España: 1926-1974
Poemas de Alfonso Costafreda para leer.
Ha muerto mi padre.
Se repite su ausencia cada día
en el hogar vacío.
Yo pregunto,
y además de la ausencia y además
de perder los caminos de esta tierra,
¿qué es la muerte?
Yo te pregunto, padre, ¿qué es la muerte?
¿Has hallado la paz que merecías?
¿Encontraste cobijo en nueva casa
o vas errante, y sufres bajo el frío
del invierno más grande, del total
desamor?
Yo te pregunto, padre, si son algo
los muertos, o si la muerte es sólo
una inmensa palabra que comprende
todo lo que no existe.
Ha muerto mi padre.
Se repite su ausencia cada día...
(De «Nuestra Elegía»)
Ella quiso seguirte, encerrada en su sueño
arañaba las puertas para que tú la oyeras,
para que respondieras a gritos te llamaba.
Su palabra vencida, se sentó gravemente
como si un pensamiento profundo la ocupara,
y entre su propia sangre fue entretejiendo sombras,
en su fe, en su armonía, en su sustancia humana.
Nosotros confundidos, ella hacia ti, sin rumbo. ..
En medio de dos mundos total desorientada.
Late su pulso aquí, su memoria en tu nada.
No puedo hablar; aunque quisiera
no puedo hablar con alegría.
¿Qué he de decir? Ni tan siquiera
presentar puedo una página limpia.
No puedo hablar, sólo tinieblas crecieran
sobre la hierba maldita.
He de callar, pero yo diera
mi vida.
Poemas cortosPoemas y poetas españoles
Sobre lo que más quiero, sobre las cosas mías,
tu ley y tu poder se imponen.
Años atrás, años ya en lejanía,
de mi propia morada alguien que yo no soy,
las llaves más secretas te ofrecía.
Tú las guardaste, quedan
sin ser recuperadas todavía.
...Y surgen llamas de pavor
dentro del corazón en estas noches frías:
cuando tú vienes sigilosamente,
cuando tú brutalmente a ti me obligas.
Poemas cortosPoemas y poetas españoles
No sé de dónde vienen
tu risa, tu alegría,
en qué instante aprendiste
a mirar frente a frente
todo lo que tememos.
A mirarlo en los ojos
como si nada hubiera
que temer
y tu mirada
hubiese descubierto
entre tanto desorden
un principio de luz.
Como si tú estuvieras
al borde del misterio
y nada sorprendiera
tu fe
y nos hablaras
no de lo que estás viendo,
sino de lo que sientes
venir
y entiendes tan fácilmente...
Así entonces separas
del terror su envoltura
diaria
y tu mano
traza en la oscuridad
un camino seguro.
Altas estrellas sin respuesta,
también oscuro transcurrir,
vida acaso también indagadora.
(Por esta ausencia sufro, sufro
su presencia era tuya y era nuestra.)
Algo brilla sin fin, mas no vosotras,
mientras ansioso yo pregunto
La muerte brilla cegadora
en el aire que apenas
es un manso susurro.