Temas Poetas

Román Luján

Poemas de Román Luján para leer.

Román Luján: Atravieso el dolor

ATRAVIESO EL DOLOR
doy vuelta a la ola del espanto
a esta página de furia carmesí
porque mis venas se cansaron de invocarte
porque mi frente ya no apunta sino al ángulo en que ondulas la sonrisa
ese pañuelo moribundo

a ciegas lo atravieso
como si fuera una sustancia
gelatinosa
ensayo torpemente el balbuceo
que se obsequia en todos los andenes
y a pesar del invierno abro los ojos
para que el viento cicatrice tus perfiles

Atravieso el dolor
imbécil
como si el dolor pudiera atravesarse
semejante al que salta por un aro en llamas
y pretende
no llenarse el aura de cenizas
al náufrago que olvida las noches sin respuesta
al divisar la proa

y como nada puedo atravesar
rasgo los muros
con los nudillos de esta voz roída despojada
de obscenos sustantivos
de tu cuerpo
onomatopeya de la luz entre mis brazos
de esta voz que ya no sabe atravesarte
de esta voz en la que sobrevives como un nombre
que desde hoy designa al aire y mi camisa
al espejo y lo que esconde
al café humeante al sacrilegio
del aura sin orillas
a tu silueta
al sol

Poemas y poetas mexicanos

Román Luján: Autocensura

No soy yo quien escribe estas palabras huérfanas
Oliverio Girondo

No escribo nada

Llevo noches corrigiendo balbuceos
podridos desde el útero
alimentando de palabras al reptil
que gira en mi cerebro y lo envenena

Aborto ideas antes de concebirlas
en tanto el primer verso
devora a los siguientes
en un afán caníbal de silencio

Debajo de mis párpados
los sueños
justo antes de soñarlos se vuelven pesadillas
que jamás recuerdo
y me despiertan
temblando
sin memoria
inquilino de un cuerpo
que disuelve la noche
sin saberlo

Poemas y poetas mexicanos

Román Luján: Basta un guiño de pezón para que el ansia

BASTA UN GUIÑO de pezón para que el ansia
me traicione un devaneo cachondo en el perfume
el asomo furtivo de algún hilo dental
asfixiado entre hemisferios donde el sol
no se ponga
para lanzarme a pique
ciego de mí fortuito apenas sin conciencia
en franca expedición hacia el capullo
palpitante en las ingles de cualquiera aguardándome
el ombligo carnívoro la almohada sin grilletes
puro néctar y voces confundidas
en un mismo escabeche
es decir el jolgorio
sudor recién horneado fluyendo por la espalda
sin bolero sin rosa ni pliego de quejumbres
sin pedir el teléfono
es decir la tempestad alada y sin rencores
producto de una fiesta sin corbata ni holanes
brindemos con saliva
y si te veo mañana
- de antemano te ruego me disculpes -
juro pasar de largo

Poemas y poetas mexicanos

Román Luján: No es bonito el lenguaje

NO ES BONITO el lenguaje, es tortuoso en su diafanidad de niebla, alondra en el pináculo del miedo, a la vista de todos. No es bonito aunque inspire la mar o la dorada certidumbre en los cabellos de Laura o de Breatrice. Animal de imprevistos, no sabe lo que mira. Aspaviento es sin hélices ni torres derribadas en la estupefacción de los periódicos. No se esconde en la savia de los tomos gastados, en la afluente de eructos eruditos, en la valva amorosa. (No releeré este verso, lo consigno).

a Luis Alberto Arellano

Poemas y poetas mexicanos

Román Luján: Crece el viento entre las aspas del insomnio

CRECE EL VIENTO entre las aspas del insomnio, explaya sus tentáculos sin lumbre en la memoria; cuándo han dejado anochecer los versos, que ha tiempo no rozan esta puerta. De algo ha de vivirse, así sea la incomprensión de los vocablos, su estirpe malhadada en unas cuantas líneas rutilantes que se pierden en los ojos, allí, donde se agolpan las imágenes que no vislumbraremos. No dije lo anterior o, por lo menos, no se escuchaba así dentro del cráneo. Que cada quien guarde su muro, que cada quien lo ensucie y lo repinte; así dispuso Artaud pero era tarde. Tampoco he dicho esto, es sólo que era peor no musitarlo. Muerde el alba pringosa estas cortinas. Hermosa es la tragedia del que escribe, del que acecha una línea falaz de oscuridades.

Poemas y poetas mexicanos

Román Luján: La daga verdadera es microscópica

LA DAGA VERDADERA es microscópica, no tromba en filos ni sangre en estampida. Lo sabes, Alejandra; anticipas los nudos, me recorres. La luz puede albergarse en la rendija que un párpado extiende ante el objeto de su miedo. Detrás de mis cristales inauguro las venas mortecinas de tu árbol, tus lágrimas de herrumbre, la pizarra en tu fulgor de seconales. Migajas de licores y algún feto descienden por tus piernas, los folios se interrogan sendos crímenes: poemas. Bathory abre sus garras maternales. Un cadáver no venga las injurias - Blake lo sabe - ni el cielo del infierno en matrimonio. Al fin la piedra demencial ha germinado, la palabra deseo relumbra en tus cartílagos. Has llegado: la noche ya gime en tu mirada. ¿Qué harás con el miedo?

a Alejandra Pizarnik, in memoriam

Poemas y poetas mexicanos

Román Luján: Qué diera al mediodía por no ser yo

QUÉ DIERA AL mediodía por no ser yo
fijarme en otras cosas
desentrañar con garfios las íntimas razones
de que esta resolana abra cuchillos
sobre la plaza pública
explicar aquel traje que avanza
contra la voluntad obesa de su dueño
la risa desmontable del globero
la cicatriz humanizando apenas
el muslo acitronado de la recepcionista

Qué diera lo que resta de la tarde
por un ojo de mosca
multiplicado obsceno vouyerista
de ajenas percepciones
que polizón me diera una conciencia
nunca antes martajada
- por ejemplo la mía

Pero no tengo sino esta vista gorda
algo como ambición de caballo placero
unos zapatos grises que renuncian
cada trescientos días
una barba postiza este cuaderno
y un billete doblado en cuatro partes
dormitando la inocencia entre los senos
de alguna persuasible
que pagará la cuenta

Poemas y poetas mexicanos

Román Luján: El dolor no se explica

EL DOLOR NO se explica, hunde noches en témpanos de vaho, apila vendavales. No hagas ruido. Pájaros sanguíneos merodean, acechan la carroña de un silencio. Milagros seminales colapsan el drenaje. ¿Qué finjo si no puedo abrazarme? Se hincha un capullo hirviente. Un nombre ponzoñoso emerge en la placenta del ahogado. ¿Será el Nuestro? El invierno abre sus pétalos de niebla, la muerte unas orquídeas en mi plexo. Ya déjate de cortes impensables, retacería de versos con su nombre. Nadar sabe mi llama estos fluidos. El paso de algún ciervo es vigilado por la ortiga. Mírame. Sostengo en la siniestra mis fénix degolladas.

Poemas y poetas mexicanos

Román Luján: Duerme la tempestad contigo encima

DUERME LA TEMPESTAD contigo encima, se alejan los cipreses que no recordaremos, agoniza el fulgor de tus abrazos. Nace el destino inmóvil, mensurable. Lo alimenta el deseo, la corteza humedecida de una fruta, la herida que abre pétalos, carroña de tantas madrugadas. Hubo un cardumen áureo royendo las pupilas, hubo una mueca limpia, algún oasis. Los gestos pierden cauce en las fotografías, devuelven a los marcos su negrura. Mírate. Agoniza el riachuelo de miradas. Bébelo. Se eleva un gemido pestilente en esta línea. Parece que la voz se tinturó de grana. Es tarde para abrir deshuesaderos, habiendo tanto nervio por hilar, faltando tanta brisa. Es tarde en la memoria que no avanza al suave ritmo germinal de la tristeza. Es un arpón de hielo si lo miras de cerca, si lo aguarda tu pecho alfilerado, si lo besa mi espalda. No habría por qué escribir de ti pero el riachuelo se evapora.

Poemas y poetas mexicanos

Román Luján: Flebas

El polvo cumple su final descanso.
A lo lejos, insectos antiquísimos,
cadáveres que flotan al arbitrio del cenit.
La ceniza de flores, nunca antes mancilladas
por la vista o el olfato, urde serpientes
que al chocar entremezclan sus perfumes,
su nostalgia de pétalos. En la arena
el sol deja morir fulgores líquidos,
señala con desgano el paradero de la brisa,
la púrpura mortaja que extiende la marea.
Una libélula incuba su progenie
en la oreja del náufrago; sobrevuela esa boca
repleta de sargazos y feroces astillas.
En el torso, la canícula esparce
larvas que destruyen los desiertos,
cicatrices en un álbum de pupilas.
En esta procesión de luces reventadas
en dunas, como en senos amargos,
la sangre tiene forma de murciélago.

Poemas y poetas mexicanos

Mayo hundió treinta y un garfios en mi espalda: Poema de Román Luján en español fácil de leer

Román Luján: Moscas abigarradas al féretro carnal

MOSCAS ABIGARRADAS AL féretro carnal, a la sien fresca. Pasa el anciano buitre sin mirada ni ulterior consuelo. El cielo es un tasajo que las hienas desgarran. Silencio. Aquí tienes la sangre, la entumecida flor; acércate, sin horror besa el núcleo de tus invocaciones. Fauces albergan fauces dentro de fauces diminutas. Rojo es el crisol del aire en la mitad del alarido. Funde el miedo este segundo: un aura vuela en círculos. No irás lejos; tu cuerpo está minado y es casi disfrutable el hierro sucio que te agosta el movimiento. Se expande el carnaval de pus y moscardones. Zumban en ágiles racimos mientras yaces, ingenuo de malarias. Silencio. Ya delira el enjambre de los súcubos.

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Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz