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Roger Wolfe

Poemas de Roger Wolfe para leer.

8 Poemas en forma de artefacto: Poema de Roger Wolfe en español fácil de leer

Roger Wolfe: En blanco y negro

Me despierto y hay un vaso medio lleno
de bourbon encima de la mesa, unas cerillas,
un paquete de Winston en el que alguien
ha garabateado su número de teléfono; son las siete
y cinco minutos de la mañana, James Mason me contempla
en blanco y negro desde el televisor, y vocaliza
palabras que no logro entender ni oír siquiera.

Y después de levantarme y acercarme
al baño, y echar el asco y las entrañas
por las cañerías, y tirar de la cadena, se me ocurre
que es agradable estar vivo y hacer la guerra
y el amor y este poema, y que el mundo
bien merece
otra mirada.

Poemas y poetas españoles

Roger Wolfe: Café y cigarrillos

Salgo del trabajo. Los huesos, el cuerpo entero
dulcemente dolorido, como -a veces-
después de un polvo de los buenos.
La luna, sajada en dos pedazos, me recuerda
el ojo ese famoso de Buñuel,
asomada un tanto tenebrosamente
por encima de los árboles.
El coche no me arranca. El parabrisas
es una roca enorme y congelada.
Así que vuelvo a casa andando,
velado el claqueteo de mis pasos
por la luna, la cabeza
llena de café caliente y cigarrillos.
Llego al portal y me detengo,
soplándome en las manos, bajo
el arco de luz que proyecta la ventana
sobre el hielo, la hierba sucia y abrasada.
Y al otro lado de esa luz te encuentras tú.

Y es que un hombre necesita en esta vida
otras cosas que no sean
lunas surrealistas, coches, oscuras
películas de Luis Buñuel.

Poemas y poetas españoles

Roger Wolfe: El crítico y la margarita

Tú sí
tú no
tú sí
tú no
tú sí
tú no
tú sí
tú no
tú sí
tú no...
y en cuanto a ti
no sé
mejor será
que espere
a ver
qué dice
la competencia,
no vaya a ser
que a estas alturas
me coma
algún marrón.

Poemas cortosPoemas y poetas españoles

Roger Wolfe: Democracia

Otra maldita tarde
de domingo, una de esas
tardes que algún día escogeré
para colgarme
del último clavo ardiendo
de mi angustia.
En la calle
familias con niños,
padres y madres
sonrosadamente satisfechos
de su recién cumplido
deber electoral;
gente encorvada sobre radios
que escupen datos, porcentajes
en los bancos.
Corderos de camino al matadero
dándole a escoger el arma
al matarife.

Poemas cortosPoemas y poetas españoles

Roger Wolfe: UN DÍA ESTÁS, AL OTRO NO

El humo cuelga en la estancia
como un chiste malo.
Lou Reed habla
de familias rotas
desde los altavoces:
«La verdad es que sólo están contentos
cuando sienten dolor.
Por eso se casaron...»
¿Y yo? Yo no digo nada.
Apago el cigarro.
Otro día va a morir.

Poemas cortosPoemas y poetas españoles

Roger Wolfe: Diez años antes o después

the imposibility of being human...
Ch. Bukowski

Releyendo
10 años después
El árbol de la ciencia
Me pregunto
-entre otras cosas
porque no lo sé-
si este magistral desharrapado
conoció a ese otro
Doctor de los Infiernos
que fue Céline.
Descarriados hijos
de una gran familia
de balas perdidas en el eco
canalla
de los siglos:
Villon considerando
el peso
de su propio culo
la víspera de su frustrada
ejecución;
Dostoyevski
asesinando a Dios;
Baudelaire
copulando con las cenizas
de Satán;
Céline prendiendo fuego
a los nueve caminos de la perdición
en el hipocentro de la noche;
Baroja escupiendo los gargajos
verdes
de su asco por la página...
Voces cuya cólera enronquecida
reverbera
con un odio más intenso y puro
que la metafísica
en la orgiástica y brutal marea
de este baile de locos,
posesos anunciando
entre grotesco giro y absurda reverencia
el final de una historia
que nunca debió comenzar.

Poemas y poetas españoles

Roger Wolfe: La edad de la obsolescencia

Tenía un 1640 con doble unidad de disco
y pantalla monocromo
pero quedó para el arrastre
después de haberme jodido
un par de meses de trabajo,
disquete chungo
más allá de cualquier esperanza
o posibilidad de recuperación;
tenía un 8086 de monitor verde agresivo
que hizo lo que pudo por dejarme ciego
antes de estallar;
tenía un 286 a 16 megahercios
que chupó humedad como una esponja seca
dio un par de avisos, soltó una especie
de nocivo latigazo de voltaje enfermo
y quedó carbonizado;
así que luego dije, ahora verás,
voy a ponerme al día,
como hay Dios que me voy a poner
al día,
e invertí dos años de letras y suplicios
en un 486 a 66 megahercios,
pantalla de alta definición,
250 megas de disco duro,
tarjeta fax/módem,
DOS, Windows, la Biblia
en verso blanco, y si calculo
el importe aproximado
de toda esta chatarra hasta la fecha
debe de andar más cerca del kilo
que otra cosa,
pero según me dicen
sigo en la prehistoria,
es agobiante,
lo que hay que hacer en estos tiempos
para mantenerse al día,
dos pasos palante
y seis patrás;
Cervantes, es posible,
lo tuvo difícil en su época
pero a veces pienso
que de buena se libró.

Poemas y poetas españoles

Roger Wolfe: Eterno retorno

Desayunar con Nietzsche
es relativamente fácil, sobre todo
si hace sol, la lluvia es fina
-un ligero chaparrón
traslúcido y oxigenado-
o hay cigarrillos, buen café
ninguna compañía
salvo el perro
y las periódicas noticias
del gerente
de mi banco
no me impiden deglutir.

El almuerzo, cenit
de los días, me recuerda
-abatido el asomo
de sano optimismo mañanero
por dispositivos infernales
que adoptan formas sucesivas
de teléfono, timbrazo,
zancadilla callejera,
gente puesta en fila,
el sordo ronroneo
de un PC-
que la vida
es struggle for survival
como dijo Darwin
con toda la razón.

Y finalmente, horas más tarde,
tras el dudoso ensayo
de ascesis imposible
que a veces llamo cena,
Schopenhauer me conduce
renqueante y roto
hacia la cama,
murmurando
memorables últimas palabras
que el gran Will Shakespeare
utilizó mucho mejor que yo:

To die, to sleep -
To sleep, perchance to dream...

Poemas y poetas españoles

Roger Wolfe: El extranjero (Me asomo a la terraza)

Me asomo a la terraza.
Una mujer se arregla el pelo
delante de un espejo
en el edificio de enfrente
de mi casa.
Estaba leyendo
a Dostoyewski. Cierro el libro,
lo dejo encima de la mesa,
me siento y abro
otra cerveza. Qué aburrido,
Dostoyewski, la cerveza,
las mujeres, los libros,
los espejos. Qué aburrido
sentarse y esperar la muerte
mientras la gente fornica,
come, trabaja o se solaza
bajo el sol sucio de septiembre,
y uno sabe, positivamente,
que nada va a ocurrir.

Poemas y poetas españoles

Roger Wolfe: Esta infinita y patética belleza

El comienzo del verano y la noche
yace como un cuerpo herido
que la aurora no consigue desvelar.
Recorro la ciudad
taconeando
en las aceras agrietadas
con mis viejas botas
de Valverde,
tan cansadas como yo
del incesante embate
de cascos rotos y batallas.
Un contenedor
arde solitario en una esquina
ante los ojos embotados
de un borracho
que ya no sabe que lo está.
No hay policía.
Y es extraño.
Dos mecánicos amantes
se palpan las partes
con gestos agotados
que ni siquiera el último
tiro de nieve emponzoñada
es capaz de revivir.
Parpadean los semáforos
tintineando en huérfana advertencia.
Y no hay sencillamente estrellas
que me valgan.

Poemas y poetas españoles

Roger Wolfe: Laguna

Nadie que habiendo estado,
pongamos por caso, paseando
al perro por una calle
céntrica y desierta
a las tres o tal vez a las
cuatro de la tarde,
no se haya topado
de repente
con una figura desarrapada y sucia,
descompuesta más allá de cualquier
posibilidad de remisión,
que le ruja a voz en grito
desde la otra acera: «¡Hombre!
¡Mi colega de nariz! ¡Qué tal!»,
para correr luego tras él
como una especie
de rémora renqueante
y jorobada,
sin que consiga acordarse
de quién demonios es, y
lo que es aún peor,
no quiera recordar
aunque fuera capaz de hacerlo,
sabrá nunca
lo que significa
la palabra
desasosiego.

Poemas y poetas españoles

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz