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Agustín Labrada Aguilera

Agustín Labrada Aguilera

Poemas de Agustín Labrada Aguilera para leer.

Agustín Labrada Aguilera: Me abraza entre sus cuervos la llovizna

Hay este jueves en mi sangre un retorno
al almendro en cuyas hojas
aún fondean sin mí las carabelas,
la Virgen sobre el agua,
reverdecidos campos como un muerto.

El milenio ya oxida
aquel velamen de lomas y adoquines,
y al sentir tal penumbra
me abraza entre sus cuervos la llovizna.

Allá siguen los míos demarcando su lienzo,
saben que si resbalan
no los va a sostener ninguna estrella,
y cuando caiga el frío
tendrán sólo sus huesos para armar el tejado.

Una marea de patos interroga al otoño,
su heredad es el aire
y al expandirse ven cánticos y fogatas,
cerrados para mí con sus marfiles.

Hay este jueves en la sangre un eclipse.
La letanía de un blues
augura que en cada despedida
bailarán en mi almendro un haz de peces
y los niños ahogados que iban al Paraíso.

Poemas y poetas cubanos

Agustín Labrada Aguilera: Si se acercara el fin

Junto al cementerio toca una banda municipal,
las efigies de sus músicos
labran una oración bajo la arena
y en sus notas se fugan los domingos.

Si lloviese, la cruz sería culpable.
Si pasara un murciélago
y se acercara el fin,
ninguno de nosotros hurgaría en sus ruinas.

Entonces, ¿por qué negar el testimonio
de esos seres que aplauden
como si tañeran la única certidumbre?

Has sentido de golpe cómo pasan las horas,
ya nada probará cuanto has vivido.
Desunes estos naipes en que lo cuentas todo
y aún te aguardarán,
antes de ser la arena donde tocan los músicos.

Poemas y poetas cubanos

Agustín Labrada Aguilera: Alucinantes muros

Entre mi padre y yo está la guerra,
aunque a veces las balas sean este silencio,
un silencio que hiere
y levanta arrecifes con dragones,
mentiras herrumbrosas, alucinantes muros.

Cuando mis armas eran la inocencia,
año tras año fui
enumerando su demonios
hasta armarle una cruz para cada arponazo.

Ahora que la inocencia es un remo invisible,
descubro en mí demonios de mi padre
y la guerra renace como un lobo
que ha visto entre sus uñas
dos sables siempre grises condenados a muerte.

Poemas y poetas cubanos

Agustín Labrada Aguilera: Antes veía los astros

Detrás de nuestros vidrios todos acertamos
la doble faz de las épocas.
Pienso en el destierro dentro del mismo anillo,
la reconciliación que siempre nos visita
cuando ya hemos soterrado la confianza.

Antes veía los astros en las caras vecinas
y aquello que nombré alegría
era una tela que no logró velar su gran miedo.
También yo tuve miedo a la costumbre,
sólo pulsé mi audacia
y murmuré en blanco y negro imágenes de lo perdido.

Jamás aprenderemos que perder
es regresar en la neblina a los orígenes.

Ya arriesgué lo más puro,
no festejo los remordimientos,
no quiero traicionarme frente a tanto infinito,
quizá sea el extranjero que no encuentra su casa.

Poemas y poetas cubanos

Agustín Labrada Aguilera: Así justificamos el terror

Uno se bebe el cielo cuando atardecen las ciudades, se desliga del mito y tensa otra figuración de la anarquía, que nos fragmenta al delinear la identidad en Juan o Pablo, el norte o el oeste. ¿Qué pensarán los otros cadáveres del mío?, si vamos camino a una densa estocada al trasegar los imperios que nos signa el espíritu, el peso de sus bajas profecías. Así justificamos el terror de trascender la oscuridad vivida, en bodas que traducen en cada lid algún significado: son muy breves las semanas del hombre.

Poemas y poetas cubanos

Agustín Labrada Aguilera: Qué brújula del diablo

Cuando se llega por fin a lo soñado,
abatido bajo el polvo de esos mundos,
tiende a abismarse nuestra sed
si no hay misterio.
Volvemos peregrinos de nosotros
transfigurando la vasta lejanía.

El lobo nos protege en la tormenta,
la paloma nos oculta el camino,
el lobo y la paloma trastruecan sus dardos
y en una seña se diluyen.

(Embruja el talismán tanta certeza.)

Muy poco se eterniza,
las costas se oscurecen,
los meses murmuran el designio
que anunciaron los muertos.

¿Qué brújula del diablo nos convoca?

Poemas y poetas cubanos

Agustín Labrada Aguilera: Círculo y utopía

De falda en falda se trenza nuestra huida,
porque la libertad
se alisa con el miedo,
y muy contados hombres
podrían sostenerla entre sus cardos.

De la madre a la novia,
de la esposa a la amante,
de la amiga a la muerte,
buscamos esa hoguera que nos ata
todo un enorme siglo hasta el otro derrumbe.

Círculo y utopía,
¿dónde hay mayor oscuridad,
en la mesa sagrada o en la ciega aventura?
Ninguna flor nos gusta,
añoramos una seda inaccesible.

Nostálgicos, ansiosos,
no encontraremos nunca la caverna
-con su llama feliz-
ni un prado que nos baste
para saciar los sueños y morirnos.

Poemas y poetas cubanos

Agustín Labrada Aguilera: Di nombre a un astro

Di nombre a un astro
y oscureció mi pez como ese lirio,
negro para su estirpe,
frágil ante los soles,
borrado en el desierto por la luna.

Morirá una cigüeña,
si permito volar frente a este muelle
cuerpos y mares
que no navegaré,
cuando sean deseados y no vuelvan sus olas.

Doy mi pecho a las dagas
si arrastro a los demás hacia el naufragio
y pago cada reino
(su ballet y su pólvora)
sin atarme al verdor de una sola aventura.

Pero los epitafios
no rozarán mi sangre con su arena
mientras cruce el perfume
que refugia en sus alas
el placer insondable del más profundo estío.

Poemas y poetas cubanos

Agustín Labrada Aguilera: Espadas insaciables

Flotan sobre Itaca
toda mi oscuridad
y mi fulgor:
espadas insaciables
que me vencen y cantan.

Tras sus gaviotas,
la madrugada exilia
mi corazón,
y alcanzarlo no logro
ni en un eco de alba.

Tres mil navíos
se ahogan en sus barrancos,
en los recuerdos,
y me toca en la fiesta
una cifra de olvido.

Di qué serpientes
anudaron el cielo
del pueblo mío,
fragmentado en la mar,
desterrado en el tiempo.

Di qué oraciones
desgarraron su mapa,
qué proas confusas
partieron su arcoiris
en un duelo infinito.

Poemas y poetas cubanos

Agustín Labrada Aguilera: No existe más oasis que tu cuerpo

Mientras dura el relámpago,
ardemos lluviosos en su aroma
que ilumina tu cama
hasta volverla un bote,
donde está la pasión tras el diluvio.

Mientras dura el relámpago
-cuyas águilas roen nuestro ayer-,
somos bajo su lumbre
el cuchillo y la fruta
repitiendo un milagro en pos del alba.

Mientras dura el relámpago,
se deshace en un blues toda la niebla,
e inventamos un huerto
que también nevará
cuando muera la sangre en sus espigas.

Mientras dura el relámpago,
no existe más oasis que tu cuerpo,
un tango, un acordeón,
este abrazo profundo,
la certeza del agua que nos une.

Poemas y poetas cubanos

Agustín Labrada Aguilera: El fin de la avenida está en el sable

El fin de la avenida está en el sable de Calixto García, que a caballo se aquieta con la espuma. Yo lo contemplo acostado en el muro, que escinde la ciudad del universo, y alucino el jazz y las mujeres de aquellos trasatlánticos, apenas dibujados por sus luces.

Hace dos horas ardió un viñedo que una mujer y yo sembramos sin mucho corazón. Ahora estoy solo mirando al general tan lejos de su pueblo, que es el mío, cuyos bordes no lamen el océano sino la infinitud, el campo donde él también ardió siguiendo una bandera.

Le cifro mi secreto a un delfín que predice el día en forma de batalla y azulado como vuelo de danzón. Sé que así girará la rosa náutica, y en esa redondez que une las confusiones: le invade al general la desmemoria y comienza a nevar sobre mi enigma.

Poemas y poetas cubanos

Agustín Labrada Aguilera: Para una foto sepia

Desgarra un vals
las farolas del muelle
donde imagino:
mi madre en la pradera,
tras la línea del éxodo.

Bailando el vals,
sonríen a color
cinco italianas
para una foto sepia,
como son mis recuerdos.

Viví profundo
cuando todo soñaba,
sin sumergirme
en el rumor de estelas
que izan los alcatraces.

Me abismo así
bajo ese remolino,
en que se alía
con el remo y su espuma
la pasión del ancla.

Pudiera estar
ahora en Jerusalén
o en el Danubio,
seguro arrastraría
esta misma tristeza.

Poemas y poetas cubanos

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