Poemas de Raúl Zurita para leer.
Ay ése es el amor que hemos llorado tanto ... se
largan los ríos que se aman ... partiendo
Cauce abajo ... arrojándose sobre las praderas
que lloraban mirándose ... Nosotros somos las
montañas que lloraron mirándose dicen los ríos
que las llamaban ... arrastrándolas
Borrascosos ... tras las largas praderas que los
vientos subían ... Quiénes nos subieron el dolor
de esas montañas se van diciendo las inmensas
praderas del cielo ... Somos todos los pastos de
este mundo les contestan largándose los ríos
que se aman ... abiertos ... tirados ... rompiéndose
Irredentos Chile entero lloraba los amarillos pastos que se iban perdien-
do en plena noche sin luz con todas estas llanuras clamando los nuevos
pastos de la madrugada
i. Y qué si redimidos nosotros fuésemos los pastos de la madrugada
ii. Y qué si nos viésemos a nosotros mismos amaneciendo sobre
el valle
iii. Y qué si de luz. la madrugada reviviera los muertos valles de Chile
Porque alborados de luz podrían hacerse los pastos sobre Chile y los
muertos amanecerían entonces riendo por estas llanuras de madrugada
iluminados cantándose la renacida
iv. Todos podrán saber así porque ríe la madrugada
v. Y qué si Chile entero amaneciese resucitado con sus muertos
vi. Todos podrían saber entonces si amaneció el nuevo día sobre
Chile
Porque amanecidos nosotros llegaríamos a ser el despertar que ríe sobre
Chile y los pastos la resucitada final de estos muertos al alba relumbrosos
de luz detrás de los Andes despuntando ellos como un verdor la ma-
drugada.
Como en un sueño, cuando todo estaba perdido
Zurita me dijo que iba a amainar
porque en lo más profundo de la noche
había visto una estrella. Entonces
acurrucado contra el fondo de tablas del bote
me pareció que la luz nuevamente
iluminaba mis apagados ojos.
Eso bastó. Sentí que el sopor me invadía: