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La poesía alemana ha dejado una huella profunda en la literatura universal, con poetas alemanes cuyas obras trascienden el tiempo. Desde el romanticismo hasta la modernidad, estos escritores han capturado emociones universales con su pluma.
Considerado uno de los grandes poetas del siglo XVIII, Johann Wolfgang von Goethe es una figura clave en la literatura alemana. Su obra Fausto y sus poemas de amor siguen inspirando a generaciones.
Friedrich Hölderlin fusionó la lírica con la profundidad filosófica. Sus versos, como los recopilados en Hiperion, exploran temas como la naturaleza y la existencia humana.
Entre los poetas alemanes más influyentes del siglo XX, Rainer Maria Rilke destacó con obras como Cartas a un joven poeta y poemas cortos de amor llenos de sensibilidad.
Con un estilo único que mezclaba romanticismo y crítica social, Heinrich Heine creó piezas memorables como Libro de los Cantares, influyendo en otros grandes poetas latinoamericanos.
Explora más sobre la poesía alemana y descubre cómo estos grandes poetas han moldeado la literatura mundial con sus versos inolvidables.
La silueta del cuerpo está oscura ante la turbia luz
de corridas persianas. Acostado, siento tu rostro vuelto hacia mí como una
imagen de la eucaristía.
Cuando te desprendiste de mis brazos, tu susurrar «tengo que irme», sólo
alcanzó los más lejanos portales de mi sueño.
Ahora veo tu mano como a través de un velo, cómo ligeramente pasa la blusa
blanca por los pechos. Las medias,
ahora, después la falda, el pelo recogido. Ya eres otra mujer, una extraña
ataviada para el mundo y el día.
Entreabro la puerta. Te beso. Te devuelves, mientras avanzas, un adiós. Y
te alejas.
Acostado de nuevo oigo cómo se pierde tu pisada suave por el hueco de las
escaleras,
vuelvo a estar encerrado en el aroma de tu cuerpo que, brotando de las
almohadas, cálidamente invade mis sentidos.
Amanece aún más. Las cortinas ondulan. Un viento joven y un sol temprano
quieren penetrar.
Se levantan los ruidos. Música del amanecer. Me duermo suavemente
arrullado por sueños matutinos.
Profundamente lo he sentido muchas veces, el alma de la joven
Para sí misma no nació, sól0 para el amado.
Va ahora errante expulsada y perdida, y en secreto
Envía bellísimas miradas que, como mensajero,
Aquí en la tierra le busquen una estancia.
En el bochorno duerme, cubierta sól0 un poco.
Mientras duerme sonríe: cálido y plácido es su aliento,
Pero sus pensamientos se hallan lejos, de viaje,
Y sobre sus mejillas flamea ensimismado fuego.
A menudo la caricia del viento levanta el fino velo.
Al hombre que por primera vez entonces la despierte,
Que antes que ninguno alcance este lugar tranquilo,
Abrazará inquieta de alegría
y no le dejará ya en toda su vida.
Versión de Alfonsina Janés
Mi alma se parece al mar:
tiene olas y tempestades;
pero en sus profundidades
muchas perlas se han de hallar.
Poemas cortosPoemas y poetas alemanes
¡Adiós costa llena de equivocadas penas,
Temor, felicidad y miseria, hundíos en el mar!
Ahora libre soy, por fin me siento a salvo.
No hay esperanzas vanas que lleguen hasta aquí.
¡Qué paz donde se posa mi mirada!
¡Qué amplitud y qué altura sin fin en derredor!
Los astros, las nubes ascienden y descienden
y se reflejan en el plácido océano,
El cielo sobre mí, y debajo el cielo,
¡Mi frágil nave en medio tan pequeña!
Sea lo que Dios quiera, a él se lo he entregado todo.
¡Ven, temporal, no temo ni la muerte ni la vida!
Versión de Alfonsina Janés
están puestas las eras de la noche
y una temprana inteligencia de luz
enciende la melancolía
era líquida aún
y lloraba
Todavía brilla tu morir
violeta dura
Versión de Klaus Dieter Vervuert y Rodolfo Alonso
Poemas cortosPoemas y poetas alemanes
Cuando los dos juntos
entre las arañas y debajo de las arañas,
nos vamos, con muchos miembros, a la red,
que, hecha en casa,
me coge a ti y a mí,
somos
el uno
presa
del otro.
Versión de Eustaquio Barjau
Poemas cortosPoemas y poetas alemanes
Muy bien dicho, Schlosser: se ama
lo propio; y si no se tiene
se apetece. El alma rica
ama, la pobre apetece.
Versión de J. L. Estelrich
Poemas cortosPoemas y poetas alemanes
Es esto:
Transacciones sin efectivo.
La manta siempre un poco corta.
El contacto flojo.
Buscar más allá del horizonte.
Rozar con cuatro zapatos las hojas muertas
y frotar mentalmente pies desnudos.
Arrendar y tomar en arriendo corazones;
o en la habitación con ducha y espejo,
en un coche alquilado, con el capó hacia la luna,
dondequiera que la inocencia se baja
y quema su programa,
suena la palabra en falsete,
cada vez diferente y nueva.
Hoy, ante la taquilla aún cerrada,
susurran, de la mano,
el avergonzado viejo y la vieja delicada.
La película prometía amor.
Versión de Miguel Sáenz
¡A través de la lluvia, de la nieve,
A través de la tempestad voy!
Entre las cuevas centelleantes,
Sobre las brumosas olas voy,
¡Siempre adelante, siempre!
La paz, el descanso, han volado.
Rápido entre la tristeza
Deseo ser masacrado,
Que toda la simpleza
Sostenida en la vida
Sea la adicción de un anhelo,
Donde el corazón siente por el corazón,
Pareciendo que ambos arden,
Pareciendo que ambos sienten.
¿Cómo voy a volar?
¡Vanos fueron todos los enfrentamientos!
Brillante corona de la vida,
Turbulenta dicha…
¡Amor, tu eres esto!
No soy más que una llama, un grito, y fuego y sed.
Por las angostas hondonadas de mi corazón se lanza el tiempo
como agua oscura, raudo, violento, inadvertido,
y arde en mi cuerpo un signo: la caducidad.
Pero tú eres el redondo espejo por el que resbalan
los crecidos arroyos de la vida
tras cuyo fondo áureo y abundante
las cosas que murieron radiantes resucitan.
En mí arde y se extingue lo mejor. Una estrella alocada
que cae en un abismo de azules noches de verano,
pero la imagen de tus días está en alto y distante,
señal eterna, situada como protección alrededor de tu destino.