Temas Poetas

Poemas y poetas puertorriqueños

Etnairis Rivera: Búsqueda

Ese oscuro pasaje en el que me busco
con obstinación, hasta el agotamiento,
me niega el espejo donde pueda descansar.
Pena de no ver qué me empuja,
qué hilos me atan con fervor a ese primer portal
donde el hombre y su esbelta forma apetecible,
como el aire,
arroja sus máscaras sobre mi deseo.
En ese obscuro pasaje me debato
en lucha con mi escudo solar,
pasaje concéntrico, vorágine que no explico,
que frente a mí gira desbocado
y me abandona , sola
guerrera sola, valerosa y triste,
sólo guerrera, contenta y valerosa.
A tientas extiendo mis brazos
como ramas crecidas,
como imán que guía la horas.
Extiendo un arco, una flecha de fuego
en este pasaje obscuro en el que me busco.

Poemas y poetas puertorriqueños

Lourdes Vázquez: La cabalgata

Todo el día he estado cabalgando
este caballo. Un animal vigoroso
y suave al tacto. Es como trotar con el lobo,
la zorra, sus patas, su cabello largo.
Galopando con esa intensidad me
aficiono al óvulo, al ovario entero,
todos los huevecitos de mi cariño
y de a poco cuatro poderosos brazos
me levitan, sientiéndome cómoda,
sin peso, suelta, suspendida y estas ganas
de estar, solo estar, la mera presencia
y brillo como un hallazgo de oro
en mitad de la cueva o un incendio
de guirnaldas en medio del bosque.
Todo el día.

Poemas cortosPoemas y poetas puertorriqueños

Etnairis Rivera: Cada cual de su galaxia

En este lugar, cada cual llega de su galaxia.
Baila, canta, mira profunda o levemente,
según pueda,
y luego saca su resumé de conquista y colonización.
En este lugar, que rescata de la abulia,
con sus traseúntes de la noche,
cada cual busca el amor o alguna sensación parecida,
según pueda.
Sacan su lazo de rodeo, sintonizan,
atrapan el mejor lomo y luego que lo montan
lo olvidan antes de que amanezca.
Regresan, como a un rito, a este lugar,
insaciables en su búsqueda.
Su auto europeo, su velero, sus tarjetas,
su mejor paso de salsa candente,
es cuento de las dos mil y una noches
Y su resumé de conquista y colonización.

Poemas y poetas puertorriqueños

Virgilio Dávila: El cafetal

En el monte riqueño de la base a la cumbre,
las eurítmicas copas de las guavas se ven,
y debajo de ellas, cual soldados en filas,
los preciosos arbustos del precioso café.

Los arbustos florecen, y las albas corolas
a los ojos simulan del que ve el cafetal,
mariposas enfermas, si en el suelo han caído,
estrellitas de nieve, si en las ramas están.

Se hacen frutos las flores, y las bayas jugosas
a los ojos simulan del felíz labrador,
esmeraldas joyantes, las que verdes se encuentran,
y joyantes rubíes, las que están en sazón.

En el monte riqueño, de la base a la cumbre,
las eurítmicas copas de las guavas se ven,
y debajo de ellas, cual soldados en filas,
los preciosos arbustos del precioso café.

Es la tropa bizarra que se apresta a la lucha
para dar a Borinquen bienestar y esplendor,
escalando los muros de la gran fortaleza
donde el oro domina con su brillo de sol.

Poemas y poetas puertorriqueños

Julia de Burgos: Canción amarga

Nada turba mi ser, pero estoy triste.
Algo lento de sombra me golpea,
aunque casi detrás de esta agonía,
he tenido en mi mano las estrellas.

Debe ser la caricia de lo inútil,
la tristeza sin fin de ser poeta,
de cantar y cantar, sin que se rompa
la tragedia sin par de la existencia.

Ser y no querer ser? esa es la divisa,
la batalla que agota toda espera,
encontrarse, ya el alma moribunda,
que en el mísero cuerpo aún quedan fuerzas.

¡Perdóname, oh amor, si no te nombro!
Fuera de tu canción soy ala seca.
La muerte y yo dormimos juntamente?
Cantarte a ti, tan sólo, me despierta.

Poemas y poetas puertorriqueños

Julia de Burgos: Canción desnuda

Despierta de caricias,
aún siento por mi cuerpo corriéndome tu abrazo.
Estremecido y tenue sigo andando en tu imagen.
¡Fue tan hondo de instintos mi sencillo reclamo...

!De mí se huyeron horas de voluntad robusta,
y humilde de razones, mi sensación dejaron.
Yo no supe de edades ni reflexiones yertas.
¡Yo fui la Vida, amado !
La vida que pasaba por el canto del ave
y la arteria del árbol.

Otras notas más suaves pude haber descorrido,
pero mi anhelo fértil no conocía de atajos:
me agarré a la hora loca,
y mis hojas silvestres sobre ti se doblaron.

Me solté a la pureza de un amor sin ropajes
que cargaba mi vida de lo irreal a lo humano,
y hube de verme toda en un grito de lágrimas,
¡en recuerdo de pájaros!

Yo no supe guardarme de invencibles corrientes
¡Yo fui la Vida, amado !
La vida que en ti mismo descarriaba su rumbo
para darse a mis brazos.

Poemas y poetas puertorriqueños

Julia de Burgos: Canción hacia adentro

¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Hay un sólo trino entre tu amor y mi alma.

Mis dos ojos navegan
el mismo azul sin fin donde tú danzas.

Tu arco-iris de sueños en mí tiene
siempre pradera abierta entre montañas.

Una vez se perdieron mis sollozos,
y los hallé, abrigados, en tus lágrimas.

¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Un ruiseñor nos tiene en su garganta.

Los ríos que me traje de mis riscos,
desembocan tan sólo por tus playas.

Hay confusión de vuelos en el aire?
¡El viento que nos lleva en sus sandalias !

¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Mientras menos me pienses, más me amas.

Poemas y poetas puertorriqueños

Julia de Burgos: Canción de mi pena dormida

Con los ojos cerrados
amplia de voces íntimas
me detengo en el siglo de mi pena dormida.
La contemplo en su sueño...
Duerme su noche triste
despegada del suelo donde arranca mi vida.
Ya no turba la mansa carrera de mi alma
ni me sube hasta el rostro el dolor de pupilas.

Encerrada en su forma,
ya no proyecta el filo sensible de sus dedos
tumbándome alegrías,
en la armonía perfecta de mi canción erguida.
Ya no me parte el tiempo...

Duerme su noche triste
desde que tú te anclaste en la luz de mis rimas.
Recuerdo que las horas se rodaban en blanco
sobre mi pena viva,
cuando corría tu sombra por entre extrañas sombras,
adueñado de risas.

Mi emoción esperaba....
Pero tuve momentos de locura suicida.
Un agitado viento de esperanza
parece que me anuncia tu regreso.
Entre el fuego de luna que me invade
alejando crepúsculos te siento.
Estás aquí. Conmigo.
Por mi sueño.

¡A dormir se van ahora mis lágrimas
por donde tú cruzaste entre mi verso!

Poemas y poetas puertorriqueños

Canción de la verdad sencilla: Poema de Julia de Burgos en español fácil de leer

Etnairis Rivera: Canto de la Pachamama (I)

He querido escribir, más que nada vivir
intensamente,
estar en el aroma, en la médula de las cosas.
Tantos fantasmas dijeron amarme
y sobre ellos me derramé como la lluvia de anoche.
La que ame fantasmas se convertirá en lluvias,
largas lluvias en la aurora.
Irán enamorándose los árboles, la apasionada tierra de tu espacio
y te poseerán los duendes mensajeros de la celosa señora soledad
y será ella el sol que entra por tu mañana
y el agüita mansa que se filtra y ocupa tu casa vacía
y la fibra misma de tu pétalo y tu camino.
Hay una pena, es cierto, mas hay un gozo entrenado en el misterio,
en la lengua tibia de la poderosa señora soledad.
He querido romper el miedo y vivir
y estar siempre cerca de algún cuerpo caluroso,
mas ya no sólo se pierden trenes ni poemas
ni billetes del imperio
ni lentes para ver de lejos en la noche
cuando ya no te llevan de la mano.
Ahora se pierde el cansado nombre de sumisa.
Llámate flor, llámate fruta, hija de ti misma,
amor predilecto de la sabia señora soledad
y viste sus túnicas y collares de semillas y corales
y ciñe su cinta ancha a tu cabeza
y deja que tu pie camine familiar en su sandalia
y que tu soleado ojo conozca el desierto
intensamente, igual,
enteramente, como a las lluvias que amanecen.

Poemas y poetas puertorriqueños

Etnairis Rivera: Canto de la Pachamama (II)

Este niño no tiene padre reconocido
ni se parecerá a nadie en particular.
Excluiremos de su alimento al miedo.
Nacerá de la buena familia del solo vientre de su madre.
Ya le contará ella que la preñaron los Andes,
la olorosa esperma del río,
la noche vaga entre los montes, la limonada,
una cálida brisa que le llegó do Brasil.
Le contará que siempre amó perdidamente
hasta las piedras.
Este niño encarna, se va durmiendo en su planeta.
Viajará en la dimensión espacial en el cuerpo de su madre
a nacer en el presente.
Puerta del misterio la mujer, puerta entre los mundos,
infundida del rayo, casa de los espíritus que renacen.
Este niño encontrará a su padre en el corazón de su camino;
lo llevará a su frente, a su perfecto cielo,
a su padre vestido de luz.
Este niño de la nueva raza
se alimentará del alba transparente.
Habitará el arcoiris la mitad del año.
Será niño el sur de la montaña.
Habitará la mar la otra mitad del año.
Será niña el norte de las aguas.
Nacerá de la buena familia del solo vientre de su madre.

Poemas y poetas puertorriqueños

CANTO A PUERTO RICO: Poema de José Gautier Benítez en español fácil de leer

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz