Poemas de Joan Brossa para leer.
¡Eh, no piséis al escarabajo!
Johannes Brahms
Éste es el jardín de la Reina.
Ésta es la llave del jardín de la Reina.
Ésta es la cinta que sostiene la llave del jardín de la Reina.
Éste es el pez que ha mordido la cinta que sostiene
la llave del jardín de la Reina.
Éstos son los ojos que brillan como el pez que ha
mordido la cinta que sostiene la llave del jardín de la Reina.
Éstas son las manos que han hecho sombra a los ojos que
brillan como el pez que ha mordido la cinta que
sostiene la llave del jardín de la Reina.
Éste es el cabello que han peinado las manos que han
hecho sombra a los ojos que brillan como el pez que ha
mordido la cinta que sostiene la llave del jardín de la Reina.
Ésta es la fuente que ha mojado el cabello que han
peinado las manos que han hecho sombra a los ojos que
brillan como el pez que ha mordido la cinta que
sostiene la llave del jardín de la Reina.
Éste es el camino que bordea la fuente que ha mojado
el cabello que han peinado las manos que han hecho sombra
a los ojos que brillan como el pez que ha mordido la cinta
que sostiene la llave del jardín de la Reina.
Versión de Andrés Sánchez Robayna
Cortina azul. Entra la stripteasera por la mitad de la cortina. Tiene ojos muy expresivos. Va en traje de calle oscuro. Al quitarse la chaqueta se empiezan a escuchar, lentas, las campanadas de un reloj: las doce. Cuando suena la última, la chica aún no ha acabado de desnudarse; actúa seria y vive íntimamente su número.
Cuando ha acabado dice:
«Me cachondeo de todos los dioses».
(Recoge la ropa y sale por la derecha).
TELÓN
Versión de Carlos Vitale
Más allá del espacio que percibimos brilla una multitud innumerable
de mundos semejantes al nuestro.
Todos giran y se mueven.
Treinta y siete millones de tierras. Nueve millones quinientas mil lunas.
Pienso con espanto en distancias incalculables
y en millones de globos muertos
alrededor de soles ya apagados.
Medito sobre el orgullo.
¿Qué ocurre más allá de los astros?
El suelo está regado.
Una mujer da un beso a una niña.
Hoy la cena ha sido espléndida.
Se oye tocar un manubrio.
Hay un espejo colgado en la pared.
Entrad, entrad, la puerta está abierta.
Afuera pasan un pastor y un trapero.
Versión de Andrés Sánchez Robayna
A Pepa
Pura contra la noche está mi mano,
Riqueza y fuerza me echaré a la espalda;
Busco la calma en lo que pensar pueda,
Donde empieza la queja trazo raya.
Suelen bastarme el hombre y su misterio,
El azufre que hiero no me daña;
Pero la suma escapa al juicio humano,
y me sacude el trueno y raya el rayo.
Pero no digo que mi error lamente:
-¡Echa raíces, olvidada tierra!
En torno de tu amor dialogando,
Cuanto retengo piérdolo con ansia:
Ni siento horror de morir como pienso
Ni pensar como muero me entristece.
Versión de Andrés Sánchez Robayna
Una línea avanza del monte
de Júpiter y se dirige horizon-
talmente hasta la parte más alta
del muñón, bajo el monte de
Mercurio; pasa por debajo de los montes
de Saturno y de Apolo y corta
en su trayecto las líneas de
Saturno, de Apolo y de Mercurio.
Ahora apago la luz, y todo queda
a oscuras.
Versión de Andrés Sánchez Robayna
Poemas cortosPoemas y poetas españoles
Pasa un obrero con el paquete del almuerzo.
Hay un pobre sentado en el suelo.
Dos industriales toman café
y reflexionan sobre el comercio.
El Estado es una gran palabra.
Versión de Andrés Sánchez Robayna
Poemas cortosPoemas y poetas españoles
I
Desde la oscuridad absoluta, el escenario se ilumina. Fondo azul.
Hacia la derecha, una mesilla de noche. En el centro del escenario,
un personaje alto, envarado, de frac, con sombrero de copa
y guantes en la mano. Pausa. Entra por la derecha, envarada, una
señora en vestido de noche oscuro; saca del cajón de la mesilla
una banda roja y se la coloca al gran dignatario con toda solemnidad.
La gran dignataria, igualmente envarada, sale. El personaje continúa inmóvil.
La luz va adquiriendo un tono rojizo hasta el color rojo intenso; después
se va apagando gradualmente hasta quedar todo a oscuras.
II
El escenario se ilumina. Fondo amarillo. Inmóvil en medio del escenario,
un clérigo con sombrero de canal y manteo. De pronto se desnuda lentamente.
Es una mujer, una stripteaser que ejecuta su número de una forma rutinaria,
más bien vulgar, ondulando los lados. Debajo de la sotana lleva ropa interior
femenina de color violeta, con las medias negras. Cuando se ha desnudado
completamente, permanece inmóvil y se apagan las luces.
III
El escenario se ilumina. Fondo rosado. En el centro, un militar inmóvil
con el pecho lleno de cruces y medallas y la mano izquierda apoyada en el sable.
Pausa. De súbito, las condecoraciones se le van cayendo una a una.
Al caer la última, baja el
Telón
Versión de Juan Manuel Gisbert
Un silencio
Un grito
Un toque de gong.
Versión de Andrés Sánchez Robayna
Poemas cortosPoemas y poetas españoles
Yo me desnudo
y vosotros os vestís.
Versión de Andrés Sánchez Robayna
Poemas cortosPoemas y poetas españoles
Nadie es el autor
de este Poema mío.
Vladimir Mayakovski
Nacer, morir, vejez y juventud,
roca, esperanza, confianza, nostalgia,
boca callada, espíritu sonoro,
hileras de franqueza y falsedad.
Hacer que en la tristeza caigan copos,
así la vastedad del amor mío
contra el vacío inmenso del furor
del mar bramando, al sol sal encendida.
El paso errado se burla del recto,
y el alborozo y el dolor de ser
el confundir sus ráfagas no excluyen.
El buey que llora y labra y el buey de oro,
el pozo primordial, lo revelado,
todo es fulgor del nacer al morir.
Versión de Alfonso Alegre y Victoria Padilla
Hoja tras hoja desnudo los árboles.
Piedra tras piedra desnudo el terreno.
Después el cielo desaparece.
Y la tierra también se va.
Versión de Andrés Sánchez Robayna