Temas Poetas

Eunice Odio

Eunice Odio

Poemas de Eunice Odio para leer.

Eunice Odio: Poema séptimo (Germinación)

Introducción

I
Oh don,
oh don de sí, tu pelo,
albo discurso,
designio azul,
futuro de jacinto.

Yo podría cantar una canción
para que me sospechen de humo, en aire,
y de animal tallado entre la espuma,
en larga, leve, carcajada de arpa

Yo podría traer al corazón recuerdos
como uñas cayéndose del alma.

Pero estoy casi al borde de tu cuerpo,

Pero está al pie del surco tu desnudo
en traje de profundidad;

Piensa en tu edad el mar y palidecen
delfines ciegos cielo arriba, en rama,
pesando más el cielo menos aire
mar con sólo las olas y sin agua.

Y tú a la orilla del paisaje tiemblas
ah, intramarino pescador de espumas
cuya cadera crece entre corales,

Crepúsculo manchado de violines,
compañero fugaz de mi costado.

II
Alguien pasa rozándome las venas
y se abre el surco entre la flor y el labio.

Es que llega la noche
en columna de amor y ruiseñores;
su casco azul, lacustre, enjuga el alba,
baja la niebla por su piel y huyen
roces de pluma herida y madrugada.

Y antes de ser,
para futuro arribo de planeta
tiniebla inaugural,
cristal esquivo,
quietud de sumergidos resplandores,
la noche es de aire y tallo oscurecido.

Poemas y poetas costarricenses

Poema sexto (Creación): Poema de Eunice Odio en español fácil de leer

Eunice Odio: POEMA TERCERO

Tus brazos
como blancos animales nocturnos
afluyen donde mi alma suavemente golpea.
A mi lado,
como un piano de plata profunda
parpadea tu voz,
sencilla como el mar cuando está solo
y organiza naufragios de peces y de vino
para la próxima estación del agua.
Luego,
mi amor bajo tu voz resbala,
Mi sexo como el mundo
diluvia y tiene pájaros,
Y me estallan al pecho palomas y desnudos.
Y ya dentro de ti
yo no puedo encontrarme,
cayendo en el camino de mi cuerpo,
Con sumergida y tierna
vocación de espesura,
Con derrumbado aliento
y forma última.
Tú me conduces a mi cuerpo,
y llego,
extiendo el vientre
y su humedad vastísima,
donde crecen benignos pesebres y azucenas
y un animal pequeño,
doliente y transitivo.

II

Ah,
si yo siquiera te encontrara un día
plácidamente al borde de mi muerte,
soliviantando con tu amor mi oído
y no retoñe...

Si yo siquiera te encontrara un día
al borde de esta falda
tan cerca de morir, y tan celeste
que me queda de pronto con la tarde.
Ah,
Camarada,
Cómo te amo a veces
por tu nombre de hombre
Y por mi cuello en que reposa tu alma.

Poemas y poetas costarricenses

Eunice Odio: Preludios

Óyeme esta canción que en mí te nombra
carne para la fruta necesaria.

Cuando la soledad
bajo tu nombre oída y apretada,

Cuando yo era como niño enterrado
a quien llaman por su nombre pasado,
y responde, y no se oye en sí mismo;

Y mi mano en el fondo,
confundida,
tenía ya atisbo, llave, forma mía,

Y se sentía más arriba del pecho y del abrazo
como corona alegre y consumada.

Tú me llamabas a tu nombre,
y vine,
con clara identidad de nacimientos,
con la veraz acostumbrada gracia
con que sueñan su honor las catedrales.

Tú eres ya de día junto a la noche.
Ya soy contigo el día,
y en virtud de la ausencia en que me evoco
miro cómo mi forma me comparte,
cómo respiro en pelo y a mansalva,
por dentro de mi voz y no a lo largo.

Poemas y poetas costarricenses

Si pudiera abrir mi gruesa flor: Poema de Eunice Odio en español fácil de leer

Eunice Odio: Yo quisiera ser niña

Yo quisiera ser niña
para acoplar las nubes a distancia
(Claudicadoras altas de la forma),

Para ir a la alegría por lo pequeño
y preguntar,
como quien no lo sabe
el color de las hojas
¿Cómo era?

Para ignorar lo verde,
el verde mar,

La respuesta salobre del ocaso en retirada,
el tímido gotear de los luceros
en el muro vecino,

Ser niña
que cayera de pronto
dentro de un tren con ángeles,
que llegaban así, de vacaciones
a correr un poquito por las uvas,
o por nocturnos
fugados de otras noches
de geometrías más altas.

Pero ya, ¿que he de ser?
Si me han nacido estos ojos tan grandes,
y esos rubios quereres de soslayo.

Cómo voy a ser ya
esa que quiero yo
niña de verdes,
niña vencida de contemplaciones,
cayendo de sí misma sonrosada,
... si me dolió muchísimo decir
para alcanzar de nuevo la palabra
que se iba,
escapada saeta de mi carne,

y me ha dolido mucho amar a trechos
impenitente y sola,
y hablar de cosas inacabadas,
tinas cosas de niños,
de candor disimulado,
o de simples abejas,
enyugadas a rosarios tristes.

O estar llena de esos repentes
que me cambian el mundo a gran distancia,

Cómo voy a ser ya,
niña en tumulto,
Forma mudable y pura,
o simplemente, niña a la ligera,
divergente en colores
y apta para el adiós
a toda hora.

Poemas y poetas costarricenses

Eunice Odio: Recepción a un amigo

Lo sigo,
lo precedo en la voz
porque tengo,
como el humo en despoblado,
vocación de acuarela.

Cuénteme
cómo son ahí las cosas de consumo:

libros,
rosas,
tintineos de golondrina.

Aparte de todo eso
le pregunto

por los mangos geológicos
bordeándolo de pulpa,

y por un río nuevo,
sin mirarlo,

con pueblos de sonido
y longitud de Arcángel.

Dígame algo también sobre el pequeño litoral
donde recientemente el día,
como un celeste animal bifronte,
acampó en dos acuarios
y se llenó de peces.

O si lo recibieron unánimes los árboles
como cuando eligieron a la primera alondra del año
y el día de florecer.

Resúmame ahora que tiemblo
benignamente
detrás de una golondrina,

ahora que me proponen públicamente
para desnudo de mariposa

y estoy como las rosas
desordenando el aire.

Poemas y poetas costarricenses

SATCHMO LIROFORO: Poema de Eunice Odio en español fácil de leer

Eunice Odio: SINFONÍA PEQUEÑA

Cascabel,
cascabelín,
para que duerma el lebrel
la Luna pone un cojín
campanón
campanería,
la noche roba un ropón
para vestirse de día.
violoncín,
violoncelo,
el sol deja su pañuelo
y se lleva su espadín,
campanolín,
campanada,
el pájaro cantarín
se bebe la madrugada.

Poemas cortosPoemas y poetas costarricenses

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz