Poemas de André Cruchaga para leer.
Ahora desnuda tu alma.
Hoy he salido de la noche
A buscar tus ojos que ven
En la remota distancia.
Siempre busco una forma:
La forma del amor desnudo
Que calcina como fuego.
Ahora eres densa en mi Psique,
Y siendo lo que eres:
-mi perpetuo pensamiento-
que la luz caiga al alma
entera y unitaria.
Poemas cortosPoemas y poetas salvadoreños
Aún queda el crepúsculo
(Menos mal)
Rodajas de nubes
Pedazos de cielo
Brisas de vez en cuando
Ventanas aunque sin vecinos en los balcones
Gatos cazando ratones
Cucarachas felizmente alimentadas
Con suculentas migajas
Húmedos albañales
Cloacas
Mujeres madres solteras
Niñas a la moda con medias blusas y asteroides
Pantalones al estilo cantinflas
Pese a todo
Aún quedan flores de las once
Aunque agonicen en las tardes
Cirios de reventa en los cementerios
Noches sin colores
Pañuelos de asfalto
Calles inciertas
Rostros de ceniza
Aún nos queda el crepúsculo
Para adjetivar los semáforos
Buscar habitaciones
Falsear puertas
Tragar sueños
Usurpar paisajes
Buscar el retorno a Ítaca
Aún nos queda el crepúsculo
Para ver los rótulos en primer plano
Sentirnos repletos de siluetas
Gritarle a las sombras
Asirse a los árboles
A los párpados
Amortajados de eructos
Diluidos por bocanadas de humo
Que desprende el aire
Anochecido de los espejos
Aún nos queda el crepúsculo
Como un furtivo pozo
Para tocar el tiempo
Helado de los acantilados
El abandono
El silencio
Pese al murmullo del marketing.
Bebo los latidos de la ceniza
En el velorio de los sueños
Roto póstumo
Deshaciendo oráculos
Destruyendo arcos
Subastando lágrimas
Bronces desvaídos
Anillos como gargantas
Nunca fueron hechos los sueños
Sin paciencia
Sin ríos
Sin espigas
Nunca faltó un grano de luz
Un mar de golpes cubriendo la vida
Bebiendo hasta en boca
Ajena
La sangre
Nunca para levantar un alma
Faltaron cuerpos
Hoy lo sé cuando ellos
Construyen el silencio
Y desnudan la tierra
En pleno sol
Nunca para vivir
Ha dejado de congregarse
La muerte todos los días
Con su pañuelo de palpitante río
Nunca he dejado de caminar sin tregua
Sin fuego
Sobre un horizonte de rieles
De peces y pasmos
Y huellas
Nunca dejé de sentir ecos
Paleolíticos
En la osamenta insomne de las esferas
Salvo el frío del grito
Salvo las piedras hondas del vacío...
Eternidades que están
atravesando mi alma.
Manuel Altolaguirre
En todas partes el frío
Inunda las calles
Y las esquinas envejecen
La gente aflora sus toxinas
De pronto se cuelan los recuerdos
Por el orificio
Cinematográfico
De los calendarios
No sé cómo este mundo apretado
Mitiga su silencio
El madero que acuña
La mortaja sigilosa del vacío
El aire molido de la noche
Miro que suben y bajan los dioses
Zapatos cansados
Ya sin forma
Sin sitios conquistados
¿Qué luz nos desnuda
Para luego desconocernos?
¿Qué río vivido nos trasiega
Y nos pierde en sus aguas nocturnas?
¿Qué llagas nos supuran
Redondas
Palpables
Como hostias
De sofocadas sombras?
No sé qué muertos caen en carne viva
Absortos
Despojados de la memoria
Transitando por el aljibe trashumante
De atávicos y dolientes caminos
En todas partes nos olvidamos de crecer
Frente a las lecciones del aire
Frente a las cuestas o muros
Frente a los agujeros de la noche
Que acaban donde las piedras:
Anulación entera
Caverna intransitable de la noche
Vigilia fantasmal
Caminantes cayéndoseles los ojos
Como cactus mordidos por agujas
Como la penumbra de la historia
En paraguas...
Entre ayer y hoy,
Avanzan las alas del suspiro.
¡Ay el alma infinita
en los destellos del alba!
Entre ayer y hoy,
Florece una eternidad.
El barandal del horizonte,
Une mar y tierra
Como ese irrumpir
Del arco iris en la tormenta.
Poemas cortosPoemas y poetas salvadoreños
este largo día desvelado y de estiércol
donde las moscas engordan su gangosa flaqueza
parecido a una danza de tempestad sinuosa
este día herido de vértigo de náusea
pronunciando un ruido del tamaña del horizonte
este d1a absorto y pusilánime de pájaros y lagartijas
este día muerto de hipo y de insomnio
como un espejo caído como herida que disgrega la sangre
y hace un himno de tumbas y desfiladeros
de imágenes desvanecidas y de gusanos sobre los ojos
hay maleza en la vista hay la mascarada de un puro herrumbroso
hay un agua sin cópula sin esperma prismal
sin óvulos anidados al hechizo nupcial
ah este día quemado en sus raíces en su discurso sensible
que pierde su forma de círculo
y cojea en el lodo de las hohas del follaje
ah este día que perdió su puntuación de río o sangre inagotable
ah este turbión que sacude la retina de la tinta
y tartamudea otra caligrafía y resuella otro combate
de infinitas piedras desmoronadas
ah este largo día respirando huesos y segundos agónicos
como si se tratara de una procesión de ceniza bajo la lluvia
como si ese río se desvaneciera inminentemente.
[acerca un tema de Roberto Fernández Retamar]
Felices los normales
Porque jamás han atravesado la nada
Como pájaros en el olvido
Los que nacieron con la luz
De madre y padre
Los que no han comido migajas
Y se esconden en la noche
Los que jamás han sentido la vida desgajada
Ni han sido perseguidos como torcazas
Felices los normales
Que tiran su cuerpo en buen lecho
Y no en el frío lunar de las piedras
Los que no escriben ni una tarjeta postal
Los que no escriben sobre muros
Aunque después los derriben
Los que no escriben sobre el caballo de sus emociones
Felices los normales que ignoran el exilio
Y la lluvia que cae sobre el lomo de los perros
Los que nunca han sido asediados por el silencio
Los que no han bebido pinos de luz
En pezones de trementina transparente
Felices los normales que no saben las palabras
Que se pierden en las alcantarillas
Y en las tumbas de los muertos
Los que navegan y navegan sin fatiga
Hasta desembarcar en ese viejo muelle de la muerte.
22012002
01:00 AM.
A veces todo es noche
Abismo
Oscuros círculos
Relojes desconcertantes
Noches sin más límites
Que las ventanas
Calles donde pasa la brisa
Crujiendo entre los brazos
A veces pasa el silencio
Con su acústica de vidrio
La oscuridad estática
Absoluta
Final
El cuerpo muriendo
Amontonando su cansancio
Abriendo el cuerpo de los grises
Evaporándose la luz
Disecando el sudor
En las alforjas de Dios
Para conquistar mendrugos
De sosiego
O decapitar recuerdos
Que al fin terminan
Siendo piedras
Cuchillos
Lanzas
O simples cerrojos
De semanas procreadas
Por el viento
A veces la vida se hace páramos
Grito descarnado en el azogue
De los astros
Un espacio sin párpados
Donde se cuela
El infinito
A veces la memoria calla
Como los mausoleos
Sin itinerario
Vela orugas y retablos
Abre polvo...