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Mihai Eminescu

Poemas de Mihai Eminescu para leer.

Mihai Eminescu: Amada, cada vez que yo pienso en nosotros

Amada, cada vez que yo pienso en nosotros,
un océano de hielo aparece ante mí:
sobre la blanca bóveda no hay ya ninguna estrella,
la luna es una mancha amarilla a lo lejos.
Sobre miles de témpanos que las olas se llevan,
un pájaro planea, las alas fatigadas,
mientras su compañera ha seguido adelante,
unida a la bandada que se pierde al poniente.
Hacia donde ella vuela mira desesperado.
Ya no siente ni pena ni alegría. ..Se muere,
soñando en un instante todo el tiempo pasado.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Más lejos uno de otro cada vez nos sentimos,
cada vez me hundo más en la sombra y el hielo,
mientras desapareces en la eterna mañana.

Versión de Rafael Alberti y María Teresa León

Poemas y poetas rumanos

Mihai Eminescu: Atardecer en la colina

El cuerno quejoso suena en la colina,
suben los rebaños, brillan las estrellas,
las aguas responden, gimiendo en las fuentes;
bajo las acacias, querida, me esperas.

La luna atraviesa clara y santa el cielo,
tus ojos contemplan el raro follaje,
las estrellas húmedas nacen en lo alto,
tú estás de ansias llena y de amor tu seno.

Las nubes resbalan, sus rayos se estrían,
levantan las casas sus techos vetustos,
la roldana al viento chirría en el pozo,
el valle es de humo, las flautas murmuran.

Hombres fatigados, la hoz sobre el hombro,
vuelven de los campos; la toica* resuena,
la campana llena con su voz la noche,
y mi alma se quema de amor en tu fuego.

¡Ah!, pronto en el valle el pueblo se duerme,
¡ah!, pronto mis pasos hacia ti me llevan.
Cerca de la acacia pasaré la noche
e incansablemente te diré: te quiero.

Las cabezas juntas, una contra otra,
bajo la alta acacia nos adormiremos
¿Quien la vida entera no la entregaría
por una tan bella, tan dichosa noche?

* Toica es un trozo de madera o metal que se golpea para llamar a la oración

Versión de Rafael Alberti y María Teresa León

Poemas y poetas rumanos

Flor azul: Poema de Mihai Eminescu en español fácil de leer

Melancolía: Poema de Mihai Eminescu en español fácil de leer

Mihai Eminescu: ¡Oh, madre!

¡Oh, madre, dulce madre, del fondo de los tiempos
siento que entre el murmullo de las hojas me llamas!
Sobre la cripta negra de la sagrada tumba,
se deshoja la acacia al soplo del otoño
y sus ramas agita, tu voz acompañando...
Ellas se mecerán y tú dormirás siempre.

Cuando muera, querida, no llores a mi lado;
pero al sagrado tilo arráncale una rama,
ponla en mi cabecera y entiérrala conmigo
y que sobre ella corra el llanto de tus ojos;
un día llegará a dar sombra a mi tumba...
La sombra crecerá y yo dormiré siempre.

Y si acaso ocurriese que muriéramos juntos,
que no nos lleven nunca al triste cementerio,
que caven nuestra tumba al borde de un arroyo,
que nos coloquen juntos en un mismo ataúd;
así te quedarás apoyada en mi hombro...
Siempre llorará el agua y dormiremos siempre.

Versión de Rafael Alberti y María Teresa León

Poemas y poetas rumanos

La oración de un Dacio: Poema de Mihai Eminescu en español fácil de leer

Mihai Eminescu: Yo quisiera dormirme

(Variante)

Yo quisiera dormirme,
perdido en la noche.
Condúceme en silencio
al borde del mar.

No quiero ataúd rico,
luces ni oriflamas,
trénzame sólo un lecho
de jóvenes ramos.

Que el sueño me sea dulce
y el bosque cercano,
que brille un cielo limpio
en las hondas aguas.

Que del dolor brotando
suban a la orilla,
que a las rocas se abracen
sus brazos de olas.

Se levantan y caen
murmurando siempre,
mientras sobre los pinos
resbala la luna.

Que nadie junto a mí
llore en mi almohada,
que la muerte haga hablar
las hojas resecas.

Que el todopoderoso
en el viento pase,
que en mí el sagrado tilo
sacuda su flor.

Y como no andaré
nunca más errante,
caerán sobre mí
los tiernos recuerdos

que no sabrán que miro
la inquietud del mundo
mientras que las lianas
mi soledad cubren.

Poemas y poetas rumanos

Separación: Poema de Mihai Eminescu en español fácil de leer

Mihai Eminescu: Sólo tengo un deseo

Sólo tengo un deseo:
que en la paz de la tarde
me permitáis morir
a la orilla del mar;
me sea dulce el sueño
y el bosque esté cercano,
que en la extensión del agua
reine un cielo sereno.
Oriflamas no quiero,
ni un lujoso ataúd,
hacedme sólo un lecho
con las jóvenes ramas.

Y nadie junto a mí
llore en mi cabecera,
nada más que el otoño
hable en las hojas secas.
Mientras corren las fuentes
cayendo rumorosas,
se deslice la luna
sobre los altos pinos.
Que las esquilas suenen
al viento de la tarde,
que sobre mí el sagrado
tilo vuelque sus ramas.

Como ya no andaré
nunca más errabundo,
tiernamente mi tumba
cubrirán los recuerdos.
Los astros, que se elevan -
de la enramada en sombra,
serán para mí amigos,
sonriendo de nuevo.
Gemirá apasionado
el canto del mar áspero...
y me volveré tierra
en mi honda soledad.

Versión de Rafael Alberti y María Teresa León

Poemas y poetas rumanos

Venus y Madona: Poema de Mihai Eminescu en español fácil de leer

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