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Manuel Scorza

Manuel Scorza

Poemas de Manuel Scorza para leer.

Sobre el poeta Manuel Scorza [occultar]

El poeta que rescató la voz de los Andes

Estilo literario

Manuel Scorza fue un escritor peruano cuya obra se caracterizó por fusionar la realidad social con elementos míticos y poéticos. Su estilo combinaba la denuncia política con una prosa lírica, creando un universo literario único. Destacó por su ciclo narrativo La guerra silenciosa, donde retrató la lucha de las comunidades indígenas contra la opresión. Su poesía, por otro lado, estaba cargada de simbolismo y un profundo sentido de identidad andina.

Lo que lo hizo famoso

Scorza es reconocido por dar visibilidad a las injusticias sufridas por los campesinos andinos durante el siglo XX. Su obra no solo fue literaria, sino también un acto de resistencia. Redoble por Rancas, una de sus novelas más celebradas, se convirtió en un símbolo de la literatura comprometida con los movimientos sociales. Además, su labor como editor y promotor cultural lo consolidó como una figura clave en la escena literaria latinoamericana.

Personas cercanas a él

A lo largo de su vida, Scorza mantuvo vínculos estrechos con intelectuales y artistas comprometidos con causas sociales. Entre sus círculos más cercanos se encontraban escritores como Julio Ramón Ribeyro y José María Arguedas, con quienes compartía la preocupación por la marginalización de las culturas indígenas. Su exilio en Europa también lo acercó a figuras del boom latinoamericano, aunque siempre mantuvo una postura crítica frente a las tendencias literarias dominantes.

Lecciones de vida y legado

Scorza enseñó que la literatura puede ser un arma de transformación social. Su vida estuvo marcada por el exilio y la persecución política, pero nunca abandonó su compromiso con los más vulnerables. Murió trágicamente en 1983, junto a otras figuras prominentes, en un accidente aéreo cerca de Madrid. Su muerte truncó una carrera prolífica, pero su obra sigue siendo un referente para quienes buscan entender la complejidad cultural y política del Perú.

Reflexión final

Más que un escritor, Scorza fue un cronista de las luchas olvidadas. Su poesía y narrativa siguen resonando como un llamado a la justicia y a la reivindicación de las voces silenciadas. Su legado es un recordatorio de que el arte puede ser tan poderoso como la acción directa.

Manuel Scorza: América, no puedo escribir tu nombre sin morirme

América,
no puedo escribir tu nombre sin morirme.
Aunque aprendí de niño,
no me salen derechos los renglones;
a cada sílaba tropiezo con cadáveres,
detrás de cada letra encuentro un hombre ardiendo,
y no puedo ni cerrar la a
porque alguien grita como si se quedara dentro.

Vengo del Odio,
vengo del salto mortal de los balazos;
está mi corazón sudando pumas:
sólo oigo el zumbido de la pena.

Yo atravesé negras gargantas,
crucé calles de pobreza,
América, te conozco,
yo mismo tendí la cama
donde expiró mi vida vacía.

Yo tenía dieciocho años
yo vivía
en un pueblo pequeño,
oyendo el diálogo de musgo de las tardes,
pero pasó mi patria cojeando,
los ahogados empezaron a pedir más agua,
salían de mi boca escarabajos.
Sordo, oscuro, batracio, desterrado,
¡era yo quien humeaba en las cocinas!

¡Amargas tierras,
patrias de ceniza,
no me entra el corazón en traje de paloma!
¡Cuando veo la cara de este pueblo
hasta la vida me queda grande!

¡Pobre América!
En vano los poetas
deshojan ruiseñores.
No verán tu rostro mientras no se atrevan
a llamarte por tu nombre, ¡América mendiga,
América de los encarcelados,
América de los perseguidos,
América de los parientes pobres!
¡Nadie te verá si no deshacen
este nudo que tengo en la garganta!

Poemas y poetas peruanos

Manuel Scorza: Años de los castigos

¡Años de los castigos!
¡Años de las prisiones!
¡Años que se comieron las arañas!
No tuve paz,
ni dónde reclinar la cabeza.
Los trenes me llevaban,
entraban a las tumbas,
cruzaban los infiernos,
mas mi corazón salía
de los hornos tiritando.

¡Años de los perseguidos!
¡Años de los flagelados!
¡Años como ratas echadas a morir!
Como piedra atravesé la vida,
las miserias, las prisiones,
anduve por los pueblos,
llegué a la comarca
donde el pan sólo se viste de fantasma.

Desde casas vacías,
desde catres solteros,
desde trajes gastados y pálidos deudores,
desde domingos sin nadie con quien pasear,
vengo diciendo que los hombres sufren,
las aguas sufren, las camas sufren.

A verme vienen quejándose las tardes,
las piedras quieren que cuente las pisadas,
el túnel tiene hinchado su único ojo,
toca el gallo su corneta lastimera.
¡Oscura es la vida,
la tierra sólo sirve para enterrarnos!

Poemas y poetas peruanos

Manuel Scorza: La casa vacía

Voy a la casa donde no viviremos
a mirar los muros que no se levantarán.

Paseo las estancias
y abro las ventanas
para que entre el Tiempo de Ayer envejecido.

¡Si vieras!
Entre las buganvillas
cansadamente juegan
los hijos que jamás tendremos.

Yo los miro. Ellos me miran.
Mi corazón humea.
Éste es el sitio
donde mi corazón humea.

Y a esta hora,
en el balcón, callada,
yo sé que tú también te mueres
y piensas en mí hasta ensangrentarte,
Yo también pienso en ti.

Óyeme donde estés:
por esta herida no sale sólo sangre:
me salgo yo.

Poemas y poetas peruanos

Manuel Scorza: La cita

Son las siete;
la calle está oscura;
ya no vendrás.

Aunque llegaras
todas las tardes
a la orilla de esta cita,
y aguardaras, inmóvil,
todas las horas que en el mundo faltan
ya no me hallarás,
porque esperándote perdí mi juventud.

Y no como el guerrero
que las manos moja
en la espuma bermeja de la guerra.
¡No como los ardientes varones que conocí! :
¡Alexander extraviado en la espesura!
¡Gabriel amarrado a los torrentes!
¡Eugenio deshojado a la aventura!
¡Amaro, que un día solo con tu fusil partiste!
¡Os envidio, jóvenes vehementes,
a quienes no bastándoles los crepúsculos,
por mirar llamaradas
incendiaron su propia edad florida!

Yo, miserablemente
perdí mi juventud;
aguardando que cumplieras
la cita de los parques,
gasté los veloces años.
¡Oh cafés humosos donde fingí
leer los diarios de mi feroz melancolía!

Esperándote perdí la juventud
y me pesa.
Son las siete:
y estoy solo.

Poemas y poetas peruanos

Crepúsculo para Ana: Poema de Manuel Scorza en español fácil de leer

Manuel Scorza: Dalmacia

Como Jonás viví mi juventud en el vientre
de Dalmacia.

Brisas eran mis cabellos, tifones mis cejas.

En tu vientre más alto que Orión millones
de estorninos revoloteaban.

Yo me sumergía a buscar pececillos, recorría
ramblas, penetraba a los iglúes a dormir con
ondulantes hembras.

El viento de marzo quiebra los frascos
donde Dalmacia guarda nuestros fetos.
Villanos: éste es el tiempo en que menstruan
los años.
Éramos felices: por nuestros anillos Saturno
saltaba dichoso.
Jaulas de alisios, auroras palpitantes
Dalmacia me traía.
Pero faltaron las brisas, las pestes
despoblaron los mares.
Bajo soles negros, la lengua seca, vagamos
por océanos calvos.

Dalmacia agonizante me vomitó sobre las playas,
Yo quise besarla,
hacia países verdes en brazos conducirla.

Yo grité desde los acantilados:
¡Dalmacia, es difícil vivir!
¡Es difícil llevarse a los labios tazas
humeantes de sueños!

No me oía.
Entre los témpanos nadaba para siempre neblina.

Poemas y poetas peruanos

Desengaños del mago: Poema de Manuel Scorza en español fácil de leer

Manuel Scorza: El desterrado

Cuando éramos niños,
y los padres
nos negaban diez centavos de fulgor,
a nosotros
nos gustaba desterrarnos a los parques,
para que viéramos que hacíamos falta,
y caminaran tras su corazón
hasta volverse mas humildes y pequeños que nosotros.

Entonces era hermoso regresar!

Pero un día
parten de verdad los barcos de juguete,
cruzamos corredores, vergüenzas, años;
y son las tres de la tarde
y el sol no calienta la miseria.
Un impresor misterioso
pone la palabra tristeza
en la primera plana de todos los periódicos.

Ay, un día caminando comprendemos
que estamos en una cárcel de muros que se alejan...

Y es imposible regresar.

Poemas y poetas peruanos

Manuel Scorza: Elegía de los desconocidos

Ya no nos conocemos, ya no nos entendemos,
¿qué pasa?

Nuestro amor como los árboles daba pájaros.
¿Qué está pasando?

El viento del mar desesperado
agita pañuelos de musgo en las esquinas.

Me voy.
Pañuelo de llorar: mejor me voy.

Al atardecer los pájaros también se van,
viajan a las torres buscando picos tiernos.

A los reptiles, yo.
Al fondo del agua a vivir ardiendo.

Porque para esta sed el agua está vacía,
vacía está el agua para mi corazón sediento.

Poemas y poetas peruanos

Manuel Scorza: Epístola de los poetas que vendrán

Tal vez mañana los poetas pregunten
por qué no celebramos la gracia de las muchachas;
tal vez mañana los poetas pregunten
por qué nuestros poemas
eran largas avenidas
por donde venía la ardiente cólera.

Yo respondo:
por todas partes oíamos el llanto,
por todas partes nos sitiaba un muro de olas negras.
¿Iba a ser la Poesía
una solitaria columna de rocío?
Tenía que ser un relámpago perpetuo.

Mientras alguien padezca,
la rosa no podrá ser bella;
mientras alguien mire el pan con envidia,
el trigo no podrá dormir;
mientras llueva sobre el pecho de los mendigos,
mi corazón no sonreirá.

Matad la tristeza, poetas.
Matemos a la tristeza con un palo.
No digáis el romance de los lirios.
Hay cosas más altas
que llorar amores perdidos:
el rumor de un pueblo que despierta
¡es más bello que el rocío!
El metal resplandeciente de su cólera
¡es más bello que la espuma!
Un Hombre Libre
¡es más puro que el diamante!

El poeta libertará el fuego
de su cárcel de ceniza.
El poeta encenderá la hoguera
donde se queme este mundo sombrío.

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Manuel Scorza: Eva

Entre todas las doncellas que pastan
en los patios del Sofista ninguna más hennosa
que Eva,

Eva, la del cuello especialmente creado
para ramonear hierba en otros planetas.

Eva,

ahora sólo eres un agujero donde el zorro
esconde sus tesoros epilépticos.

Eva,

por tu anillo
pasaban tiritando, el falo erecto, los planetas
iracundos.

Eva y yo a picotazos disputábamos
los gusanillos de los años.
Ustedes son jóvenes,
ustedes nunca sabrán cómo era este
poblado en el tiempo en que la ciudad vivía
colgada del rabo de los purísimos mandriles.

La corniveleta muchacha llegaba.
Hervía la ciudad.
En los billares pastan las calumnias,
en los circos cacarea la arena.
Me saltan las lágrimas cuando el Dandy
me conduce a los balnearios donde Eva los
obeliscos de nuestra pasión empollaba:

Por las playas buscábamos delirios, quizás estrellas,
megaterios.

Decenios recorrimos las arenas
hasta reconocer tus ojos en una malagua.

Eva: tu belleza ofendió a las matronas.

El Inquisidor mandó desnudarte: en tus senos
los alguaciles descubrieron huellas de los mordiscos
del Giboso.

El gentío aulló: esa misma tarde te condujeron
a la hoguera.

Desde entonces ardes
y a veces en las noches me despiertan
los chillidos de tu calavera azul.

Poemas y poetas peruanos

Manuel Scorza: La lámpara

Como la lámpara olvidada
arde invisible en el día,
así mi corazón se ha consumido
sin que tú lo vieras.

Mas ya pasaron para ti las mieses,
y tardos los años,
yo sé que ahora
tus ojos buscan
las huellas bermejas de mi pasión.

Es tarde:
mi corazón calcinado
apenas soporta sus cenizas,
y aunque estás cercana,
y quiero llamarte
mudas están las hogueras
donde antaño ardieron
airadas voces tiernas.

Mi tristeza ya no puede
ni con el peso del rocío.

Es tarde:
la vida se nos gasta en actos vanos

Es tarde:
detrás de mis ojos ya no hay nadie.

Poemas y poetas peruanos

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