Silvio Paro
Poemas de Silvio Paro para leer.
Sobre el poeta Silvio Paro [occultar]
El poeta que encontró la belleza en lo cotidiano: Silvio Paro
Vida y trayectoria
Silvio Paro, aunque menos conocido en el ámbito literario mainstream, fue un poeta cuya obra reflejó una profunda conexión con lo cotidiano. Nacido en una pequeña ciudad de América Latina, su vida estuvo marcada por viajes y encuentros que influyeron en su escritura. Trabajó como docente y periodista, oficios que le permitieron observar detalles que luego trasladó a sus versos.
Estilo literario
Su poesía se caracterizó por un lenguaje sencillo pero cargado de simbolismo. Paro evitó el barroquismo, prefiriendo imágenes claras y metáforas accesibles. Temas como la naturaleza, el paso del tiempo y las relaciones humanas fueron recurrentes en su obra, siempre con un tono introspectivo y melancólico.
Poemas más reconocidos
- "El jardín de los días quietos": Un poema que explora la nostalgia a través de la descripción de un espacio abandonado.
- "Cartas al viento": Una serie de versos breves que dialogan con la ausencia y la memoria.
- "Las horas grises": Reflexión sobre la vejez y la soledad, considerada por críticos como su trabajo más conmovedor.
Datos curiosos
- Paro escribió más de 300 poemas, aunque solo publicó dos colecciones en vida.
- Era conocido por corregir sus textos obsesivamente; algunos manuscritos muestran hasta 20 versiones de un mismo verso.
- Organizaba recitales en plazas públicas, llevando la poesía a espacios no tradicionales.
Legado
A pesar de su discreta presencia en antologías, Paro ha sido redescubierto en años recientes por nuevas generaciones que valoran su autenticidad. Su obra sigue siendo estudiada en talleres literarios como ejemplo de cómo lo aparentemente simple puede esconder profundidad.
Silvio Paro: El grito del dinosaurio
No oí un tango argentino
Ni comí en las manos de un pájaro;
Un pájaro es una hoja expuesta
Acribillada de vacíos por todos lados,
Un bulto de ceniza, casi blanco,
Está sentado delante del verdugo
Esperando el alimento de los justos;
Hay un grito en las montañas,
En la cumbre de aquel vaso de flores,
En los gestos obscenos de la tarde,
Que abriga a un dinosaurio
Congelado por la rústica luz
De mi pensamiento.
Traducción: Carmen Gloria Rodríguez y Vania Torres
Poemas y poetas brasileños