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Luis Palés Matos

Luis Palés Matos

Puerto Rico: 1898-1959

Poemas de Luis Palés Matos para leer.

Sobre el poeta Luis Palés Matos [occultar]

El poeta que fusionó la cultura afroantillana con la poesía puertorriqueña

Vida y eventos importantes

Luis Palés Matos nació el 20 de marzo de 1898 en Guayama, Puerto Rico. Desde joven, mostró un gran interés por la literatura, publicando su primer poema a los 14 años. Aunque no tuvo una formación académica formal en letras, su talento natural lo llevó a convertirse en una figura central de la poesía puertorriqueña. Vivió durante una época de cambios sociales y culturales en la isla, lo que influyó profundamente en su obra.

Críticas y controversias

Palés Matos fue pionero en incorporar elementos afroantillanos en su poesía, lo que generó tanto admiración como rechazo. Algunos críticos lo acusaron de apropiarse de una cultura que no era la suya, mientras que otros celebraron su capacidad para dar voz a una identidad marginada. A pesar de las polémicas, su trabajo abrió camino para futuras generaciones de escritores caribeños.

Actividades favoritas

Además de escribir, Palés Matos disfrutaba de la música y la danza, elementos que frecuentemente aparecían en sus poemas. También era un ávido lector de filosofía y literatura universal, lo que enriqueció su estilo poético.

Estilo literario

Su escritura se caracteriza por el uso de ritmos musicales, onomatopeyas y un lenguaje vibrante que evoca la herencia africana en el Caribe. Palés Matos combinaba lo culto con lo popular, creando una poesía única que celebraba la diversidad cultural de Puerto Rico.

Poemas más famosos

Entre sus obras más reconocidas se encuentran:
  • "Majestad Negra" (un homenaje a la belleza y fuerza de la mujer afrocaribeña).
  • "Danza Negra" (donde el ritmo y la musicalidad son protagonistas).
  • "Pueblo Negro" (una reflexión sobre la identidad y la resistencia).

Su legado sigue vivo en la literatura caribeña, inspirando a quienes buscan explorar las raíces multiculturales de la región.

Luis Palés Matos: DANZA NEGRA

Calabó y bambú.
Bambú y calabó.
El Gran Cocoroco dice: tu-cu-tú.
La Gran Cocoroca dice: to-co-tó.
Es el sol de hierro que arde en Tombuctú.
Es la danza negra de Fernando Poo.
El cerdo en el fango gruñe: pru-pru-prú.
El sapo en la charca sueña: cro-cro-cró.
Calabó y bambú.
Bambú y calabó.

Rompen los junjunes en furiosa u.
Los gongos trepidan con profunda o.
Es la raza negra que ondulando va
en el ritmo gordo del mariyandá.
Llegan los botucos a la fiesta ya.
Danza que te danza la negra se da.

Calabó y bambú.
Bambú y calabó.
El Gran Cocoroco dice: tu-cu-tú.
La Gran Cocoroca dice: to-co-tó.

Pasan tierras rojas, islas de betún:
Haití, Martinica, Congo, Camerún;
las papiamentosas antillas del ron
y las patualesas islas del volcán,
que en el grave son
del canto se dan.

Calabó y bambú.
Bambú y calabó.
Es el sol de hierro que arde en Tombuctú.
Es la danza negra de Fernando Poo.
El alma africana que vibrando está
en el ritmo gordo del mariyandá.

Calabó y bambú.
Bambú y calabó.
El Gran Cocoroco dice: tu-cu-tú.
La Gran Cocoroca dice: to-co-tó.

Poemas y poetas puertorriqueños

Luis Palés Matos: A GLORIA MARÍA MADRAZO

Cuando puedas leer lo que hoy te escribo,
Ya yo estaré muy lejos
Por remotos caminos,
En el último viaje sin regreso...
Para entonces te digo:
Toma a tu hermosa madre de modelo;
Ella es aire y es luz y es melodía,
Y es levedad, ternura y sentimiento.
De su mano, ligera cual la nube,
Alada como el céfiro,
Irás por claros mundos de armonía,
Azules mundos de quimera y sueño.
Y toma de tu padre
Su gran bondad de corazón abierto,
Su generoso espíritu de lucha
Que infunde un goce límpido al esfuerzo.

Flanqueada así, ya puedes
Desafiar los abrojos del sendero,
Pues tu padre y tu madre están contigo,
Y la fe y el amor están con ellos.

Poemas y poetas puertorriqueños

PRELUDIO EN BORICUA: Poema de Luis Palés Matos en español fácil de leer

Luis Palés Matos: PUEBLO

¡Piedad, Señor, piedad para mi pobre pueblo
donde mi pobre gente se morirá de nada!
Aquel viejo notario que se pasa los días
en su mínima y lenta preocupación de rata;
este alcalde adiposo de grande abdomen vacuo
chapoteando en su vida tal como en una salsa;
aquel comercio lento, igual, de hace diez siglos;
estas cabras que triscan el resol de la plaza;
algún mendigo, algún caballo que atraviesa
tiñoso, gris y flaco, por estas calles anchas;
la fría y atrofiante modorra del domingo
jugando en los casinos con billar y barajas;
todo, todo el rebaño tedioso de estas vidas
en este pueblo viejo donde no ocurre nada,
todo esto se muere, se cae, se desmorona,
a fuerza de ser cómodo y de estar a sus anchas.

¡Piedad, Señor, piedad para mi pobre pueblo!
Sobre estas almas simples, desata algún canalla
que contra el agua muerta de sus vidas arroje
la piedra redentora de una insólita hazaña...
Algún ladrón que asalte ese banco en la noche,
algún Don Juan que viole esa doncella casta,
algún tahur de oficio que se meta en el pueblo
y revuelva estas gentes honorables y mansas.

¡Piedad, Señor, piedad para mi pobre pueblo
donde mi pobre gente se morirá de nada!

Poemas y poetas puertorriqueños

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