Poemas de Lucero Alanís de Gurrola para leer.
Dejamos una vida cada noche
al borde de la cama
En las ropas
sacudimos con fuerza
el polvo del fracaso
No desnudos del todo
en las cobijas prendemos
un trozo de mañana
para soñarlo muy dentro
de ese par de zapatos
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Extravió el ángel su arca
en una botella
una botella guarda muchas vidas
en su mar de arena
moluscos remotos
que escriben historias
en caminos de sal
sal en grano de ella misma
que adormecen en sus cristales
al hombre sin memoria
hombre hecho hombra
de su costilla mujer
maldecida por el ángel
que su arca extravió
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Atardece y aún no aprendo
a leerme en la palma de mi mano
en las venas de una hoja de azucena
en el terciopelo botón de lima
Cuándo entenderé
la palabra de los mares
su mensaje evangélico
el misterioso rito
que hace al tiempo detenerse
y contemplarnos
Sigue la tarde en su tarde
mientras pienso
entre insistentes mosquitos
en un sinfín de pájaros
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Desdoblo las esquinas
quiero borrar
esas marcas de papel
que la oscuridad pierda tus palabras
con las calles de cada renglón
circulan por mis ojos
adioses y regresos
formando nudos en las arterias
todos los mañanas están presentes
sus esquinas
dobladas en mi espera
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Quizás nunca sepamos
el nombre de aquel perro
ni a dónde dirige sus ojos
Quizás el cansancio de sol
duela más hondo en la sedienta boca
que en las cadenas
Quizás el bastón del hombre
guíe al perro ciego
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Escondida en tus cabellos
de lavanda y tabaco
quiero pensarte como una alondra
un pavo real
que me corona
fugaz el sabor de tu lengua
amargo chocolate
muerdo tu respiración
en palpitar de sábanas vírgenes
cómo caminar sin tus pasos
o mendigar tres lágrimas bajo la furia del sol
estoy en ti
- aunque no lo sepas -
desde antes
cuando tal vez creías que la mejor de tus canicas
era el mundo
y tú el príncipe el tirano el presidente
pero en tu soledad
me soñabas
donde el mar termina
donde el infinito ha marcado sus límites
Estos caminos han extraviado
su mapa
las venas de los hemisferios
agotaron su cauce
abiertos los montes
sus entrañas sangran
irrumpen los tumores de piedras
entre el magma que aborta
y se dirige a los espejos
de ojos invisibles
y volveré entre los humos
—del mapa que fue
antes de mi extravío
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Un exótico lugar
—vacío de mí—
alberga tu equipaje
tal vez dances con la fortuna
mujer
que se asoma
pero no se entrega
pensarás que todo lo tienes
hasta que rendido
en la intimidad de la trasnoche
naufragues en la almohada
y la sed de tus ojos
sepa que aún estoy
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Llevas un impulso irresistible
de apagar la noche
cerrados los ojos a los recuerdos
te ocultas en tu cobija
blindada
para rayos equis
en el escalofrío del malsueño
vuelve a encenderse la luna
noche a noche
—de la suma que queda—
has de continuar en el intento
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
Mitad es un todo
A ella se adhieren como última salvavidas última salvalmas
Imploran permanencia en un mundo que se ha tornado líquido
náufrago en la saliva lacrimoso brota la sangre en el sudor
por todas las cavernas de esos cuerpos malditos
A su belleza acuden como virgen en sus magias
senos propicios para una y un millón de locuras
vientre seductor de tantos colores que llama a dulce canto
-quién supiera de nobles suicidios
Continuo el vaivén de mediavida y náusea
de golpe regala a los hombres visión del medio pez
el profundo de escamas que es timonel y dios
Después de las doce aún está mi noche de ahora
también el ayer
Hablo a dos tiempos de planes y recuerdos
con mi reloj personal
el que se aleja
de la reglamentaria medición
y escribe poemas en mi almohada
La confusión magnífica
transforma cuentos reales tragedias
en historias
para otro amanece
Poemas cortosPoemas y poetas mexicanos
El fin es el lugar del que partimos
T.S. Eliot
De la mano de un dios
asistimos a nuestro propio parto
en la cuna luminosa del sepulcro
Por el azul las aves
ofrendarán los cirios
en permuta de carroña
y desde el coro de plañideras
el bautismo del sobreviviente
Tan pocas sombras para maldecirnos
tan frágil nuestro asombro