Temas Poetas

Poemas y poetas irlandeses

Oscar Wilde: Casa de la ramera

Seguimos la huellas de pies que bailaban
hacia la calle alumbrada de luna
y nos detuvimos bajo la casa de la ramera.

Adentro, por sobre estrépito y movimiento,
oímos los músicos tocando a gran volumen
el «Treues Liebes Herz» de Strauss.

Como formas extrañas y grotescas,
realizando fantástico arabesco
corrían sombras detrás de las cortinas.

Vimos girar los fantasmales bailarines
al ritmo de violines y de cuernos
cual hojas negras llevadas por el viento.

Igual que marionetas tiradas de sus hilos
las siluetas de magros esqueletos
se deslizaban en la lenta cuadrilla.

Tomados de la mano
bailaban majestuosa zarabanda;
y el eco de las risas era agudo y crispado.

veces un títere de reloj apretaba
la amante inexistente contra el pecho,
y otras parecía que querían cantar.

A veces una horrible marioneta
se asomaba al umbral fumando un cigarrillo
Como cosa viviente.

Entonces, volviéndome a mi amor dije,
«Los muertos bailan con los muertos,
el polvo se arremolina con el polvo».

Pero ella escuchó el violín,
se apartó de mi lado y entró:
entró el Amor en casa de Lujuria.

Súbitamente, desentonó la melodía,
se fatigaron de danzar el vals,
las sombras dejaron de girar.

Y por la larga y silenciosa calle
en sandalias de plata asomó el alba
como niña asustada.

Versión de E. Caracciolo Trejo

Poemas y poetas irlandeses

Casa de verano: Poema de Seamus Heaney en español fácil de leer

Cascando¹: Poema de Samuel Beckett en español fácil de leer

Seamus Heaney: Conduciendo de noche

Los olores cotidianos eran nuevos
en el viaje nocturno a través de Francia:
lluvia y heno y bosques en el aire
creaban cálidas corrientes de aire en el coche abierto.

Los postes blanqueaban sin cesar.
Montreuil, Abbeville, Beauvais
se prometían, prometían, llegaban y se iban,
garantizando cada lugar el cumplimiento de su nombre.

Una tardía trilladora gruñía por el sendero
sangrando semillas a través de su luz.
Un incendio forestal se extinguía.
Uno a uno cerraban los pequeños cafés.

Pensé en ti de forma continua
unas mil millas al sur donde Italia
apoya su lomo en Francia en la esfera oscurecida.
Tu cotidianeidad se renovó allí.

Poemas y poetas irlandeses

James Joyce: El crepúsculo de amatista

El crepúsculo, de amatista, se torna
Azul más y más intenso,
El farol llena de un tenue fulgor verde
Los árboles de la avenida.

El viejo piano interpreta una melodía
Serena y lenta y jovial;
Ella se encorva sobre las teclas amarillentas,
E inclina así su cabeza.

Tímidos pensamientos, ojos serios y abiertos
Y manos que vagan mientras escuchan...
El crepúsculo Se torna azul aún más oscuro
Con reflejos de amatista.
Versión de José Antonio Álvarez Amorós

Poemas y poetas irlandeses

William Butler Yeats: Cuando estés vieja y gris y soñolienta

Cuando estés vieja y gris y soñolienta
y cabeceando ante la chimenea, toma este libro,
léelo lentamente y sueña con la suave mirada
y las sombras profundas que antes tenían tus ojos.

Cuántos amaron tus momentos de alegre gracia
y con falso amor o de verdad amaron tu belleza,
pero sólo un hombre amó en ti tu alma peregrina
y amó los sufrimientos de tu cambiante cara.

E inclinada ante las relumbrantes brasas
murmulla, un poco triste, cómo escapó el amor
y anduvo en las cimas de las altas montañas
y entre un montón de estrellas ocultó su rostro.

Versión de Nicolás Suescún

Poemas y poetas irlandeses

Oscar Wilde: El cuarto movimiento

Le Réveillon

El cielo está manchado con espasmos de rojo,
huyen las brumas envolventes y las sombras;
el alba se levanta desde el mar
como una blanca dama de su lecho.

Y caen flechas melladas, insolentes
a través de las plumas de la noche,
y una ola larga de luz gualda
rompe en silencio sobre torre y casa,

y extendiéndose amplia sobre el campo inculto
un batir de alas que despiertan al vuelo,
castaños que se agitan en la copa
y ramas con estrías de oro.

Versión de E. Caracciolo Trejo

Poemas y poetas irlandeses

Samuel Beckett: Da tagte es¹

redime lo que reemplaza a los adioses
la sábana de agua que navega en tu mano
a quienes nada tienen ya para la tierra
y el espejo sin niebla encima de tus ojos.

Versión de Jenaro Talens

NOTAS DEL TRADUCTOR:
Escrito también a raíz de la muerte de su padre.
¹da tagte es: -entonces (o allí, en sentido temporal) amaneció. En alemán en el original.

Poemas cortosPoemas y poetas irlandeses

James Joyce: Di adiós, adiós, adiós

Di adiós, adiós, adiós,
Di adiós a tus días de doncella,
El venturoso Amor ha venido a cortejarte
Y a cortejar tus usos de doncella.
El ceñidor que te sienta soberbio,
La redecilla sobre tu áureo pelo,

Cuando hayas escuchado su nombre
Por encima de las trompetas de los querubines
Comienza tiernamente a desceñir
Tu pecho de doncella para él,
Y tiernamente a retirar la redecilla,
Que es el emblema de tu doncellez.
Versión de José Antonio Álvarez Amorós

Poemas y poetas irlandeses

Seamus Heaney: Día de boda

Tengo miedo.
El sonido se ha parado en el día
y las imágenes se repiten
sin cesar. ¿Por qué esas lágrimas,

el pesar salvaje en su rostro
fuera del taxi? Crece
el jugo del lamento
en nuestros invitados que saludan.

Tras la gran tarta estás cantando
como una novia abandonada
que persiste, demente,
y que atraviesa el ritual.

Cuando fui a los lavabos
había un corazón con una flecha
y palabras de amor. Deja que duerma
recostado en tu pecho, camino al aeropuerto.

Poemas y poetas irlandeses

Seamus Heaney: La dificultad de Inglaterra

Me movía como un agente doble entre los conceptos.
La palabra «enemigo» tenía la eficacia dental de un cortacésped. Era un ruido mecánico y distante más allá
de esa opaca seguridad, esa ignorancia autónoma.
«Cuando los alemanes bombardearon Belfast eran las partes orangistas más amargas las que peor fueron golpeadas».
Me encontraba subido a los hombros de alguien, llevado a través del patio iluminado por estrellas para ver cómo el cielo
ardía sobre Anahorish. Los mayores bajaban sus voces y se reacomodaban en la cocina como si estuvieran cansados
después de una excursión.
Pasado el apagón, Alemania convocaba en cocinas iluminadas por lámparas a través de bayetas desgastadas,
baterías secas, baterías húmedas, cables capilares, válvulas condenadas que chirriaban y burbujeaban mientras
el sintonizador absolvía a Stuttgart y Leipzig.
«Es un artista, este Haw Haw. Puede tranquilamente dejarlo dentro».
Me hospedaba con los «enemigos del Ulster» , los pinches extramuros. Un adepto al estraperlo, cruzaba las líneas
con palabras de paso cuidadosamente enunciadas, hacía funcionar cada discurso en los controles y no informaba a nadie.

Poemas y poetas irlandeses

Los dos árboles: Poema de William Butler Yeats en español fácil de leer

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz