Temas Poetas

Poemas y poetas nicaraguenses

Gioconda Belli: Abandonados

Tocamos la noche con las manos
escurriéndonos la oscuridad entre los dedos,
sobándola como la piel de una oveja negra.

Nos hemos abandonado al desamor,
al desgano de vivir colectando horas en el vacío,
en los días que se dejan pasar y se vuelven a repetir,
intrascendentes,
sin huellas, ni sol, ni explosiones radiantes de claridad.

Nos hemos abandonado dolorosamente a la soledad,
sintiendo la necesidad del amor por debajo de las uñas,
el hueco de un sacabocados en el pecho,
el recuerdo y el ruido como dentro de un caracol
que ha vivido ya demasiado en una pecera de ciudad
y apenas si lleva el eco del mar en su laberinto de concha.

¿Cómo volver a recapturar el tiempo?

¿Interponerle el cuerpo fuerte del deseo y la angustia,
hacerlo retroceder acobardado
por nuestra inquebrantable decisión?

Pero... quién sabe si podremos recapturar el momento
que perdimos.

Nadie puede predecir el pasado
cuando ya quizás no somos los mismos,
cuando ya quizás hemos olvidado
el nombre de la calle
donde
alguna vez
pudimos
encontrarnos.

Poemas y poetas nicaraguenses

Blanca Castellón: Abracadabra

Vuelvo a la punta
de una palabra tuya

cualquiera que rescate

lo que olvidé
de una copa derramada
en la piel de la esperanza

del humo de un cigarro
dibujando figuras suculentas
entre dos bocas

de todo aquello
que se va
que sube y baja
en lo íntimo del forcejeo

y el abracadabra
que abre sus puertas
al todo contra todo.

Poemas cortosPoemas y poetas nicaraguenses

Rubén Darío: Abrojos

Lloraba en mis brazos vestida de negro,
se oía el latido de su corazón,
cubríanle el cuello los rizos castaños
y toda temblaba de miedo y de amor.
¿Quién tuvo la culpa? La noche callada.
Ya iba a despedirme. Cuando dije «¡Adiós!»,
Ella, sollozando, se abrazó a mi pecho
bajo aquel ramaje del almendro en flor.
Velaron las nubes la pida luna...
Después, tristemente lloramos los dos.

¿Qué lloras? Lo comprendo.
Todo concluido está.
Pero no quiero verte,
alma mía, llorar.
Nuestro amor, siempre, siempre...
Nuestras bodas... jamás.
¿Quién es ese bandido
que se vino a robar
tu corona florida
y tu velo nupcial?
Mas no, no me lo digas,
no lo quiero escuchar.
Tu nombre es Inocencia
y el de él es Satanás.
Un abismo a tus plantas,
una mano procaz
que te empuja; tú ruedas,
y mientras tanto, va
el ángel de tu guarda
triste y solo a llorar.
Pero ¿por qué derramas
tantas lágrimas?... ¡Ah!
Sí, todo lo comprendo...
No, no me digas más.

Poemas de AmorPoemas de Amor de Ruben DarioPoemas y poetas nicaraguenses

Gioconda Belli: Acontecimientos

Estar como una ola
encrespada en el suave
murmullo de tu sangre.

Dormitar prendida de tus bordes
acurrrucado pelo derramado en tu hombro
sostenido en la caricia de tu mano.

Decir sin hablar
cosas dichas desde el principio,
desde el primer apareamiento de un hombre y
una mujer
que se descubren
descubriendo el mundo.

Ser este animalito dulce
que te busca con los ojos abiertos
y piensa que la vida es hermosa, intensa,
inesperadamente nueva.

Poemas y poetas nicaraguenses

Ernesto Cardenal: Acuarela

Los ranchos dorados cercados de cardos;
chanchos en las calles;
una rueda de carreta
junto a un rancho, un excusado en el patio,
una muchacha llenando su tinaja,
y el Momotombo
azul, detrás de los alegres calzones colgados
amarillos, blancos, rosados.

Poemas cortosPoemas y poetas nicaraguenses

Acuarela: Poema de Rubén Darío en español fácil de leer

Blanca Castellón: Adiós tristeza

Quiero que estrenes esta noche
la risa te regale en tu cumpleaños

-vamos-

suelta el lazo rojo
abre la caja de cristal
con fieltro al fondo

toma la risa y úntala en tu boca

yo sonaré
el manojo de llaves
agitaré el vaso
con monedas
de a centavo

vestiré las líneas de tu mano

enroscaré en mi cuello
tus huellas digitales

será una noche larga
y ancha como el río San Juan

al final como sorpresa
me abriré el corazón

para ahogar
en sangre
tu tristeza.

Poemas y poetas nicaraguenses

Ariel Montoya: Adorada

Las nubes pasan y vendrán a reemplazarlas otras. Escucho el trinar de los pájaros pintando los árboles con su aérea presencia. Por mi memoria pasan recuerdos de infancia, quizás rumores de pasos entrelazados taconeando sobre estas mismas piedras. El viento sopla, arrastrando un eco lejano de guitarra tocada al desgarre....la tarde cae lentamente, pronto los muelles del crepúsculo la ahogarán mientras tú, adorada niña apareces en medio de la calle con un manojo de trenzas echado a la espalda de tu uniforme de colegiala, engrandeciendo el paisaje. Sobreviviéndole.

Poemas y poetas nicaraguenses

Christian Santos: Aguas del río a mis pies

Sopla la brisa sobre mi cabeza.

Con flores y mariposas
viene el amor a mí.

Después que las flores han caído
las aguas del río
se tienden a mis pies.

Poemas cortosPoemas y poetas nicaraguenses

Gioconda Belli: Ah, Nicaragua

¡Ah, Nicaragua
vos sos mi hombre
con nombre de mujer!

Me gustás.
Me gustás en toda tu extensión de selva,
de valle y montaña.
Me gusta tu calor y cómo reverbera el sol en tus caminos.
Me gusta tu enorme pecho verde y erizado
donde oigo tronar magma y volcanes.
Me gusta el ruror que repira tu cielo
cuando llueve y empapa.
Me gusta esa manera en que me has poseído,
llenándome de grama, de dolor y de risa
de los pies hasta el pelo.

Estoy enamorada de vos,
perdidamente enamorada
y si te he dejado no es por mucho tiempo,
no es para olvidarme de limas y cadenas,
no es para olvidar lo que no hay que olvidar.

¡Yo estoy con vos, mi Nicaragua
mi hombre
con nombre de mujer.

Poemas y poetas nicaraguenses

Byron Espinoza: Ahora

Ahora
el tiempo nos amamanta
la luz florece en las entrañas
disipando laberintos.
Ahora
me dices cosas tan distintas
como el sol o la hormiga.

Ahora que la pureza de la sangre sigue siendo decisiva
el viento celebra en las aceras
el momento mágico
de tus manos
en las calles de mi rostro.

Poemas cortosPoemas y poetas nicaraguenses

Azarías Pallais: Ahora que estás iluminado

Ahora que estás iluminado
hueles tanto, que nunca las más perfectas rosas
supieron hasta dónde llega tu buen olor;
como la Magdalena, tus manos olorosas
ya tocan los fragantes pies de Nuestro Señor,
ahora que que estás iluminado.

Ahora que estás iluminado
es de cielo tu boca, son de gloria tus labios,
pues gustan en la mesa del reino. Tontería
el néctar de los dioses, el vino de los sabios
y las viandas insulsas de la teosofía,
ahora que estás iluminado.

Ahora que estás iluminado
tocas al Que nos toca divinamente. ¡Manos
más dichosas las tuyas!, tus manos tocadoras.
Tocas, estás tocando con tus dedos cercanos,
a Jesús, el Espejo sin mancha de las horas,
ahora que estás iluminado.

Poemas y poetas nicaraguenses

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz