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Medardo Ángel Silva

Medardo Ángel Silva

Ecuador: 1898-1919

Poemas de Medardo Ángel Silva para leer.

Sobre el poeta Medardo Ángel Silva [occultar]

El poeta que murió a los 21 años

Vida breve pero intensa

Medardo Ángel Silva, nacido en Guayaquil, Ecuador, en 1898, es recordado como una de las figuras más trágicas y talentosas de la literatura hispanoamericana. Su vida fue corta—falleció a los 21 años—pero su obra dejó una huella profunda en el modernismo ecuatoriano.

Estilo literario

Silva se destacó por su poesía melancólica y cargada de simbolismo, influenciada por autores como Rubén Darío y los poetas franceses del siglo XIX. Sus versos exploraban temas como el amor no correspondido, la muerte y la fugacidad de la vida, con un lenguaje lírico y musical. Su obra más conocida, El árbol del bien y del mal, refleja esta sensibilidad decadente.

Relaciones cercanas

Aunque su vida fue solitaria en muchos aspectos, Silva mantuvo una estrecha amistad con otros escritores ecuatorianos de su tiempo, como José María Egas y Augusto Arias. Estos vínculos intelectuales fueron cruciales para su desarrollo literario, aunque su temperamento introspectivo lo llevó a aislarse con frecuencia.

Legado y muerte trágica

Silva murió en 1919 en circunstancias aún discutidas—algunos sugieren suicidio, otros un accidente con arma de fuego. Su muerte prematura lo convirtió en un símbolo del poeta maldito, y su obra sigue siendo estudiada por su profundidad emocional y técnica refinada.

Lección de vida

La corta existencia de Medardo Ángel Silva enseña cómo el arte puede florecer incluso en las condiciones más adversas. Su poesía, escrita en medio de la pobreza y la angustia, sigue resonando como un testimonio de la belleza efímera pero eterna.

Medardo Ángel Silva: Las alas rotas

En continuas orgías cuerpos y almas servimos
a los siete lobeznos de los siete pecados:
la vid de la Locura de sus negros racimos
exprimió en nuestras bocas los vinos condenados.

Pálidas majestades sombrías y ojerosas,
lánguidos oficiantes de pintadas mejillas
se vieron coronados de nuestras frescas rosas
y en la Misa del Mal doblamos las rodillas...

Y acabado el festín -al ensayar el vuelo
hacia el puro Ideal- como heridas gaviotas
las almas descendieron al putrefacto suelo,
asfixiadas de luz con las alas rotas!

Poemas y poetas ecuatorianos

Medardo Ángel Silva: El alma en los labios

Para mi amada

Cuando de nuestro amor la llama apasionada,
dentro de tu pecho amante contemples extinguida,
ya que sólo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes me arrancaré la vida.

Porque mi pensamiento lleno de este cariño,
que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo,
lejos de tus pupilas es triste como un niño,
que se duerme soñando en tu acento de arrullo.

Para envolverte en besos quisiera ser el viento,
y quisiera ser todo lo que tu mano toca;
ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento,
para poder estar más cerca de tu boca.

Vivo de tu palabra y eternamente espero,
llamarte mía como quien espera un tesoro.
Lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero,
y besando tus cartas ingenuamente lloro.

Perdona que no tenga palabras con que pueda,
decirte la inefable pasión que me devora;
para expresar mi amor solamente me queda,
rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda,
dejar mi palpitante corazón que te adora.

Poemas y poetas ecuatorianos

Medardo Ángel Silva: Amada

El duro son de hierro tornaré melodía
para cantar tus ojos! -violetas luminosas-
la noche de tu negra cabellera y el día
de tú sonrisa, pura más que las puras rosas.

Tú vienes con el alba y con la primavera
espiritual, con toda la belleza que existe,
con el olor de lirio azul de la pradera
y con la alondra alegre y con la estrella triste.

La historia de mi alma es la del peregrino
que extraviado una noche en un largo camino
pidió al cielo una luz... y apareció la luna;
pues, estaba de un viejo dolor convaleciente,
y llegaste lo mismo que una aurora naciente,
en el momento amargo y en la hora oportuna.

Poemas y poetas ecuatorianos

Medardo Ángel Silva: Amanecer cordial

Ah, no abras la ventana todavía,
es tan vulgar el sol!... La luz incierta
conviene tanto a mi melancolía...
me fastidia el rumor con que despierta
la gran ciudad... Es tan vulgar el día!...

Y ¿para qué la luz? ...En la discreta
penumbra de la alcoba hay otro día
dormido en tus pupilas de violeta...
Un beso más para mi boca inquieta...
Y no abras la ventana todavía!

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Aniversario: Poema de Medardo Ángel Silva en español fácil de leer

Medardo Ángel Silva: Citeres

Con el frú-frú sedoso de femenil enagua
deshilaba en la costa sus encajes el agua...

Oh, la isla melodiosa!
surgía de las ondas como una enorme rosa
primaveral, o el cuerpo de la niña;
era la voluptuosa
isla donde vendimia Amor su roja viña...

Oh, ingénuas albas! Oh, inocencias! Era
en la frescura de la Primavera
blanca de lirios opulentos. Sobre
el mar azul marchaba mi galera.
Sonaba el viento sus eolias flautas
y daba el mar su fragancia salobre
que fue el incienso de los argonautas.

Y sonó entonces el erótico
llanto de las oceánides, en las rubias arenas
soplaban caracoles rosados las sirenas;
se cerraron los Párpados Por el influjo hipnótico...
y el triunfo fue de las sirenas...!

Al fin, dejé esas playas. ..(Descendía la noche
Ulises, en la sombra, me daba su reproche...
Blancos miembros desnudos
de mujeres, quedaban en la playa fragante;
y teñidos de sangre vi sus brazos menudos
al temblor luminoso de una estrella distante...

Me incorporé...(Mordía en mis carnes el frío...).
Y miré un corazón palpitando en sus manos;
llevé mi mano al pecho... y la encontré vacío...
Y seguí, oyendo el ritmo de los astros lejanos...!

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Medardo Ángel Silva: Danse d´Anitra

Va ligera, va pálida, va fina,
cual si una alada esencia poseyere.
Dios mío, esta adorable danzarina,
se va a morir, va amorir... se muere.

Tan aérea, tan leve, tan divina,
se ignora si danzar o volar quiere;
y se torna su cuerpo una ala fina,
cual si el soplo de Dios la sostuviere.

Sollozan perla a perla cristalina,
las flautas en ambiguo miserere...
Las arpas lloran y la guzla trina...
¡Sostened a la leve danzarina,
porque se va a morir... porque se muere!

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Divagaciones sentimentales: Poema de Medardo Ángel Silva en español fácil de leer

Medardo Ángel Silva: Estampas románticas

II
El paisaje es de fábula. ..de ensueño. ..hasta la luna
suscita la ilusión de mágicos países...
El jardín encantado, cuando suena la una,
entre el perfume de almas ve mil espectros grises.

Como un niño extraviado, mi pesar errabundo
va por otras edades doradas y distintas...
(El jardín no parece ya un jardín de este mundo
irreal, sin la voz de sus fuentes extintas...).

Tapiz descolorido de grandes rosas rojas
y magnolias nevadas, es la triste alameda...
Y el alma ultrasensible, al caer de las hojas,
cree oír el rumor de tu enagua de seda.

VI
Mayo en el Huerto y en el cielo...
Arturo Borja

Las rosas del crepúsculo de la tarde de Mayo,
como una fresca lluvia -rosadas, amatistas-
descienden a las casas... el sol en un desmayo
de lumbres, idealiza las flotantes batistas...

Voces que hacen pensar en magnolias y armiños
conmueven el fastuoso silencio de las salas...
Las horas, perfumadas de inocencias de niños,
pasan sobre la frente con dulce roce de alas...

Sobre los sueños puros de nueva primavera,
un júbilo de bronces en el aire se espacia...
y la brisa errabunda parece que dijera;
-Dios te salve, María, llena eres de gracia...

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Estancias: Poema de Medardo Ángel Silva en español fácil de leer

Medardo Ángel Silva: Intermezzo

La seda de tus lánguidas pestañas
a proteger tus ojos descendía,
ante la encantadora bicromía,
de las aristocráticas arañas.

Un solemne mutismo de campañas
al Vesper, nuestras almas invadía;
y, de súbito, habló la melodía
con un dulzor de pastoriles cañas...

Para escucharla, se detuvo el viento...
a la maga caricia de su acento,
vibró tu carne de escultura, viva;

la noche se durmió en tu cabellera
y, besando las lilas de tu ojera,
se perfumó una lágrima furtiva...

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La investidura: Poema de Medardo Ángel Silva en español fácil de leer

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