Poemas de José Miguel Ullán para leer.
Sobre el poeta José Miguel Ullán [occultar]
Ullán desafió los límites del lenguaje, dejando un legado que sigue inspirando a quienes buscan poesía fuera de los márgenes.
¡Ay de los que pasaron confiados por esta cárcel navegable
y blanda!
-¿Me amas todavía?
-¿Y tú qué piensas?
Desmesurados, paralelos, lentos, dóciles y esquimales.
El dulce escalofrío de ser tacto y pared, color y torbellino,
gaviota de la espuma, línea erecta, oro y tizne a la vez.
En aquel solemne exilio resplandecía su tenaz murmullo
casi lascivo.
Esta mancha sonora
que fue música y nieve,
¿qué es?
Esta música tibia
qué dibujo va a ser,
¿qué no es?
La noche que aquí yace vaticina otra isla más menguante.
El reino de la luna está fundado sobre una esponja.
La puerta empieza a devanar sus hilos.
Nadie saca la aguja del candado.
Los azules desmienten el deseo dentro de las palabras
desechadas. Es más sensato amar cuanto rechazas.
Ahora, cuando el asco ya llega a su destino.
No pierda más quien ha perdido tanto: las plegarias irán,
Melancolía, allí donde ´l sol tace. Despinta el aire este rincón
sagrado con mudable quietud. Y arden hierbas de amor
que no recuerdas.
Ojo dócil, lo mismo que la niebla del arcano final.
*
Humo de la mirada, crimen cóncavo cuando el agua amanece.
Paisaje, amor, revolución...
Fantasmas y piratas en la costa, protegidos por cañas palpitantes.
No te imagino heroica
tampoco en vano
Déjame al ir
Velarte
Sin dar tu nombre
Virtud de no estar nunca
Lo suficiente
En cualquier parte
Poemas cortosPoemas y poetas españoles
En la noche risueña del destierro, libre ya de la ley y del instinto, un charco de agua clara me detuvo. Moja el dedo cordial trazando un círculo y su humedad al paladar le encasca.
Boca del lobo: donde renace el sinsabor, la palabra acecha. Acre es la música cibal del signo.
Yo le saco la lengua, alargo el paso.
Poemas cortosPoemas y poetas españoles
Llora, porque toda mirada entraña error.
Mas los andrajos, horca, palio y cruz no morirán por este llanto. Mejor, fulgir a solas y rezar en balde. ¿Cómo el topo? Así; dueño de la penumbra y de su asfixia.
Hablando por hablar. A ciegas. Ojo del corazón, quema el paisaje.
Poemas cortosPoemas y poetas españoles
Persistente, la rosa. Esclavos somos de raíz. Rosa hedionda, zozobra y estupor de la mordaz melancolía.
A la fosa nasal llama la Historia con sus inciensos categóricos. Corre el verso al runrrún del sacrificio, de mar a mar y seductor.
¡Musa servil! Sobre tu altar, un huracán de esperma.
Poemas cortosPoemas y poetas españoles
El sordo dios: la carcajada inmóvil.
Murmullo de otra luz será tu fe. Aléjate de la expresión forzada o del silencio amilanado. Oye tan sólo la armonía neutra de lo indeciso e indomable. Deja abierta la puerta más sumisa.
Esa ignorancia zumbará en tu oreja. Fraternalmente.
Poemas cortosPoemas y poetas españoles
Si la mano va y pierde la cabeza y, en un doble ademán de supresión, rompe la flecha y borra el blanco, ciérrase luego sobre el gran reloj, sangra y se ofrece al vilipendio abyecto, nada esperes que iguale esta pasión, Teoría.
A todo lo demás diles que bueno.
Poemas cortosPoemas y poetas españoles
Tú, cadáver, camina con madura
amenaza de albor, fúnebre risa
y ojos cerrados para darte prisa
en deslizar el pie quebrado. Ay, jura
por la capilla donde yacen dura
cucarda, cetro, banderín, incisa
boca de luto, patriarcal camisa.
(A tiro hecho, la legión murmura.)
Auxilio y brecha de lo Ausente. ¿O sea?
Mover las picas en la aleve caja
sin adueñarse de sonido alguno.
Nada más digas, que el disfraz desea
desde este asedio porfiar ventaja
a la granada vanidad del uno.
Avant l'aurore, dans la forêt triangulare
Alfred Jarry
La exactitud vivida de lo que contemplamos
en la blanca mirada del agua
no nos deja ser el destino
-pero nos da, sin levantar la mano,
la mansa sensación de ir acercándonos
al felino escondite de aquel encuentro:
Menos borroso que una hermandad,
ventana.
Y más anónimo que un lirio,
espejo
Un manantial, una hermandad republicana {alguien
tenía que decirlo), un lirio
-y la voz temblorosa
(«la poesía va contra la justicia»)
de la primera luz,
al despertar perdida
en la corazonada discontinua del bosque.