Temas Poetas

William Butler Yeats

William Butler Yeats

Poemas de William Butler Yeats para leer.

William Butler Yeats: Aceite y sangre

En tumbas de oro y lapislázuli
cuerpos de santos y santas exudan
aceite milagroso, fragancia de violeta.

Pero bajo los pesados cúmulos de arcilla pisoteada
yacen cuerpos de vampiros pletóricos de sangre;
sus mortajas están ensangrentadas y sus labios están
húmedos.

Versión de Alberto Girri

Poemas cortosPoemas y poetas irlandeses

William Butler Yeats: ¿Y ahora qué?

En la escuela imaginaron sus camaradas preferidos
que él llegaría a ser hombre famoso;
y él lo mismo pensó y vivió en esa idea,
sus veinte años repletos de trabajos:
«¿Y, ahora, qué? -cantaba el espectro de Platón-. ¿Y, ahora, que?»

Todo lo que escribía se leía,
y años más tarde ganó
dinero suficiente para lo necesario,
amigos que en verdad fueron amigos;
«¿Y, ahora, qué? -cantaba el espectro de Platón-. ¿Y, ahora, que?»

Sus sueños más felices se realizaron
-una vieja casita, mujer, hija e hijo,
y un terreno donde crecían el repollo y el ciruelo-,
y poetas e ingenios congregaba;
«¿Y, ahora, qué? -cantaba el espectro de Platón-. ¿Y, ahora, que?»

«El trabajo está hecho -pensó ya viejo-
de acuerdo con mi plan juvenil;
y que rabien los necios, en nada me aparté de ese orden,
algo que se llevó a la perfección»;
mas cantaba el espectro aún más alto: «¿y, ahora, qué?».

Versión de Enrique Caracciolo Trejo

Poemas y poetas irlandeses

William Butler Yeats: Un aviador irlandés prevé su muerte

Sé que en algún lugar entre las nubes
he de hallar mi destino;
no odio a quienes son mis enemigos,
no amo a quienes debo defender;
mi país es Kiltartan Cross,
mis paisanos los pobres de Kiltartan,
ningún posible fin ha de quitarles nada
o hacerles más felices de lo que eran.
Ni leyes ni deberes me ordenaron luchar,
ni estadistas ni masas entusiastas,
un solitario impulso de deleite
me empujó a este tumulto entre las nubes;
todo lo sopesé, de todo hice memoria,
los años por venir me parecieron
vano aliento,
vano aliento los años transcurridos
en igualdad con esta vida y esta muerte.

Versión de Jordi Doce

Poemas y poetas irlandeses

William Butler Yeats: Bellas cosas señeras; la noble cabeza de O'Leary

Bellas cosas señeras; la noble cabeza de O'Leary:
mi padre, en el escenario del Abbey, ante una multitud furiosa:
«Esta nación de santos» y luego, cuando los aplausos se extinguían:
«De santos de escayola»; echada hacia atrás la bella cabeza maliciosa.
Standish O'Grady buscando apoyo entre las mesas
y diciéndole a un auditorio borracho palabras de eminente insensatez;
Augusta Gregory sentada en su gran mesa de ormulu
cuando se acerba su octogésimo invierno: «Ayer me amenazó de muerte».
Le dije que todas las tardes, de seis a siete, me sentaba esta mesa,
con las persianas subidas»; Maud Gonne esperando un
tren en la estación de Howth
Palas Atenea en la espalda erecta, en la cabeza arrogante:
todos los Olímpicos: algo que jamás volverá a verse.

Versión de Hernando Valencia Goelkel

Poemas y poetas irlandeses

William Butler Yeats: Cuando estés vieja y gris y soñolienta

Cuando estés vieja y gris y soñolienta
y cabeceando ante la chimenea, toma este libro,
léelo lentamente y sueña con la suave mirada
y las sombras profundas que antes tenían tus ojos.

Cuántos amaron tus momentos de alegre gracia
y con falso amor o de verdad amaron tu belleza,
pero sólo un hombre amó en ti tu alma peregrina
y amó los sufrimientos de tu cambiante cara.

E inclinada ante las relumbrantes brasas
murmulla, un poco triste, cómo escapó el amor
y anduvo en las cimas de las altas montañas
y entre un montón de estrellas ocultó su rostro.

Versión de Nicolás Suescún

Poemas y poetas irlandeses

Los dos árboles: Poema de William Butler Yeats en español fácil de leer

William Butler Yeats: Entrega a su amada unos versos

Sujeta tu pelo con horquilla de oro,
y recoge esas trenzas vagabundas.
Pedí a mi corazón que hiciera estos pobres versos:
en ellos trabajó día tras día
una triste hermosura edificando
con restos de batallas de otros tiempos.

Con sólo levantar la perla de tu mano,
ceñir tu largo pelo y suspirar,
corazones de hombres laten y arden;
y la espuma cual cirio sobre la arena opaca
y estrellas remontando el cielo con rocío,
s6lo viven para iluminar tus pies que pasan.

Versión de Enrique Caracciolo Trejo

Poemas y poetas irlandeses

William Butler Yeats: La flecha

Pensé en tu belleza, y esta flecha,
hecha de pensamientos insensatos, está en mi médula.
Ningún hombre puede contemplarla, ninguno,
recién llegada a su condición de mujer,
alta y noble, pero con rostro y pecho
del color delicado de la flor del manzano.
Es más amable esta belleza, mas por una razón
podría llorar yo porque lo viejo ha pasado.

Versión de Enrique Caracciolo Trejo

Poemas cortosPoemas y poetas irlandeses

William Butler Yeats: La isla del lago de Innisfree

Me levantaré y me pondré en marcha, y a Innisfree iré,
y una choza haré allí, de arcilla y espinos:
nueve surcos de habas tendré allí, un panal para la miel,
y viviré solo en el arrullo de los zumbidos.

Y tendré algo de paz allí, porque la paz viene goteando con calma,
goteando desde los velos de la mañana hasta allí donde canta el grillo;
allí la medianoche es una luz tenue, y el mediodía un brillo escarlata
y el atardecer pleno de alas de pardillo.

Me levantaré y me pondré en marcha, noche y día,
oigo el agua del lago chapotear levemente contra la orilla;
mientras permanezco quieto en la carretera o en el asfalto gris
la oigo en lo más profundo del corazón.

Versión de Luis Zalamea

Poemas y poetas irlandeses

William Butler Yeats: Una joven y vieja mujer

¿Cuál fue el alegre muchacho que más me agradó
De todos cuantos yacieron conmigo?
Respondo que mi alma entregué
Y en el dolor amé,
Mas gran placer me dio un muchacho
Al que físicamente amé.
Libre del cerco de sus brazos
Reía al pensar que era tal su pasión
Que él imaginaba que yo entregaba el alma
Cuando sólo existía el contacto de dos cuerpos,
Y reía sobre su pecho al pensar
Que era la misma entrega que hay entre las bestias.
Di lo que otras dieron
Después de quitarse la ropa,
Mas cuando este alma del cuerpo se despoje
Y desnuda vaya a lo desnudo
Aquel a quien halló encontrará allí dentro
Lo que ningún otro conoce.
Y dará lo suyo y tomará lo suyo
Y regirá por derecho propio;
Y aunque amó en el dolor
Tanto se aferra y se cierra,
Que ningún ave diurna
Osaría extinguir tal deleite.

Poemas y poetas irlandeses

William Butler Yeats: Mil novecientos diecinueve

Venid, mofémonos del grande
que tenía tantos pesos en su mente
y tanto trabajaba y hasta tan tarde
para dejar detrás un monumento
que no pensó en el viento que arrasaba.

Venid, mofémonos del sabio;
con tanto calendario
donde fijar los ojos fatigados,
nunca vio cómo corrían las estaciones
y ahora está boquiabierto ante el sol.

Venid, mofémonos del bueno
que imaginó a la bondad alegre
y que enfermo de su soledad
podría proclamar un día festivo:
pero el viento sopló y ¿dónde están ahora?

Y luego, mofémonos de quien se mofa,
que ni una mano movería
para ayudar al bueno, al sabio, al grande,
para cerrar el paso a la vil tormenta, pues nosotros
traficamos en mofas.

Versión de Enrique Caracciolo Trejo

Poemas y poetas irlandeses

William Butler Yeats: Moscas de largas zancas

Para que la civilización no se hunda,
perdida su gran batalla,
haz callar al perro, ata el potrillo
a un poste distante.
César, nuestro amo, se halla en la tienda
donde los mapas está desplegados,
sus ojos fijos en el vacío
y una mano bajo el mentón.
Como una mosca de largas zancas sobre el río
su mente se mueve en el silencio.

Para que las insuperables torres sean quemadas
y los hombres memoren el rostro,
muévete lo más suavemente posible, si debes hacerlo
en este solitario lugar.

Ella piensa, en parte mujer, tres parte niña,
que nadie la mira; sus pies
ensayan un paso de baile
aprendido en la calle.
Como una mosca de largas zancas sobre el río
su mente se mueve en el silencio.

Para que las muchachas púberes puedan encontrar
el primer Adán en su pensamiento,
cierra la puerta de la capilla papal,
mantén fuera esas niñas.
Ahí en el andamio está acostado Miguel Angel.
Sin más ruido que el que hacen los ratones
mueve su mano de un lado a otro.
Como una mosca de largas zancas sobre el río
su mente se mueve en el silencio.

Versión de Alberto Girri

Poemas y poetas irlandeses

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz