Envolvieron su cuerpo en la mantilla blanca
manchada con el vino de la frente.
Pronto será de noche sobre esa cruz de viento.
Nadie sabrá qué hacer con tanto polvo.
Poemas cortosPoemas y poetas argentinos
Aquel fuego encendido con las últimas hojas del otoño,
duró hasta que el carbón extinguió el frío.
Tal vez no conocimos otra estación con ella.
En las habitaciones de estos años
el fuego le regresa el control de las vidas
su alimento la nombra, como entonces,
nuestras culpas están llenas de voces.
Los pájaros aún cuelgan, ahorcados, de sus pechos.
Poemas cortosPoemas y poetas argentinos
Más tarde nos pusieron en la fila del medio
y esperamos el turno en los pañuelos
(a los que no podían le arrimaron la cara).
Quise pensar su piel como una fruta
como el rostro de Ana temblándome en la espalda
y no un pueblo perdido que se iba
apretado en el frío de sus manos.
Poemas cortosPoemas y poetas argentinos
No acabarán mis flores,
no cesarán mis cantos.
Yo cantor los elevo,
se reparten, se esparcen.
Aún cuando las flores
se marchitan y amarillecen,
serán llevadas allá,
al interior de la casa
del ave de plumas de oro.
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Acabo de mirar tu nombre sobre el cuadro
y oí la levedad:
eso que se hace a espaldas
de lo que dicen vida
te llamabas dos siglos
solicitud del mar
seis veces la gaviota
que nos hizo caer
la consagrada
la viuda por más de medio siglo
la eterna por efímera
mi madre.
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Acabo de pasar, amor, por el correo,
-chisporrotea el lacre, oscila la balanza-
es como un girasol de oro mi deseo
y como una ramita de espliego mi esperanza.
Aquí estoy con tu carta, al sesgo, en una mano
emboscado en esta sombría callejuela....
Tu carta, que es la última rosa de mi verano.
Déjame que la palpe, la sopese y la huela.
Poemas cortosPoemas y poetas argentinos
Yo nada pido, nada
estoy diciendo, no,
es nada lo que quiero
al decir lo que digo;
mínimamente es nada
esto que estoy diciendo.
Si acaso, la conciencia
de no saberme muerto,
de pretender subir
por rumbo misterioso
a ese gran misterio
de la palabra dicha.
Yo nada pido, nada
estoy diciendo, no,
sólo sé que es del canto
la inevitable voz.
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Temí... no el gran amor.
Fui inmunizada a tiempo y para siempre con un beso anacrónico
y la entrega ficticia
- capaz de simular hasta el rechazo - y por el juramento, que no es más retórico porque no es más solemne.
No, no temí la pira que me consumiría sino el cerillo mal prendido y esta ampolla que entorpece la mano con que escribo.
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Aquí
sobre la noche
y sus virtudes
deambulo
en estas líneas
pensando en tu prometido
cielo de caricias,
y ya no puedo escribir
tanta poesía
porque escribir poesía
es tratar de encontrarla
y yo
eterno navegante
de silencios,
triste habitante
del vacío y del miedo
al fin he hallado
la palabra.
Al abrazarte compañera
y sentir que te quiero
he encontrado el poema.
Poemas cortosPoemas y poetas argentinos
En tumbas de oro y lapislázuli
cuerpos de santos y santas exudan
aceite milagroso, fragancia de violeta.
Pero bajo los pesados cúmulos de arcilla pisoteada
yacen cuerpos de vampiros pletóricos de sangre;
sus mortajas están ensangrentadas y sus labios están
húmedos.
Versión de Alberto Girri
Poemas cortosPoemas y poetas irlandeses
Escribo unas palabras
y al mismo
ya dicen otra cosa
significan
una intención distinta
son ya dóciles
al Carbono 14
Criptogramas
de un pueblo remotísimo
que busca
la escritura en tinieblas.
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Si no hubiera conocido tu piel,
si tus ángeles y sus pájaros
-morenos, desde luego-
no hubieran sido acariciados por mí,
si no hubiera tocado la ternura
de sus cantos y sus arpas
y la seda de sus plumas,
seguramente,
mi mano,
esta mano
tendría la dureza
de una piedra.