Temas Poetas

Ariel Montoya

Poemas de Ariel Montoya para leer.

Ariel Montoya: Adorada

Las nubes pasan y vendrán a reemplazarlas otras. Escucho el trinar de los pájaros pintando los árboles con su aérea presencia. Por mi memoria pasan recuerdos de infancia, quizás rumores de pasos entrelazados taconeando sobre estas mismas piedras. El viento sopla, arrastrando un eco lejano de guitarra tocada al desgarre....la tarde cae lentamente, pronto los muelles del crepúsculo la ahogarán mientras tú, adorada niña apareces en medio de la calle con un manojo de trenzas echado a la espalda de tu uniforme de colegiala, engrandeciendo el paisaje. Sobreviviéndole.

Poemas y poetas nicaraguenses

Ariel Montoya: Ars amandi

El presagio de la ternura viene con este poema,
a través de sus versos se escurren gotas de armonía
y en sus letras medulares sonríen los símbolos
matinales de tu nombre.

En este poema también viene impresa tu silueta.
El contorno de tu mirada,
se resbala por la mejilla de una metáfora.

Pero este poema
de solo presagio y aviso de ternura
no termina nunca del todo,
nunca nada le advierte un final,
ni la tarde que se disuelve entre las inconformidades del
(crepúsculo,
ni los pájaros cargados de levedad.

El discurre por la lechosa página que amamanta
cada una de sus sílabas,
donde no hay señales que le digan detente,
donde sin brújula tus párpados semblantean su
contenido.

Este ingrato poema no requiere presentación:
sus credenciales están enmarcadas en la plataforma de mi alegría,
en la belleza doméstica de su gramática,
en la esperanza que lo desborda.

Poemas y poetas nicaraguenses

Ariel Montoya: La carta

La carta que te escribo merece la palidez de tu rubor.
Entre líneas
hallarás la piel de mi voz.

Al borde de tus párpados encendidos
residirán por un momento
mis proposiciones.

Tus ojos,
gratos gatos roedores de mi mensaje,
encontrarán
en la multitud de letras
fallas geológicas amatorias
por donde se puedan filtrar
terrenales congojas,
a las que no deberás temer.

Pero lee esta carta
antes que amanezca,
no sea que el sol
borre los destellos de la tinta,
el flujo de mis sueños
absorbidos
en la celulosa fibra del papel.

No sea que sus amorosas frases
se desangren en la página.

Léela ahora,
viaja desde tu cama
o desde el sitio donde estés
a través de su literatura
pues en ella encontrarás
alfombras mágicas,
encantadores de serpientes,
pájaros
picoteando peras
y peces voladores
trasegando sirenas.

Léela.

Escudríñala.

Descifra el volumen
de sus dulces anotaciones.

Léela al revés y al derecho,
y cuando la termines
cierra los ojos
para que mis palpitaciones
descansen
en
paz.

Poemas y poetas nicaraguenses

Ariel Montoya: Diáspora

A Pablo Antonio Cuadra

Vi
a mis hermanos nicaragüenses,
a hombres de rompientes horizontes
en busca de esperanzas que gravitan en sus pechos,
a mujeres dulces con mares y enigmas esparcidos en sus días,
a mujeres dulces con mares y enigmas esparcidos en sus rostros,
contrabandear con sus propias desgracias;
con lo prohibido,
con falsos documentos,
hospedados en hoteles de mala muerte
y bajo la tutela de los coyotes
en tránsito a los Estados Unidos.

Son inquietas y desdichadas personalidades comunes
tras el sueño galopante y necesario que despierta el país del norte,
la promisoria tierra de orgiásticas contradicciones y ensueños.

¿Qué gérmenes nos destruyen en silencio?
¿Qué mal estarán las cosas en mi país
que este rumbo los arrastra inciertos a la expectativa carnal de la
vida
o la muerte?
¿Es que a la Patria,
como a una muchacha prohibida,
nos es imposible acariciar?

¿Qué vacío ha de llenar sus esperanzas,
luego de ganadas las infranqueables fronteras?

Nos ha llovido sangre
y se han secado ya
los ríos de leche y miel que nos prometieron.

Poemas y poetas nicaraguenses

Ariel Montoya: Factura poética

El Pez
muere
por su boca;
el poeta,
por su lengua.

Poemas cortosPoemas y poetas nicaraguenses

Ariel Montoya: La germinada caricia

Sobre tu rostro caen cerúleas transparencias
agobiadas por un firmamento que te pertenece,
luciérnagas puras
clausuradas únicamente por tus párpados.

Sobre la superficie de tus senos
(girasoles atrapados por mi mano)
se desmembran todas las herejías posibles
ante la pontificia dignidad
del insolente roce de mi lengua.

Existe un territorio
fijado por la residencia de tu sexo
donde navegan peces de mil colores,
donde el viento se estaciona
destornillando las aspas masculinas de mis sueños.

Bajo la interrogación de tu espalda
en dos comarcas divinas mis caricias se hospedan,
descubriendo siempre praderas insondables.

Tu cintura es el inicio de toda llama.
Bajo su pendiente
trasiegan nuestras manos,
y respiran ángeles confidentes que nos protegen.

Entonces soy lo que tú cantas,
nota de guitarra hundida entre mis venas.

Poemas y poetas nicaraguenses

Ariel Montoya: Jaffa de Noche

A la cantante Betty Klein

A la orilla de este puerto hijo del diluvio y de las
manos de Jafet,
donde marineros egipcios se detuvieron para lanzar
sus redes,
frente a las rocas de la costa
donde la bella Andrómeda
continúa encadenada a los pies de la leyenda,
transcurre la noche desde el restaurante Suka Levara.

Memorial de sombras y lúgubres presagios,
derroche de instantes inútiles
enervados en la piadosa ventilación de la memoria.

Silenciosa epopeya nivelando emociones.
Voces esparcidas sobre apetitosos manteles
en el trivial escenario del restaurante
bajo el peso de la historia,
cuyos sitiales conservan maravillosos tesoros fenicios.

Rótulos comerciales
dibujan intermitentes peces en luces de neón,
atrapados por el milagro de un Jesucristo
que camina sobre el agua.

Israelitas abrigados
y con teléfonos celulares en mano
se comunican con el mundo mientras
la danza de los panes y el banquete avanza;
la mirada de la camarera
también sugiere ese mundo:
reposa en los ojos del viajero
su milenaria y silenciosa diáspora.

Poemas y poetas nicaraguenses

Ariel Montoya: La mercadera

...Su horizonte de barro y su luna de broza...
Joaquín Pasos

La ven
con su puesto de verduras
en un tramo del mercado.
La ven
escoger frutas olorosas para la venta
los melones se deciden en la última oferta.
La ven
con la cara tostada
del sol que le chorrea en la frente
(los dientes de ajo que cuelgan de una ristra
le sonríen)

El aire pasa, zumbando,
acariciando la mejilla de los tomates
y el viento se espina en los maltrechos rostros de
las piñas.

La ven
los pies bañados de polvo. De polvo
y sudor que parecen de barro,
los caites cansados
la voz con furia suelta toda la mañana,
la ven sacar sueños que no pone en venta.

Poemas y poetas nicaraguenses

Ariel Montoya: Mujer

Tu cuerpo
mientras te desnudas
pareciera una guitarra
cubierta de suspiros
palpando en el aire
(herido de tus senos)
inventarios de besos afincados
en la abertura
musical de tu cuello.

Ahora
en esta cama,
en esta nave
victoriosa
en donde nuestros sexos
se entregan
sin reposo y sin vergüenza,
empapados
por la sábana que nos funde
en el sudor
de una sola sangre,
estremecido
por el choque
de nuestras palpitaciones,
es fácil
decirle miserable
a la tristeza
o infame
a la envidia
de quienes nos imaginan.

Esta noche
las estrellas
despiertan en tus manos,
y tus dedos,
velas del deseo,
alumbran
susurros penumbrosos.

Un chisporroteo
de esmeraldas
se desliza
sobre la mediación
de nuestros cuerpos:
son tus ojos
escarbando dulces
la imprevista
derrota del adiós.

Poemas y poetas nicaraguenses

Presea del recuerdo: Poema de Ariel Montoya en español fácil de leer

Ariel Montoya: Primicia del beso y del olvido

En el sorteo de esta alegría
portando gaviotas,
tronchando hileras de nostalgia
como bosques indolentes,
tu mirada volvió con la marea.

Qué memoria la de mis oídos
descifrando los rumores
del abuso de tu ausencia,
envuelta en las tintorerías de tu soledad.

Has vuelto,
y es nuestro deber
informar de estos besos
a los radioperiódicos de los pájaros,
a los murciélagos de la oscuridad,
a los sistemas combinados de las ballenas.

Ofrezcamos esta primicia a la luna,
a sus secretos códigos de ensueño.

Han sido tantas jornadas de espera,
de enérgicos disgustos con el alba,
de acaloradas protestas al viento de la tarde,
de rupturas inminentes con el arco iris
y el enjambre de sus colores.

Yo que le quité el habla a las mariposas,
también fui capaz una noche
de romper mis compromisos con la esperanza
arrastrándome hasta el futuro de la nada.

Por eso ahora, amiga de mi amor,
tuerce mis desagravios al Universo,
y con la potestad de este reencuentro
predícele al olvido la ruina de su aurora.

Poemas y poetas nicaraguenses

Ariel Montoya: Refrán

Dime,
hasta donde
querías llegar,
y te diré
donde
debí quedarme.

Poemas cortosPoemas y poetas nicaraguenses

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz