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Roberto Sosa

Roberto Sosa

Poemas de Roberto Sosa para leer.

Sobre el poeta Roberto Sosa [occultar]

El poeta que iluminó la oscuridad de Honduras

Estilo literario

Roberto Sosa, una de las voces más destacadas de la poesía hondureña, cultivó un estilo marcado por la sobriedad y la profundidad. Su obra se caracteriza por un lenguaje directo pero cargado de simbolismo, donde la crítica social y la reflexión sobre la condición humana se entrelazan. Utilizó metáforas sencillas pero poderosas, evitando el barroquismo para privilegiar la claridad y el impacto emocional.

Lo que lo hizo famoso

Sosa es reconocido por su capacidad de retratar la realidad hondureña con crudeza y belleza simultáneas. Su libro Los pobres (1969) lo consagró como un poeta comprometido con las luchas de los marginados. Este trabajo, entre otros, lo situó como un referente de la literatura centroamericana, destacando su mirada compasiva pero sin concesiones hacia la desigualdad y la injusticia.

Relaciones cercanas

Aunque reservado en su vida personal, Sosa mantuvo vínculos significativos con otros escritores y artistas hondureños, como Óscar Acosta y José Luis Quesada, con quienes compartió el compromiso de renovar la literatura nacional. También fue un mentor para jóvenes poetas, fomentando la creación literaria en su país.

Legado y muerte

Roberto Sosa falleció en 2011, dejando un legado que trasciende lo literario. Su obra enseña que la poesía puede ser un arma de denuncia y un refugio de esperanza. A través de sus versos, invitó a confrontar las sombras de la sociedad sin perder de vista la luz de la resistencia humana. Su muerte fue lamentada como la pérdida de una voz esencial para entender Honduras y sus contradicciones.

Roberto Sosa: El aire que nos queda

Sobre las salas y ventanas sombreadas de abandono.
Sobre la huida de la primavera, ayer mismo ahogada
en un vaso de agua.
Sobre la viejísima melancolía (tejida
y destejida largamente) hija
de las grandes traiciones hechas a nuestros padres y abuelos:
estamos solos.

Sobre las sensaciones de vacío bajo los pies.
Sobre los pasadizos inclinados que el miedo y la duda edifican.
Sobre la tierra de nadie de la Historia: estamos solos
sin mundo,

desnudo al rojo vivo el barro que nos cubre, estrecho
en sus dos lados el aire que nos queda todavía.

Poemas y poetas hondureños

Roberto Sosa: Esta luz que suscribo

Esto que suscribo
nace
de mis viajes a las inmovilidades del pasado. De la seducción
que me causa la ondulación del fuego
igual
que a los primeros hombres que lo vieron y lo sometieron
a la mansedumbre de una lámpara. De la fuente
en donde la muerte encontró el secreto de su eterna juventud.
De conmoverme
por los cortísimos gritos decapitados
que emiten los animales endebles a medio morir.
Del amor consumado.
desde la misma lástima, me viene.
Del hielo que circula por las oscuridades
que ciertas personas echan por la boca sobre mi nombre. Del centro
del escarnio y de la indignación. Desde la circunstancia
de mi gran compromiso, vive como es posible
esta luz que suscribo.

Poemas y poetas hondureños

Roberto Sosa: Malditos bailarines sin cabeza

Aquellos de nosotros
que siendo hijos y nietos
de honestísimos hombres de campo,
cien veces
negaron sus orígenes
antes y después
del canto de los gallos.
Aquellos de nosotros
que aprendieron de los lobos
las vueltas
sombrías
del aullido y el acecho,
y que a las crueldades adquiridas
agregaron
los refinamientos de la perversidad
extraídos
de las cavidades de los lamentos.
Y aquellos de nosotros
que compartieron (y comparten)
la mesa
y el lecho
con heladas bestias velludas destructoras
de la imagen de la patria, y que mintieron o callaron
a la hora de la verdad, vosotros,
-solamente vosotros, malignos bailarines sin cabeza-
un día valdréis menos que una botella quebrada
arrojada
al fondo de un cráter de la Luna.

Poemas y poetas hondureños

Roberto Sosa: De niño a hombre

Es fácil dejar a un niño
a merced de los pájaros.

Mirarle sin asombro
los ojos de luces indefensas.

Dejarle dando voces entre una multitud.

No entender el idioma
claro de su medialengua.

O decirle a alguien:
es suyo para siempre.

Es fácil,
facilísimo.

Lo difícil
es darle dimensión
de un hombre verdadero.

Poemas cortosPoemas y poetas hondureños

Roberto Sosa: Los pobres

Los pobres son muchos
y por eso
es imposible olvidarlos.

Seguramente
ven
en los amaneceres
múltiples edificios
donde ellos
quisieran habitar con sus hijos.

Pueden
llevar en hombros
el féretro de una estrella.

Pueden
destruir el aire como aves furiosas,
nublar el sol.

Pero desconociendo sus tesoros
entran y salen por espejos de sangre;
caminan y mueren despacio.

Por eso
es imposible olvidarlos.

Poemas cortosPoemas y poetas hondureños

Roberto Sosa: Las sales enigmáticas

Los Generales compran, interpretan y reparten
la palabra y el silencio.

Son rígidos y firmes
como las negras alturas pavorosas. Sus mansiones
ocupan
dos terceras partes de sangre y una de soledad,
y desde allí, sin hacer movimientos, gobiernan
los hilos
anudados a sensibilísimos mastines
con dentaduras de oro y humana apariencia, y combinan,
nadie lo ignora, las sales enigmáticas
de la orden superior, mientras se hinchan
sus inaudibles anillos poderosos.
Los Generales son dueños y señores
de códigos, vidas y haciendas, y miembros respetados
de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Poemas y poetas hondureños

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz