Temas Poetas

Eugenio Montale

Poemas de Eugenio Montale para leer.

Eugenio Montale: La forma del mundo

Si tiene el mundo la forma del lenguaje
y el lenguaje la forma de la mente,
la mente son sus plenos y vacíos
no es nada o casi y no puede salvarnos.

Así habló Papirio. Ya era noche
y llovía. Pongámonos a salvo,
dijo, y avivó el paso no advirtiendo
que era suyo el lenguaje del delirio.

Versión de José Ángel Valente

Poemas cortosPoemas y poetas italianos

Eugenio Montale: El lago de Annecy

No sé por qué mi recuerdo te vincula
al lago de Annecy
que visité algunos años antes de tu muerte.
Mas entonces no te recordé, era joven
y me creía dueño de mi suerte.
Por qué puede irrumpir una memoria
tan enterrada no lo sé; tú misma
me has sepultado sin saberlo.
Resurges ahora viva, mas no estás. Podía
preguntar entonces por tu pensionado,
ver salir las muchachas en fila,
encontrar un pensamiento tuyo de cuando aún estabas
viva y yo no lo he pensado. Ahora que es inútil
me basta la fotografía del lago.

Versión de José Ángel Valente

Poemas y poetas italianos

Eugenio Montale: Mediterráneo

Antiguo, estoy embriagado por la voz
que brota de tus bocas cuando se abren
como verdes campanas y se repelen
hacia atrás, disolviéndose.
La casa de mis veranos juveniles
-lo sabes- estaba a tu lado
allá en la tierra donde el sol calcina
y oscurecen el aire los mosquitos.
Hoy como entonces ante ti permanezco
inmóvil, mar, mas no me creo
digno ya de la solemne admonición
de tu aliento. Me dijiste primero
que el pequeño fermento
de mi corazón no era sino un instante
del tuyo, que en el fondo de mí
estaba tu arriesgada ley: ser enorme y diverso
y fijo al mismo tiempo,
para librarme así de toda suciedad,
como tú cuando arrojas a tus playas
entre estrellas de mar, corchos y algas
las inútiles sobras de tu abismo.

Versión de L. S. R.

Poemas y poetas italianos

Eugenio Montale: El olor de la herejía

¿Fue Miss Petrus, secretaria y hagiógrafa
de Tyrrell, su amante? Sí, fue la respuesta
del barnabita, y un movimiento gélido de horror
serpenteó entre los familiares, los amigos y otros
ocasionales huéspedes.

Yo, apenas un niño, permanecí indiferente
a la cuestión; el barnabita era
un discreto tapeur de pianoforte
y a cuatro manos, quizá a cuatro pies,
zapateamos o cantamos
«En esta tumba oscura» y otros varios
divertimientos.

Que desprendiera un tufo de herejía
parecía ignorarlo la familia. Muerto
y ya olvidada la persona, supe
que estaba suspendido a divinis y quedé boquiabierto.
¿Suspendido de qué? ¿De qué cosa y por qué?
¿A medio aire, en fin, sujeto con un hilo?
¿Sería lo divino un gancho o colgadero?
¿Entra por el olfato como cualquier olor?

Sólo más tarde comprendí el sentido
de la expresión y ya no me quedé
suspendido de aliento. Aún me parece ver
al viejo fraile en la pineda,
que ardió hace tiempo, inclinado sobre textos miasmáticos,
bálsamo para él. Y nada en el olor recuerda
lo demoniaco o lo divino, soplos de voz o pneumas,
de los que sólo queda huella en algunos papeles ilegibles.

Versión de José Ángel Valente

Poemas y poetas italianos

Eugenio Montale: Poema 5

Del brazo tuyo he bajado por lo menos
un millón de escaleras
y ahora que no estás, cada escalón es un vacío.
También así de breve fue nuestro largo viaje.

El mío aún continúa, mas ya no necesito
los trasbordos, los asientos reservados,
las trampas, los oprobios de quien cree
que lo que vemos es la realidad.

He bajado millones de escaleras dándote el brazo
y no porque cuatro ojos puedan ver más que dos.
Contigo las bajé porque sabía que de ambos
las únicas pupilas verdaderas,
aunque muy empañadas eran las tuyas.

Poemas y poetas italianos

Eugenio Montale: Rememoro tu sonrisa, y es para mí como el agua límpida

Rememoro tu sonrisa, y es para mí como el agua límpida
hallada al azar en la pedrera de un arenal,
exiguo espejo en el que mira una hiedra sus corimbos;
y encima el abrazo de un tranquilo cielo blanco.
Ese es mi recuerdo; no sabría decir, en la distancia,
si en tu rostro se expresa libre un alma ingenua,
o si verdaderamente eres un fugitivo que el mal del mundo
extenúa
llevando su sufrir consigo como un talismán.

Mas esto puedo decirte, que tu imaginada efigie
sumerge mis caprichosas inquietudes en una oleada de calma,
y que tu semblante se insinúa en mi gris memoria
sencillo como la copa de una joven palmera...

Versión de F.Ferrer Lerin

Poemas y poetas italianos

Eugenio Montale: Salto e inmersión

El que se arroja al agua tomado al ralentí
diseña un arabesco filiforme
y en tal cifra quizá se identifica
su vida. Quien está en el trampolín
aún está muerto, muerto quien vuelve
a nado hasta la escala tras el salto,
muerto quien lo fotografía, no nacido
quien celebra la empresa.

¿Está pues vivo
el espacio de que vive lo moviente?
¡Piedad por la pupila, el objetivo,
piedad por cuanto se hace manifiesto,
piedad por el que parte y el que llega,
piedad por el que alcanza o ha alcanzado,
piedad por quien no sabe que la nada y el todo
sólo son velos de lo Impronunciable
piedad por quien lo sabe, quien lo dice,
quien lo ignora y va a tientas en la sombra
de las palabras!

Versión de José Ángel Valente

Poemas y poetas italianos

Eugenio Montale: Sestear pálido y absorto

Sestear pálido y absorto
junto a la ardiente tapia de un huerto.
Escuchar entre endrinos y zarzas
chasquidos de mirlos, rumores de ofidio.

En las grietas del suelo o la algarroba
acechar las hileras de rojas hormigas
que se entrecruzan o quiebran
en la cima de minúsculas gavillas.

Observar entre las frondas del lejano
palpitar de briznas marinas
mientras se elevan trémulos chasquidos
de cigarras desde pelados picos.

Y caminando entre el sol que deslumbra
sentir con triste maravilla
que la vida toda y su fatiga está
en este recorrer un muro
coronado por pinchos filosos de botella.

Poemas y poetas italianos

Eugenio Montale: Siria

Decían en la Antigüedad que la poesía
es una escalera a Dios. Tal vez no lo sea
cuando me lees ahora. Pero lo supe el día
que por ti volví a encontrar mi voz, disuelto
en un rebaño de nubes y de cabras
revoltosas, que desde un risco acababan con las hojas
del ciruelo y la anea, y los rostros enflaquecidos
de la luna y del sol se fundían;
el motor estaba averiado y una flecha
de sangre sobre una roca señalaba
el camino de Alepo.

Poemas cortosPoemas y poetas italianos

Eugenio Montale: Tal vez una mañana caminando bajo un aire de vidrio

Tal vez una mañana caminando bajo un aire de vidrio
árido, volviéndome, veré hacerse el milagro:
la nada a mis espaldas, el vacío detrás
de mí, con terror de borracho.

Luego, como en una pantalla, se detendrán de pronto
colinas casas árboles para el común engaño.
Pero será muy tarde; y yo me iré callado,
en medio de los hombres que no se vuelven, con mi secreto.

Poemas cortosPoemas y poetas italianos

Eugenio Montale: Viento sobre la media luna

El gran puente no llevaba hacia ti.
Te habría alcanzado hasta navegando
en las cloacas, a una orden tuya.
Pero ya las fuerzas, con el sol en los cristales
de los miradores, se iban agotando.
El hombre que predicaba bajo la Media Luna
me preguntó: «¿Sabes dónde está Dios?» Lo sabía
y se lo dije. Movió la cabeza. Desapareció
en un torbellino que arrastró a hombres y casas
y los alzó, muy altos, sobre la oscuridad.

Edimburgo

Versión de Jesús López Pacheco

Poemas y poetas italianos

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz