba en la sombra con la mano vacía,
porque te quiso tanto que no te lo decía.

Aquel amante loco que era como un amigo
y que se fue con otra para soñar contigo

Te acordarás un día de aquel extraño amante,
profesor de horas lentas, con alma de estudiante.

Aquel hombre lejano que volvió del olvido
solo para quererte como nadie ha querido.

Aquel que fue ceniza de todas las hogueras
y te cubrió de rosas sin que tu lo supieras.

Te acordarás un día del hombre indiferente
que en las tardes de lluvia te besaba en la frente,

Viajero silencioso de las noches de estío
que sembraba en la arena su corazón tardío.

Te acordarás un día de aquel hombre lejano,
del que más te ha querido porque te quiso en vano.

Quizás así de pronto te acordarás un día
de aquel hombre que a veces callaba y sonreía.

Tu rosal preferido se secará en el huerto
como para decirte que aquel hombre se ha muerto.

El andará en la sombra con su sonrisa triste
y únicamente entonces sabrás que lo quisiste.

Poemas y poetas cubanos

Severo Sarduy: No acudas a linimento

No acudas a linimento,
alcanfor, miel o saliva,
que atenúen el momento
de más ardor. No se esquiva
con ardid, ni se deriva
esa quema: se convierte
en su contrario. Divierte
el placer así obtenido
por el sendero invertido:
más vida cuanto más muerte

Poemas cortosPoemas y poetas cubanos

Virgilio López Lemus: Ad infinitum

Una rosa es una mano es una rosa
es una linfa es una isla es una
luna es una nube que viene en la tormenta.

Una tormenta es el otoño es el verano
es la infancia es el desaste es el viento
que arrastra consigo las nubes y las islas.

Una isla es una rosa es una mano
es una patria es una manta voladora
es un cristal hecho del polvo de la arena.

Una rosa es una ciega y soterrada
fantasía hecha al borde histérico
de un sueño al mediodía.

Una mano es una rosa es un silencio
moviéndose en medio de tormentas,
es una rueca es la luna son las nubes
y las islas y el sueño y el cuerpo adolorido
del día, del día radiante, una rosa es una mano
es una nube, es una isla...

Poemas y poetas cubanos

Ángel Escobar: Adela en la siesta

Por ahí viene el calor. Doblándose en los postes
cae su pergamino de oro.
Viene huyéndole a los gritos que el mar suelta, solo, de pie en la costa de Cojímar.
Adela entra en la siesta.
El verano se le para en los párpados de leche
y le exprime un limón maduro
entre los pechos.
Se recuesta en la pelvis, lame los muslos
de agua. Como un gato
conoce los tobillos
y abre en el cuello aquel su cola lloviznada.

Pero cuando parece que va a alcanzar la sangre
el cardo blanco,
cuando casi peligra el corazón
y pensamos que va astillarse el sueño,
vienen la brisa, el verde, la sombra de los bosques,
y en la frente de Adela se vuelven aceitunas,
le recorren el cuerpo, se desatan,
mientras, en la tarde callada,
pájaros sucesivos van volando.

Poemas y poetas cubanos

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz