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Humberto Díaz Casanueva

Humberto Díaz Casanueva

Chile: 1906-1992

Poemas de Humberto Díaz Casanueva para leer.

Sobre el poeta Humberto Díaz Casanueva [occultar]

El poeta que desafió los límites de la vanguardia chilena

Vida y contexto histórico

Humberto Díaz Casanueva (1906-1992) fue una figura clave en la poesía chilena del siglo XX. Nacido en Santiago, su vida estuvo marcada por un profundo compromiso con la experimentación literaria y la reflexión filosófica. Estudió derecho y pedagogía, pero su verdadera pasión fue la escritura, que lo llevó a integrarse al círculo vanguardista de su época. Durante su carrera, también se desempeñó como diplomático, representando a Chile en varios países, lo que influyó en su visión cosmopolita del arte.

Obras más destacadas

Entre sus poemarios más celebrados se encuentran:
  • El aventurero de Saba (1926): Una obra temprana que ya mostraba su inclinación por imágenes surrealistas y un lenguaje disruptivo.
  • La estatua de sal (1933): Considerado su trabajo más maduro, explora temas como la fugacidad y la identidad a través de metáforas audaces.
  • El sol ciego (1974): Un libro escrito en plena dictadura chilena, donde la oscuridad y la resistencia se entrelazan con un estilo fragmentario.

Estilo y legado

Díaz Casanueva se caracterizó por un lenguaje hermético y simbólico, cercano al surrealismo pero con un sello personal. Sus versos oscilan entre lo místico y lo existencial, recurriendo a imágenes oníricas y juegos sintácticos. Fue un poeta de culto, admirado por su capacidad para fusionar la poesía con la filosofía, influyendo en generaciones posteriores como la de Gonzalo Rojas.

Datos curiosos

  • Fue director de la Biblioteca Nacional de Chile entre 1947 y 1954.
  • Su poema "Réquiem" fue musicalizado por el compositor chileno Juan Amenábar.
  • A pesar de su obra extensa, rechazó premios literarios, argumentando que "la poesía no debe competir".

Humberto Díaz Casanueva: Doto mi vida de una esperanza agónica

Úntenme manos traspasadas por un
clavo de oro macizo
manos cuelgan del hombre
manos pinchadas
Tengo hambre
hambre del sueño que afluye en la
mínima sal
Todo mi cuerpo pegajoso
de moscas sucias y doradas

Poemas cortosPoemas y poetas chilenos

La intolerable unión de los despojos: Poema de Humberto Díaz Casanueva en español fácil de leer

Humberto Díaz Casanueva: La visión

Yacía obscuro, los párpados caídos hacia lo terrible
acaso con el fin del mundo, con estas dos manos insomnes
entre el viento que me cruzaba con sus restos de cielo.
Entonces ninguna idea tuve, en una blancura enorme
se perdieron mis sienes como desangradas coronas
y mis huesos resplandecieron como bronces sagrados.
Tocabas aquella cima de donde el alba mana suavemente
con mis manos que traslucían un mar en orden mágico.
Era el camino más puro y era la luz ya sólida
por aguas dormidas, resbalaba hacia mis orígenes
quebrando mi piel blanca, sólo su aceite brillaba.
Nacía mi ser matinal, acaso de la tierra o del cielo
que esperaba desde antaño y cuyo paso de sombra
apagó mi oído que zumbaba como el nido del viento.
Por primera vez fui lúcido mas sin mi lengua ni mis ecos
sin lágrimas, revelándome nociones y doradas melodías;
solté una paloma y ella cerraba mi sangre en el silencio,
comprendí que la frente se formaba sobre un vasto sueño
como una lenta costra sobre una herida que mana sin cesar.
Eso es todo, la noche hacía de mis brazos ramos secretos
y acaso mi espalda ya se cuajaba en su misma sombra.
Torné a lo obscuro, a larva reprimida otra vez en mi frente
y un terror hizo que gozara de mi corazón en claros cantos.
Estoy seguro que he tentado las cenizas de mi propia muerte,
aquellas que dentro del sueño hacen mi más profundo desvelo.

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