Poemas de Ana María Iza para leer.
Sofisticada
por decir tres uno uno uno
Por temor a las patas de gallo
nunca reía
Prefirió la expresión de las estatuas
a la sonrisa
Jamás lavó platos
ni fregó ropa
Tampoco suyo el nombre
del Rey de «La Rodina»
Caja de nácar
envase' de agua fría
concha perla sin llanto ni vida
Poemas cortosPoemas y poetas ecuatorianos
No quise detenerte
pensaste que era el viento
fa fuerza de gravedad que te empujaba
Y era el impulso mío
la sed de lo que parte
Bien puede ser
el sol tras la montaña
o la montaña en sombra desteñida
la ciudad que se esfuma en la ventana
la estela en barco convertida
el olor de los muelles
la hora cero
la caída del Dios que nos levanta
La dulzura de las manos solas
la mancha
en los pañuelos blancos
No quise detenerte
me gustabas por agua
Llévate el lobo azul
Déjame el lila pálido
Montaña:
sin aldabas
sin noticias
sin absurdos prejuicios
sin tarados
sin letreros que todo lo prohiben
sin niños limpiadores de zapatos
Amo tu soledad
tus campos verdes
el aire limpio que a vivir contagia
la libertad del pájaro que vuela
la paz del gusano que se arrastra.
Quédate donde estás
ningún viento te mueva
quédate lo más lejos del poblado
Yo que ante la vida misma no me inclino
y de la negra tierra me levanto
ante tus plantas humildes me arrodillo
y ante tu altar sin mitos me descubro
mientras las nubes pasan
La Princesa extendía la mano
y la piel de la nutria sus encantos
nutría
La piel del perfume la piel de la perla
la piel de los hombres
Talla diez
soñaba alcanzar la ocho
desde el suceso de su llegada
con sus desnudos y broncíneos ojos
Pasarela
dictó la moda a sus vasallas
sus modos sus texturas sus maneras
Impuso de tributo su belleza
La Princesa en el Reino de este mundo
paseó su clase
De un salto
desde el piso más alto de la tierra
se hizo humo.
A la Dra. Gloria Paz de Cabezas
Ni el rayo, ni la rosa, ni la roca
ni la rata, ni el radar, ni el remo
detuvieron el rodar de su camino
sus ansias de volar...
No se detuvo en seco a preguntar
por qué crujen las ramas
por qué es así la vida.
Las ramas son las ramas y la vida es la vida.
Por referencias supo de la ternura
en revistas prestadas conoció una ciudad
¡Cómo serán los hombres en Ganimedes!
y si en la tierra existen,
¿dónde están....?
No me encuentro no me hallo
no sé
No me resisto
debe ser el calor talvez el frío
No me trago no me paso
parezco mi enemigo
Me pregunto por mí si alguien me ha visto
Jim Morrison me alcanza
con su disco irrompible
Quisiera pedir disculpas
sentarme en la última banca
apagarme como foco
tirar en el ring la toalla
No sé qué hacer con usted
dónde esconderle
No sé sí me comprende pero sé que me rabia
No sé sí me bebe entera con el vino
No sé sí usted me escupe
y le caigo en la cara
A Greta Carbo V.
De pie
como la espina inextinguible
a pesar del insecticida del gusano
y esas larvas larvisísimas
con pestañas sonrisas y zapatos
Se perdona lo que no se olvida
Únicamente los muertos han olvidado
El olvido es un señor con lentes
de aumento aumentados
Como la rosa tiene derecho al día
la mujer ha devolver
lo que el hombre ha sembrado
Poemas cortosPoemas y poetas ecuatorianos
Quemó sus naves
timbró su hora
de salida
sin retro
sin retroacción
sin disyuntivas
A veces
se prolongan los restos
del naufragio
sin un negocio de baratijas
Si todas las mujeres vendieran
y compraran
otro gallo cantaría la cartilla
De todos modos
las gardenias marcan sus hitos
entre las cordilleras de la sabana
de la injusticia
Verídica la sal
pis0teada
por impúdicas leoninas
El hielo taladre sus talones
mantenga a raya sus cenizas
El Bajo Beirut le invada
sin armisticios.
Luna
redoma de metales lunáticos
donde extraigo herrumbres persistentes
salvadora de mis arcos
marcadora de penaltys
Dame el gol circunferencia estoica
que demuela la valla del poniente
Rulimán del molino del espacio
de la máquina hacedora de luceros
Luna
hermosa como ninguna
Y tan sola
Poemas cortosPoemas y poetas ecuatorianos
Usted
cabeza sin cabeza
idea descabellada
imprudencia de mis imprudencias
raíz de mis sonrisas
juguete de cristal
junto al martillo
Cosas
qué sólo a mí me suceden
y en las películas
«África Mía»
Hombre invisible
de palabras y gestos invisibles:
cómo me dueles
cruzas
con tus grifos abiertos
por mi sed sin sentido