Poemas de Umberto Saba para leer.
Sobre el poeta Umberto Saba [occultar]
Amé manidas palabras que ninguno
arriesgaba. La rima flor
amor;
la más antigua y difícil del mundo,
me encantó.
Amé la verdad que yace al fondo,
casi un sueño olvidado, que el dolor
revela amiga. Con temor
el corazón se le acerca,
que ya no la abandona.
Te amo a ti que me escuchas y a mi buena
carta dejada al término de mi juego.
Versión de Javier Sologuren
Poemas cortosPoemas y poetas italianos
He hablado a una cabra.
Estaba sola en el prado, estaba atada.
Harta de hierba, bañada
por la lluvia, balaba.
Aquel balido igual era fraterno
a mi dolor. Y contesté, primero
por broma, después porque el dolor es eterno,
tiene una sola voz y no varía.
Y yo oía esta voz
gemir en una cabra solitaria.
En una cabra de rostro semita
oía lamentarse cualquier otro dolor,
cualquier otra vida.
Versión de Jesús López Pacheco
Poemas cortosPoemas y poetas italianos
Para abrazar al poeta Montale
-es generosa su tristeza- he venido
a la ciudad que tanto quise. Es como
si cada piedra que el pie pisa fuese
mi corazón, mi mal
de un tiempo. Mas no lo lamento. Nace
-otra constelación- la nueva edad.
Versión de Jesús López Pacheco
Poemas cortosPoemas y poetas italianos
Es noche, invierno ruinoso. Tú alzas
un poco los visillos, miras. Vibran
tus cabellos salvajes, la alegría
te dilata de pronto el ojo negro;
pues lo que tú has visto
-era una imagen del fin del mundo-
te conforta y hace
cálida y suave tu alma más hundida.
Un hombre se aventura por un lago
de hielo, bajo una lámpara torcida.
Versión de Jesús López Pacheco
Poemas cortosPoemas y poetas italianos
En la casa paterna
tú rondabas silencioso
como un gato.
Sabías el nombre, pero
no la realidad del dolor.
Separado de tus compañeros
en tus mejillas afiladas
palidecían las rosas.
Nacido de mi alma,
flor de la vida,
niño amigo.
Es tuya esta última
lágrima mía
que no puedes ver.
Versión de Pedro Blanchard
Poemas cortosPoemas y poetas italianos
Palabras,
donde se reflejaba el alma del hombre
-desnuda y sorprendida- en los orígenes;
busco un ángulo en el mundo, un oasis
propicio en que lavaros con mi llanto
de la mentira que os ensucia. Juntos,
el cúmulo de recuerdos espantosos
se desharía como nieve al sol.
Versión de Jesús López Pacheco
Poemas cortosPoemas y poetas italianos
De carrera salís al centro del terreno,
a las tribunas saludáis primero.
Luego, lo que después
sucede -que os volvéis a la otra parte,
la que más negra hierve-, no se puede
decir, es algo que no tiene nombre.
El portero pasea arriba y abajo
como un centinela.
El peligro está lejos aún.
Pero si un torbellino lo acerca, oh, entonces
una fiera joven se agazapa
y alerta espía.
Fiesta en el aire, en cada calle fiesta.
Si dura poco, ¡qué importa!
Ni una ofensa pasó nuestra puerta,
los gritos se cruzaban como rayos.
Y vuestra gloria, once muchachos,
Como un río de amor adorna a Trieste.
Versión de Jesús López Pacheco
Oh, tú que eres tan triste y con presagios
de horror -Ulises declinante- ¿ninguna
dulzura en tu alma aúna
la Llama
por una
pálida soñadora de naufragios
que te ama?
Versión de Jesús López Pacheco