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Tomás Segovia

Poemas de Tomás Segovia para leer.

Tomás Segovia: Algo debe morir cuando algo nace

Algo debe morir cuando algo nace;
debe ser sofocado, y su sustancia
chupada para ser riego o lactancia
en que otro ser su urgencia satisface.

No habrá otra hora pues en que te abrace
mientras muerdo en la cándida abundancia
de tus dos pechos; no habrá ya otra instancia
en que tu cuerpo con mi cuerpo enlace;

no penetraré más en la garganta
anfractuosa de tu sexo alpino.
Tú a otra luz amaneces; yo declino.

Mi degollado ardor tu altar levanta,
mi reprimida hambre te alimenta,
y el yermo de mi lecho te cimenta.

Poemas y poetas mexicanos

Tomás Segovia: Algunas piedras de un collar del dios (3)

Tu grupa blanca y ciega se remueve
Bajo la seriedad de las caricias
Tu inquieta grupa zalamera
Entrevero de fiebres y de fríos

Tu grupa de molicie inaplacada
Nudo vivaz y obtuso de tu cuerpo

En el coloquio a oscuras de las pieles
Le prestamos al mundo nuestra carne
Para que inscriba en ella sus musitaciones

Tu grupa sensitiva gesticula
Bucea perseguida y habitada
De una mudez que se debate en muecas

En su estertor no logra articular
La voz con que decirnos
Que es con nuestra mudez con la que calla

Tu tierna grupa inerme desfallece
Y una inaudible oscuridad del mundo
Viene a explayarse en su masa sin nombre

Pero también allí reconocemos
La inalcanzable voz que nos habita
La eternamente a punto de irrumpir en palabras
Que va dormida entre los brazos
De un despertar

Palpita entre los dos lo que nos funda
Entre las sombras somos una mirada en blanco
Para ver la ceguera que nos borra
Pues también son nuestras las caricias
Que no saben qué dicen

También nosotros el espasmo ignaro
Que no aprendió a reconocer su rostro
Somos también nosotros impensables
Los que allí estamos mudos de la voz de un dios

La voz huracanada que nos calla
En las palabras que nos dan la espalda
Vueltas a su sustancia intraspasable

Y en el beso que olvida nuestros ojos
Para mirarse en la piel de los labios.

Poemas y poetas mexicanos

Tomás Segovia: Antigua cortesana

(Cuadro de Ramón Gaya)

Es el sitio intocado de una lujuria antigua
Que tanto olvido ha vuelto finalmente sagrado
La mirada entra en puntas de pies y se santigua
Nada queda del viejo fragor decolorado
Por el santo silencio sino la mancha ambigua
Del tenue resplandor con que aún anaranjado
Ya sin deseos llama fielmente intemporal
Se consume el Deseo en un frágil fanal.

Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos

Tomás Segovia: Arroyo

En la prisa de su ímpetu tiránico
No oye nada el arroyo
Desde el foso sin bordes de su propio fragor
Desde aquí arriba
Se ve el tropel de espaldas líquidas
Sin cesar arrojándose
Con la monótona constancia
De un perpetuo desorden

Esta vehemencia se abalanza
Hacia un túnel del tiempo
Que no debiera tener término

El arroyo perpetuamente empieza
Por siempre su después es otra vez ahora

¡Ah sí! resiste
No te dejes salvar por mis palabras
No cedas uno solo de tus ansiosos rasgos
A la imagen de ti
En la que te amaré luego

Te juro que estoy mirándote
Fuera de este poema
Donde corro contigo
Abrazado a un impulso y ciego a toda meta

Queriendo que mi vida igual que tú
No sepa nunca dónde acaba el tiempo.

Poemas y poetas mexicanos

Tomás Segovia: Bandera

Mi tienda siempre fuera de los muros. Mi lengua aprendida
siempre en otro sitio. Mi bandera perpetuamente blanca. Mi
nostalgia vasta y caprichosa. Mi amor ingenuo y mi fidelidad
irónica. Mis manos graves y en ellas un incesante rumor de pen-
samientos. Mi porvenir sin nombre. Mi memoria deslumbrada
en el amor incurable del olvido. Lastrada en el desierto mi pala-
bra. Y siempre desnudo el rostro donde sopla el viento.

Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos

Besos: Poema de Tomás Segovia en español fácil de leer

Tomás Segovia: En brazos de la noche

Está ya oscurecida la hermosura;
los árboles desnudos
se mecen en la sombra,
y un gran silencio vela suspendido.

En brazos de la noche
se guarda y perpetúa la promesa del día,
la prometida plenitud del día
que cumple en sólo prometerse
un don que nos inclina,
y nos fuerza, y nos basta.

De noche la hermosura a solas habla;
a solas en el aire solo
late oculto el ardor de su promesa
sin cesar renovada.

Y a través de la noche,
desde el oscuro fondo de su entraña,
nos guía y acompaña
heridos de esperanza, al nuevo día,

nuevamente a cumplir bajo el sol nuevo
su plenitud igual y suficiente
de prometida nuestra sin fin, siempre la misma.

Poemas y poetas mexicanos

Tomás Segovia: Canción del destino

Frío y beato el crepúsculo
Calla visiblemente

Habría que aprender de los encinos
Ese modo sencillo y concentrado
De estar magistralmente
En la mitad del aire pálido

Y atender con entera reverencia
A esta mudez e intensidad el tiempo
Que se hace ver solemne
Detenido en lo alto antes del salto

Todo el conmovedor egoísmo del mundo
Indiferente a su belleza
E incapaz de pactar
Que sólo fatalmente llama

Que sólo atándonos con el destino
Se deja amar.

Poemas y poetas mexicanos

Tomás Segovia: Canciones sin su música

Porque te voy a ver tal vez mañana
y porque aún palpita aunque dolido el tiempo
por un instante pacto con mi historia
puedo al fin dar tu rostro a este abandono
poner mi nombre a aquél que desangraste
llamar mi vida a este naufragio
saber que fue todo verdad tu amor
y fue tu desamor verdad del todo
eras tú quien me alzaba de la sombra
y hecha sombra impensable eras tú quien me hería
confieso que te quise salvadora o maligna
mi esplendor o mi muerte eran tu ministerio
y yo te amaba en todos tus poderes
todo lo supe fue ese abismo el que quise
y hoy todavía para mí ya no hay mañana
sino por la violencia con que espero
por mi bien o mi mal volver a verte
una vez más una sola vez más
siempre una sola siempre
una misma vez más.

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Tomás Segovia: Cantata a solas (37-Cantado) Canción de otoño

Desperdigados pájaros ociosos
A pie por la lodosa hierba
En la que día gris
Deposita en silencio
Un leve sedimiento de luz turbia
Tan tenue dicha interminablemente
Ahora que no nos mira el mudo cielo
Y sólo ahora lo sabemos
Por un rato apeados del estruendo
A estirar nuestros miembros a aclarar los pulmones

En el ligero frío liso
Sin cenit y sin hora
En el lago de tiempo redimidos
Por un rato seguros de que un día
Ya curados por fin de esta torpeza
Para soltar los bultos
Que la avidez abraza
Empujando al deseo entristecido
Un día oscuro y frío
De tenue conmoción interminable
Bajo un cielo borroso de igualadas horas
Volveremos a casa

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Cantata a solas (38-Recitado): Poema de Tomás Segovia en español fácil de leer

Tomás Segovia: Tu carne olía ricamente a otoño

Tu carne olía ricamente a otoño,
a húmedas hojas muertas, a resinas,
a cítricos aceites y a glicinas
y a la etérea fragancia del madroño.

Hábil como una boca era tu coño.
Siempre había, después de tus felinas
agonías de gozo, en las divinas
frondas de tu deseo, otro retoño.

Te aflojabas de pronto, exangüe y yerta,
suicidada del éxtasis, baldía,
y casta y virginal como una muerta.

Y poco a poco, dulcemente, luego,
absuelto por la muerte renacía
tu amor salvaje y puro como el fuego.

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