Temas Poetas

Poemas y poetas rumanos

Mihai Eminescu: Atardecer en la colina

El cuerno quejoso suena en la colina,
suben los rebaños, brillan las estrellas,
las aguas responden, gimiendo en las fuentes;
bajo las acacias, querida, me esperas.

La luna atraviesa clara y santa el cielo,
tus ojos contemplan el raro follaje,
las estrellas húmedas nacen en lo alto,
tú estás de ansias llena y de amor tu seno.

Las nubes resbalan, sus rayos se estrían,
levantan las casas sus techos vetustos,
la roldana al viento chirría en el pozo,
el valle es de humo, las flautas murmuran.

Hombres fatigados, la hoz sobre el hombro,
vuelven de los campos; la toica* resuena,
la campana llena con su voz la noche,
y mi alma se quema de amor en tu fuego.

¡Ah!, pronto en el valle el pueblo se duerme,
¡ah!, pronto mis pasos hacia ti me llevan.
Cerca de la acacia pasaré la noche
e incansablemente te diré: te quiero.

Las cabezas juntas, una contra otra,
bajo la alta acacia nos adormiremos
¿Quien la vida entera no la entregaría
por una tan bella, tan dichosa noche?

* Toica es un trozo de madera o metal que se golpea para llamar a la oración

Versión de Rafael Alberti y María Teresa León

Poemas y poetas rumanos

Paul Celan: Bisiestos siglos

Bisiestos siglos, bisiestos
segundos bisiestos
nacimientos, novembreantes, bisiestas
muertes,
en automáticos panales archivados
bits
on chips

El poema-menorá de Berlín,

(¿inasilado, in-
archivado, in-
asistido? ¿En
vida?),

estaciones de lectura en la palabra tardía,

puntas de llamas vigilantes
en el cielo,

perfil de crestas bajo el fuego

sensaciones, tejidas
por la helada,

arranque en frío-
con hemoglobina.

Poemas y poetas rumanos

Gherasim Luca: Que no se busquen las causas de mi muerte

Que no se busquen las causas de mi muerte
nadie es culpable, ni siquiera yo

Dejo la vida sin ningún pesar

Solicito ser enterrado con sobriedad
y, a ser posible, incinerado

Ni flores, ni coronas

Carta dejada sobre la mesa antes del segundo intento de suicidio (II)

Texto escrito durante el segundo intento (II)

Versión de Eugenio Castro

Poemas cortosPoemas y poetas rumanos

Paul Celan: Tu cabello sobre el mar

También tu cabello vuela sobre el mar con el enebro dorado.
Con él se vuelve blanco, entonces lo tiño de azul-piedra:
el color de la ciudad donde al final fui arrastrado hacia el sur...
Con jarcias me amarraron Ya cada una ataron una vela
y me escupieron Con sus bozos brumosos y cantaron:
«¡Oh atraviesa la mar!»
Yo sin embargo pinté como una barca mis alas con púrpura
y con mi estertor dime brisa y antes que durmieran me hice a la mar.
Tus rizos, ahora, debía teñírtelos en rojo, pero me gustan azul-piedra:
¡Ay, ojos de la ciudad, donde caí y fui arrastrado hacia el sur!
Con el enebro dorado vuela también tu cabello sobre el mar.

Poemas y poetas rumanos

En el camino de las estrellas marinas: Poema de Tristan Tzara en español fácil de leer

Caminos (fragmentos): Poema de Mihaï Beniuc en español fácil de leer

Tudor Arghezi: Canción para adormecer a Mitzoura

Hazle, Dios mío, una cabaña al sol,
en un rincón de la vieja campiña,
no debe ser más alta que una flor
que sea del tamaño de una oreja.

Hazle una charca de agua bajo el sol,
y de un palo de fósforo una nave
para que en su azufrada cabecita
ella pueda tocar el infinito.

Dále una mariposa delicada
y una rana tallada en esmeralda
y, Dios mío, promete a su cabaña
algún calor en el bosque de absintio.

Dale también, Dios mío, los colores
y el papel de la China necesario
para que borroneando en él, Mitzoura,
diseñe los perfiles de tu gloria.

Porque, por fin, cuando todo esté listo,
Dios mío, el padre vivirá en su casa.

Poemas y poetas rumanos

Mihaï Beniuc: Canción de amor

Ven, canción de amor,
desde el corazón de los elementos
sobre el ala de la tormenta
con el aullido de la tempestad,
ven desde los abismos de la noche,
a caballo sobre los torbellinos
con el hervor de las aguas profundas,
que te llevan los pastores del aire
en tropeles de estrellas
ladradas por el trueno.
Ven, torbellino de fantasmas,
carro de nubes
fustigado por el relámpago
roto sobre el espinazo
de las tinieblas.
Ven, toro del crepúsculo
rasgado por el diente de la luna,
hoz surgida de las encías del celo.
Ven,
conmoción de la aurora
con la aureola del sol sobre la cabeza,
despierta
al nenúfar del lago,
la tórtola en el nido,
la voz de la fábrica en su pecho de metal,
el niño en los brazos del sueño,
desliga a los borrachos de las heces del vino,
las enamoradas de los enlazamientos de la carne,
las abejas
del calor del panal.
Ven sobre mil senderos,
nieves fundidas,
lluvias mezcladas de sol,
hierbas invasoras, esplendor de los campos,
hojas caídas,
racimos vendimiados, aplastados en el lagar,
balbuceo del mosto en los toneles,
y cristalízate de un golpe
en tres palabras
murmuradas por el hombre al oído de la amada,
envueltas en el beso,
apenas comprendidas,
frágiles y cálidas:
Estoy cerca de ti.

Poemas y poetas rumanos

Tristan Tzara: Canción antigua

En las orillas del mar he escrito esta canción
Escuchadla: y dígansela al encontrarla
Es alta, tiene los ojos hermosos y tranquilos
y es rubia como la hierba que ha sentido el estremecer de la guadaña

¡Oh! Te has ido, te has ido, amada, en una tarde de invierno
y mi corazón es una flor marchita
hoja de un poema viejo hace tiempo arrugada
echada al cesto o debajo de la mesa

He buscado defenderte el rostro de la tristeza del atardecer
colocarlo con cuidado en un clavo al icono
para rezar delante de él cuando llueva en el jardín
o cuando sentiría en la noche la canción del olvido

Otrora los pollos se amontonaban a tu alrededor, amada, sin llamarlos
como si fueras su madre y los acariciabas con dulces palabras
Ya no les darás de comer, no saldrás para llevarles a dormir
Ahora el viento amontona círculos de hoja en torno a los troncos secos

¡Oh! Amada, sufro por haberte ido al extranjero
Los pollos no tendrán comida -estás lejos
Me estoy leyendo la infelicidad en un libro
Por una calle vieja llegan al hospital las hermanas de la caridad
Si supieras cuánto sufro por no tenerte ahora a mi lado
para preguntarme: qué es lo que te duele, te has resfriado, pero ya estás mejor...

Versión de Darie Novácenau

Poemas y poetas rumanos

Paul Celan: Canción a una dama en la sombra

Cuando la Taciturna llegue y decapite los tulipanes,
¿Quién saldrá ganando?
¿Quién saldrá perdiendo?
¿Quién se asomará a la ventana?
¿Quién pronunciará primero su nombre?

Alguien que es portador de mis cabellos.
Los lleva como se lleva a los muertos en las manos.
Los lleva como llevó el cielo mis cabellos aquel año en que amé.
Los lleva así por vanidad.

Ese saldrá ganando.
No saldrá perdiendo.
No se asomará a la ventana.
No pronunciará su nombre.

Es alguien que está en posesión de mis ojos.
Los tiene desde que se cierran los portones.
Los lleva en los dedos, como anillos.
Los lleva como añicos de fruición y zafiro:
era ya mi hermano en otoño;
y ya cuenta los días y las noches.

Ese saldrá ganando.
No saldrá perdiendo.
No se asomará a la ventana.
Pronunciará su nombre el último.

Es alguien que tiene lo que dije.
Lo lleva bajo el brazo, como un bulto.
Lo lleva como el reloj su peor hora.
Lo lleva de umbral en umbral, mas no lo arroja.

Ese no saldrá ganando.
Saldrá perdiendo.
Se asomará a la ventana.
Pronunciará su nombre el primero.

Será decapitado con los tulipanes.

Poemas y poetas rumanos

Tristan Tzara: La canción de la novia

Amado mío se acerca el desierto
Aparta resoplando la arena ardiente
Siento cómo se aferran las garras de la quemadura
en el gris de la roca del alma

¡Oh! Amado mío, junta tus manos al rezar
escucha cómo zumba el fin en los oídos
espera que se te escurra la sangre del anochecer de tu boca
y los recuerdos te muerdan el cuerpo
los recuerdos con olor íntimo de escondites remotos

En los llantos del atardecer se ha apagado la luz de tu boca
La sombra del bosque sigue vibrando
Hago del corazón sendero para tus dolores, muñeca
Mi corazón con tantas bellas manchas
Con bordes de heridas como los vestidos de las mozas
y arcoiris de ceniza

La flor de los faroles se ha marchitado
Se le ha doblado el tallo en la humedad de la oscuridad
La luna se ha encerrado por encima de las nubes
como el corazón de la abadesa en la antigüedad de un monasterio

Te he encerrado yo también en la noche del cementerio
donde vuelan pájaros de hierro
frágil amor arrancado en silencio de una lápida de una azucena tímida
los árboles son crisantemos de hielo
y tú te has helado en el cielo al lado de una bella oración.

Versión de Darie Novácenau

Poemas y poetas rumanos

Paul Celan: Los cántaros

Para Klaus Demus

En las largas mesas del tiempo
beben los cántaros de Dios.
Beben hasta el fondo los ojos de los videntes y
los ojos de los ciegos,
los corazones de las sombras imperantes,
la mejilla hundida de la tarde.
Son los más poderosos bebedores:
igual se llevan a la boca lo vacío que lo lleno
y no rebosan de espuma como tú o yo.

Poemas cortosPoemas y poetas rumanos

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