Temas Poetas

René Char

René Char

Francia: 1907-1988

Poemas de René Char para leer.

René Char: Ni eterno ni temporal

¡El trigo verde en una tierra que todavía no ha sudado, que no ha
hecho más que tiritar! A distancia feliz de los soles precipitados
de los fines de la vida. Rasante bajo la larga noche. Saciado de agua
encima de su luminoso color. Como guardia y viático dos puñales
de cabecera: la alondra, el pájaro que se posa, el cuervo, el espíritu
que se graba.

Versión de Jorge Riechmann

Poemas cortosPoemas y poetas franceses

René Char: Los parajes de Alsacia

¡Te he enseñado La Petite Pierre, la dote de su bosque, el cielo
que nace en las ramas,
La amplitud de sus pájaros cazadores de otros pájaros,
El polen dos veces vivo bajo la llamarada de las flores,
Una torre que se iza a lo lejos como la vela del corsario,
El lago que ha vuelto a ser la cuna del molino, el sueño de un
niño.

¡Allí donde me oprimió mi cinturón de nieve,
Bajo el saledizo de una roca moteada de cuervos,
He dejado la necesidad de invierno.
Nos amamos hoy sin más allá y sin prole,
Ardientes o difuminados, diferentes pero juntos,
Apartándonos de las estrellas cuya naturaleza estriba en
volar sin llegar a destino.

El navío se encamina hacia la alta mar vegetal.
Con todas las luces apagadas nos acoge a bordo.
Estábamos levantados desde antes del alba en su memoria.
Albergó nuestras infancias, lastró nuestra edad de oro,
El llamado, el hospedero itinerante, mientras sigamos
creyendo en su verdad.

Versión de Jorge Riechmann

Poemas y poetas franceses

René Char: Permanente invisible de cazas codiciadas

Permanente invisible de cazas codiciadas,
Cercano, cercano invisible tan cercano a mis dedos,
Oh presa mía distante la noche en que me inclino
Para un novel cuerpo a cuerpo.
Beber friolentamente, ser brutal restablece.
Sobre este jardín doble se redondea tu tapa.
Tienes la densidad de la rosa que se hará.

Versión de Jorge Riechmann

Poemas cortosPoemas y poetas franceses

René Char: Redoble

Sobre la mediana de la tarde, el bamboleo intermitente, el
malecón iluminado de una dársena, y su rechazo del sueño.
El rostro de la muerte y las palabras del amor: el tálamo
de una playa interminable con olas que lanzan a ella guijarros
-interminablemente. Y la lluvia atemorizada haciendo puente,
para no apaciguar.

Versión de Jorge Riechmann

Poemas cortosPoemas y poetas franceses

René Char: El refugio maltratado

Siempre me ha gustado la proximidad, sobre un camino de tierra,
de un hilillo de agua caída del cielo que viene y va persiguiéndose
a sí mismo, y la tierna torpeza de la hierba mediana a la que una carga
de piedras detiene -igual que un revés oscuro pone fin al pensamiento.

Versión de Jorge Riechmann

Poemas cortosPoemas y poetas franceses

René Char: Remanencia

¿Qué te hace sufrir? Como si se despertara en la casa sin ruido
el ascendiente de un rostro al que parecía haber fijado un agri0 espejo. Como si, bajadas la alta lámpara y su resplandor
encima de un plato ciego, levantaras hacia tu garganta oprimida la mesa antigua con sus frutos. Como si revivieras tus fugas
entre la bruma matinal al encuentro de la rebelión tan querida, que supo socorrerte y alzarte mejor que cualquier ternura.
Como si condenases, mientras tu amor está dormido, el pórtico soberano y el camino que lleva a él.
¿Qué te hace sufrir?
Lo irreal intacto en lo real devastado. Sus rodeos aventurados cercados de llamadas y de sangre.
Lo que fue elegido y no fue tocado, la orilla del salto hasta la ribera alcanzada, el presente irreflexivo que desaparece.
Una estrella que se ha acercado, la muy loca, y va a morir antes que yo.

Versión de Jorge Riechmann

Poemas y poetas franceses

René Char: La rosa de roble

Cada una de las letras que componen tu nombre,
oh Belleza, en el cuadro de honor de los suplicios,
desposa la llana simplicidad del sol, se inscribe
en la frase gigante que cierra el cielo, y se asocia
al hombre encarnizado en engañar a su destino
con su contrario indomable: la esperanza.

Poemas cortosPoemas y poetas franceses

René Char: Septentrión

He paseado a orillas de la Folie.
A las preguntas de mi corazón,
Si no las planteaba,
Mi compañera cedía
-Así de imaginativa es la ausencia.
Y sus ojos decrecientes como el Nilo violeta
Parecían contar interminablemente sus ganancias que se extendían
Bajo las piedras frescas.

La Folie se tocaba con largas cañas cortantes.
En alguna parte aquel riachuelo vivía su doble vida.
El oro cruel de su nombre, súbitamente invasor,
Acudía a presentar batalla a la fortuna adversa.

Versión de Jorge Riechmann

Poemas y poetas franceses

René Char: Los soles canoros

La desapariciones inexplicables
Los accidentes imprevisibles
Los infortunios quizá excesivos
Las catástrofes de todo orden
Los cataclismos que ahogan y carbonizan
El suicidio considerado crimen
Los degenerados intratables
Los que se enrollan en la cabeza un delantal de herrero
Los ingenuos de primera magnitud
Los que colocan el féretro de su madre en el fondo de un pozo
Los cerebros incultos
Los sesos de cuero
Los que ivernan en el hospital y conservan la embriaguez
de las ropas desgarradas
La malva de las prisiones
La ortiga de las prisiones
La higuera nodriza de ruinas
Los silenciosos incurables
Los que canalizan la espuma del mundo subterráneo
Los enamorados en éxtasis
Los poetas excavadores
Los que asesinan a los huérfanos tocando el clarín
Los magos de la espiga
Imperan temperatura benigna alrededor de los
sudorosos embalsamados del trabajo.

De «L’Action de la justice est éteinte»
Versión de Aldo Pellegrini

Poemas y poetas franceses

René Char: Textos en colaboración con André Breton y Paul Éluard

Página blanca

El mármol de los palacios es hoy más duro que el sol
Primera proposición

La segunda es algo menos estúpida
El ayuno de los vampiros tendrá como consecuencia la sed que
alienta la sangre de ser bebida
La sed que tiene la sangre de desposar la forma de los arroyos
La sed que tiene la sangre de brotar en los lugares desiertos
La sed que tiene la sangre del agua fresca del cuchillo

El cuerpo y el alma se reúnen en un abrazo

Tercera proposición ésta de carácter deshonesto
Porque el cuerpo y el alma se comprometen juntos
Porque se sirven de excusa el uno al otro

Ralentur traveaux

* * * * *

Bajo palabra

Hay llamas
Más vistosas que las manos que hacen rodar las pesadillas
Sobre la memoria

Se llega al sol por encantamiento
El amor tiene un acentuado sabor a vidrio
Es el coral que surge del mar
Es el perfume desaparecido que vuelve al bosque

Es la transparencia que paga su deuda
Es siempre esa cabeza
De labios deliciosamente entreabiertos
De este lado del muro
Y del otro lado quizás en la punta de una pica

Ralentir traveaux
Versión de Aldo Pellegrini

Poemas y poetas franceses

René Char: Yvonne

La sed hospitalaria

Quién la oyó nunca quejarse?

Nadie más que ella hubiera podido beber las cuarenta fatigas
sin morir,
Esperar, muy adelantada, a quienes venían después;
Desde el alba hasta el crepúsculo era su esfuerzo viril.

Quien ha excavado el pozo y sube el agua yacente
arriesga el corazón en la separación de sus manos.

Versión de Jorge Riechmann

Poemas cortosPoemas y poetas franceses

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz