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Charles Baudelaire

Charles Baudelaire

Francia: 1821-1867

Poemas de Charles Baudelaire para leer.

Charles Baudelaire: El «Yo pecador» del artista

¡Cuán penetrante es el final del día en otoño! ¡Ay! ¡Penetrante hasta el dolor! Pues hay en él ciertas sensaciones deliciosas, no por vagas menos intensas; y no hay punta más acerada que la de lo infinito.
¡Delicia grande la de ahogar la mirada en lo inmenso del cielo y del mar! ¡Soledad, silencio, castidad incomparable de lo cerúleo! Una vela chica, temblorosa en el horizonte, imitadora, en su pequeñez y aislamiento,
de mi existencia irremediable, melodía monótona de la marejada, todo eso que piensa por mí, o yo por ello -ya que en la grandeza de la divagación el yo presto se pierde-; piensa, digo, pero musical y pintorescamente, sin
argucias, sin silogismos, sin deducciones.
Tales pensamientos, no obstante, ya salgan de mí, ya surjan de las cosas, presto cobran demasiada intensidad.
La energía en el placer crea malestar y sufrimiento positivo. Mis nervios, harto tirantes, no dan más que vibraciones chillonas, dolorosas.
Y ahora la profundidad del cielo me consterna; me exaspera su limpidez. La insensibilidad del mar, lo inmutable del espectáculo me subleva... ¡Ay! ¿Es fuerza eternamente sufrir, o huir de lo bello eternamente? ¡Naturaleza encantadora, despiadada, rival siempre victoriosa, déjame! ¡No tientes más a mis deseos y a mi orgullo! El estudio de la belleza es un duelo en que el artista da gritos de terror antes de caer vencido.

Poemas y poetas franceses

Charles Baudelaire: El perfume

Lector: -¿Alguna vez, por suerte has respirado
con morosa embriaguez, con avidez golosa
el incienso que invade la nave silenciosa,
o el pomo que de ámbar un tiempo fue colmado?

¡Oh mágico, profundo portento alucinado,
presencia revivida de evocación brumosa,
cuando sobre su cuerpo puedo aspirar la rosa
de la sepulta imagen, del recuerdo adorado!

Selváticos efluvios se propagan al vuelo
del espeso y elástico madejón de su pelo,
como un incensario que sahuma la alcoba.

Y de las muselinas y el terciopelo oscuro
de los trajes, de todo, fluye, en hálito puro,
negro aroma gemelo del lecho de caoba.

Versión de: Carlos López Narváez

Poemas y poetas franceses

Charles Baudelaire: La pipa

Soy la pipa de un escritor:
dice bien claro mi pergeño
de cafre, que tengo por dueño
un refinado fumador.

Al agobio de su labor
se agita mi flabel risueño
igual que el penacho hogareño
a la vuelta del labrador.

Mecer su corazón yo gusto
en el móvil azul arbusto
nacido en mi boca de fuego.

Y extiendo con mi beso ardiente
sobre su espíritu doliente
unción de encanto y de sosiego.

Versión de Carlos López Narváez

Poemas y poetas franceses

Charles Baudelaire: Recogimiento

Cálmate, dolor mío, y tu angustia serena.
Anhelabas la noche. Ya desciende. Aquí está.
Una atmósfera oscura cubre a París. Traerá
a unos cuantos la paz, a otros muchos la pena.

Mientras la muchedumbre que se rinde al placer
­Su verdugo inclemente­ por las calles anhela
Cazar remordimientos bajo la fiesta en vela,
Tú, dolor, ven a mí. Dame la mano al ver

Que es posible escaparse de los ya muertos años
Con sus antiguos trajes en el balcón celeste.
Ya brotan, como salen del mar, los desengaños,

Cuando el sol, bajo un arco, se muere en lontananza.
Ahora, tal un sudario que desciende del este.
Observa, mi dolor: la inmensa noche avanza.

Versión de José Emilio Pacheco

Poemas y poetas franceses

El reloj: Poema de Charles Baudelaire en español fácil de leer

Charles Baudelaire: Remordimiento póstumo

Cuando duermas por siempre, mi amada Tenebrosa,
tendida bajo el mármol de negro monumento
y por tibia morada y por solo aposento
tengas, no más, el antro húmedo de la fosa;

Cuando oprima la piedra tu carne temblorosa,
y le robe a tus flancos su dulce rendimiento,
acallará por siempre tu corazón violento,
detendrá para siempre tu andanza vagarosa.

La tumba, confidente de mi anhelo infinito
(compasivo refugio del poeta maldito)
a tu insomnio sin alba dirá con gritos vanos:

«Cortesana imperfecta -¿de qué puede valerte
denegarle a la Vida lo que hoy llora la muerte»?
Mientras -¡pesar tardío!- te roen los gusanos.

Versión de Carlos López Narváez

Poemas y poetas franceses

Charles Baudelaire: La serpiente que danza

¡Cuánto gozo al mirar, dulce indolente,
Tu corpóreo esplendor
Como si fueran seda iridiscente
Tu piel y su fulgor.

Y sobre tu profunda cabellera
De un ácido aromar
-Cual un mar errabundo, sin ribera,
En azul ondular;

Como bajel que despertó del sueño
Al viento matinal,
Lanzo mi alma en soñador empeño
Hacia el piélago astral.

En tu mirada que nada revela
De dulzura ni hiel,
Mezcla de oro y hierro se congela
Para el doble joyel.

Mirando la cadencia con que avanzas
Bella de lasitud,
Dijéranse las serpentinas danzas
Al ritmo del laúd.

Agobiada de un fardo de molicie
Tu cabeza infantil
Se balancea como en la planicie
Una leona febril.

Y tu cuerpo se inclina y se distiende
Como un ebrio bajel,
Y va de borda en borda mientras hiende
Las aguas su proel.

Cual la onda engrosada por las fuentes
Del rugidor glaciar ,
Cuando asoman al filo de tus dientes
Espuma y pleamar,

Creo beber un vino -sangre y llama,
Sima y elevación-,
Un vino que me inunda, que me inflama
De astros el corazón.

Versión de Carlos López Narváez

Poemas y poetas franceses

Charles Baudelaire: Soneto de otoño

Me preguntan tus ojos, claros como el cristal,
para ti, extraño amante, ¿cuál es mi atractivo?
-¡Sé encantadora y cállate! Mi corazón, al que todo irrita
excepto el candor del animal primitivo,

no quiere descubrirte su secreto infernal.
Berceuse cuya mano al dulce sueño invita,
ni su negra leyenda escrita con llamas.
¡Odio la pasión y el ingenio me duele!

Amémonos con dulzura. El amor en su garita,
tenebroso, emboscado, blande su arco cruel.
Conozco las armas de su perfecto arsenal.

¡Crimen, horror y locura! ¡Oh, pálida margarita!
¿Acaso, como yo, no eres tú un sueño otoñal,
también tú, mi tan fría y pálida Margarita?

Versión de María Fasce

Poemas y poetas franceses

De Spleen e Ideal: Poema de Charles Baudelaire en español fácil de leer

Tres poemas de «Los despojos»: Poema de Charles Baudelaire en español fácil de leer

Charles Baudelaire: El vampiro

Tú que, como una cuchillada;
Entraste en mi dolorido corazón.
Tú que, como un repugnante tropel
De demonios, viniste loca y adornada,

Para hacer de mi espíritu humillado
Tu lecho y tu dominio.
¡Infame!, a quien estoy ligado
Como el forzado a su cadena,

Como al juego el jugador empedernido,
Como el borracho a la botella,
Como a la carroña los gusanos.
-¡Maldita, maldita seas tú!

Supliqué a la rápida espada
Que conquistara mi libertad
Y supliqué al pérfido veneno
Que sacudiera mi ruindad.

¡Ay! el veneno y la espada.
Me desdeñaron diciéndome:.
-No eres digno de que se te libere
De tu esclavitud maldita.

-¡Imbécil! -Si de su dominio
Te libraron nuestros esfuerzos,
Tus besos resucitarían
El cadáver de tu vampiro.

Versión de María Fasce

Poemas y poetas franceses

El viaje: Poema de Charles Baudelaire en español fácil de leer

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz