Poemas de María Monvel para leer.
Copa de cristal pulido,
bebo, bebo y no me embriago,
con sabor a corazón
y sabor divino a labios.
Bacante soy de una orgía
deliciosa y no me exalto.
Ruedan abiertas las rosas
sobre mi corpiño intacto,
y yo bebo y bebo más
el licor que sabe a labios.
Maravilloso licor
del que yo he bebido tanto,
sin que se alteren mis venas,
sin que en mi mente haga estragos.
Centellea como dos
ojos negros en mi vaso,
prende infinitas antorchas
en mi corazón helado,
y arrastra mi pensamiento
hacia caminos fantásticos.
Bebo, y no estoy ebria, no;
muerdo el cristal de mi vaso
y hago trizas los espejos
que miran y estoy mirando.
Me sumerjo en mi licor
como en olas de cobalto
y aunque bebo, no me estalla
roto el cerebro en pedazos.
Disuelvo mi pensamiento,
licor con sabor a labios,
y en tus alas de emoción
toda voluntad deshago.
¡Centellear de ojos ardientes,
aunque muero, no me embriago,
y aunque he disuelto mi vida
en la copa de tus labios!
Me estoy durmiendo poco a poco,
me estoy durmiendo sobre el mar.
Un hierro sólo me separa
de su viscosa inmensidad
y yo me duermo poco a poco
con blando y dulce cabecear.
¿vendrá el naufragio si me duermo?.
¿ Me tragará dormida el mar?.
¿Morderé perlas, algas, conchas
en un futuro despertar?.
¿Conversaré con las sirenas?.
¿Algún tritón me abrazará?.
¿Iré a las fiestas de Neptuno
en un carruaje de coral?....
En la litera pequeñita
mi corazón dormido está.
No más que un hierro me separa
de su viscosa inmensidad.
¡Ah! ¡Mi vida! Te amo, te amo ¿has entendido?.
Estoy loco por ti, loco de mil locuras,
y aun digo palabras que son siempre las mismas,
te amo, como se ama sólo una vez, sólo una ...
¡Te amo ! ¿ Me comprendes? ¿Te ríes? ¿Soy estúpido?
pero ¿ que quieres que haga para que al fin me entiendas,
para que al fin lo sientas? Lo que se dice es vano
y vacío, y yo busco lo que nunca se encuentra ...
lo que los propios besos no expresan nunca, nunca,
lo que ahoga aquí como enorme sollozo,
aquello que siento ansias de traducir , inútil,
¡y que decir no alcanzo y que expresar no logro!.
Y pensar que se vive a través de palabras,
de las cuales me siento con sed y que analizo.
Es preciso que sepas y es preciso que diga
que diga justamente lo que nunca te he dicho.
Para hablarte quisiera ser un hondo poeta
que te dijera .... pero, ¡ respóndeme alma mía!
¿ qué sientes, cuando así te tengo entre mis brazos
toda tú: tu cabeza pequeña y tu sonrisa?...
¡ y cuando cien mil veces, sin saber lo que digo,
y queriendo decir lo que procuro en vano,
te repito otra vez esa frase vacía
que te dice tan poco: ¡estoy loco y te amo!...
Juega como los pájaros y el viento
y yo, como los pájaros y el viento
le traje a mí, cuando me di al amor.
Juega como los pájaros y el viento
porque toda la tierra es su elemento
aunque le cerquen ya muerte y dolor.
!No podrá defenderlo tu ternura!
Es bello el sol, pero la tierra es dura ....
¡Teme al amor! ¡Huye al amor , mujer!
La nube es clara, pero el hombre es fiera,
y ¡ay! es mejor que en tus entrañas muera
que bello es ser, pero es mejor no ser.
Poemas cortosPoemas y poetas chilenos
Es que yo era la luna
y es que tú eras el sol.
Cuando resplandecías
blanca brillaba yo.
Me miraban diciendo:
'¡qué dulce resplandor!'
y bajo mis destellos
de clara respiración
se amaban los amantes
con más ardiente amor.
Es que yo era la luna
y es que tú eras el sol.
Las gentes lo ignoraban
y lo ignoraba yo.
¡Yo creía que mío
era todo el fulgor!
Pero un día en el cielo
el sol apagó Dios.
No brilló más la luna
ni nunca más bañó
rostros de amantes pálidos
con pálido fulgor.
Como apagada escoria
en las nubes quedó
y supo ¡oh desencanto!
que no era un resplandor,
sino un reflejo pálido
que le mandaba el sol.
Tú eras el sol, mi vida,
y la luna era yo.
La fortuna te dió un escaso privilegio.
Van sus cadenas áureas a tus manos prendidas
tornándote más bello su extraño sortilegio ...
¡Y tu ambición recela que es poco aun, mi vida!.
Los honores doblaron en reverencia grave
su multitud de frentes a tu valer rendidas.
Besó tus pies la gloria con su gran beso suave,
¡y tu ambición recela que es poco aun, mi vida!.
En tus venas elásticas, la sangre azul circula.
Ni una gota bastarda haló en ellas cabida.
Tu escudo en el campo azur el de un infante emula
¡y tu ambición recela que es poco aun , mi vida!.
Alabardas ha puesto a tus cuarenta años
la juventud, para salvaguardar erguida
tu frente, donde no hay surcos de desengaños
¡y tu ambición recela que es poco aun, mi vida!
Se clavó la belleza como un sol en tus ojos.
Dió la luna a tus dientes es luz desvaída
y ha agonizado el día en tus cabellos rojos ...
¡ y tu ambición recela que es poco aun , mi vida!.
Mi corazón estruja tu mano despiadada
y me es dulzura y miel esta mortal herida,
Mujer, como una niña me muero enamorada
y tu ambición recela que es poco aun , mi vida!.
I
Inquietud de Otoño,
soledad de los parques,
tristeza de las cosas,
languidez de los árboles,
cielos de esmaltes grises...
Otoño, oro y blancura,
¡tu sol es blanco y frío
como la luna!...
Nacen en ti los vientos,
hijos son del Ogro,
y roban a los parques
sus tapices de oro.
Otoño pensativo
Otoño de la tierra,
¡para mí has sido , Otoño,
la primavera!.
II
De jugar cansadita
a la madre te acercas,
juntando a mis mejillas
tus mejillas de seda.
Mi inquieto amor te atrae,
mi inquieto amor te besa...
¿Eres mi primer hijo
o mi última muñeca?
¿No tienes frío, dime?
El Otoño comienza ...
¡Que te importa el Otoño
si soy tu primavera!.
¿Que te importa que el viento
silbe iracundo afuera?
¡Otoño es de los niños
que tienen madre muerta!