Temas Poetas

Poemas y poetas franceses

Charles Baudelaire: Alegoría

Ésta es una mujer de rotunda cadera
que permite en el vino mojar su cabellera.
Las garras del amor , las mismas del granito.
Se ríe de la muerte y la depravación,
y, a pesar de su fuerte poder de destrucción,
las dos han respetado hasta ahora, en verdad,
de su cuerpo alto y firme la altiva majestad.

Anda como una diosa y tiende sultana,
siente por el placer fe mahometana.
Y cuando abre los brazos, sus pechos soberanos
demanda la mirada de todos los humanos.

Ella sabe, ella sabe, ¡oh doncella infecunda!,
necesaria, no obstante a la caterva inmunda,
que la beldad del cuerpo es un sublime don
que de cualquier infamia asegura el perdón.

Ella ignora el infierno y purgatorio ignora,
y mirará por eso, cuando le llegue la hora,
la cara de la muerte en un tan duro momento,
como un niño: sin odio sin remordimiento.

Versión de María Fasce

Poemas y poetas franceses

Benjamin Péret: Allo

Mi avión en llamas mi castillo inundado de vino del Rhin
mi ghetto de lirios negros mi oreja de cristal
mi roca rodando por el acantilado para aplastar al guarda rural
mi caracol de ópalo mi mosquito de aire
mi edredón de aves del paraíso mi cabellera de espuma negra
mi tumba agrietada mi lluvia de langostas rojas
mi isla voladora mi uva de turquesa
mi colisión de autos locos y prudentes mi arriate silvestre
mi pistilo de cardillo proyectado en mi ojo
mi bulbo de tulipán en el cerebro
mi gacela perdida en un cinema de los bulevares
mi cofrecillo de sol mi fruto de volcán
mi risa de estanque oculto donde se ahogan los profetas distraídos
mi inundación de casis mi mariposa de morilla
mi cascada azul como una ola de fondo que hace nacer la primavera
mi revólver de coral cuya boca me atrae como la boca de un pozo reverberante
helado como el espejo en que contemplas la huida de los colibríes de tu mirar
perdido en una exposición de lencería enmarcada de momias te amo

Versión de Cesar Moro

Poemas y poetas franceses

René Char: En las alturas

Espera aún a que yo venga
A romper el frío que nos retiene.

Nube, en tu vida tan amenazada como la mía.

(Había un precipicio en nuestra casa.
Por eso hemos partido y nos hemos establecido aquí).

Poemas cortosPoemas y poetas franceses

Pierre de Ronsard: A su amada

Mi pequeña palomita,
mi pequeña, toda linda,
perlita mía, besadme:
con la boca toda llena
de amor, quitadme la pena
de mi amoroso cuidado.

Cuando yo os diga: niña mía
acercaos, necesito
nueve besos a la vez,
dadme solamente tres,
como los que Diana guerrera
le. dio a Febo su hermano
y la Aurora a su viejo...
Luego, retirad la boca,
y lejos, toda esquivez,
huid con pie bullicioso.

Como un toro por el prado
corre detrás de su amada,
así yo, lleno de ira,
correré, loco, tras vos,
y sujeta con fuerte mano
os retendré, de igual modo
que un águila al tembloroso pichón.
Entonces, fingiéndoos ruborosa
de darme los otros besos,
iniciaréis vos el gesto.

Pero en vano estaréis colgada
de mi cuello, esperando
(los ojos un poco bajos)
perdón de mi pecho herido.
Pues en lugar de seis he de pediros
más besos que estrellas nunca
tuviera el cielo; más que arena
se acumula en la orilla
arrastrada por el agua
cuando airada se estrella contra las rocas.

Versión de L. S.

Poemas y poetas franceses

Pierre Louÿs: La amiga recién casada

Esta tarde casó Melisa, mi mejor amiga. Era propicio el signo: nuestras madres se hallaban
encintas. En la ruta del cortejo no se han marchitado aún las rosas; brilla aún en las antorchas la llama nupcial.

Deshago el camino con mi madre, y sueño, sueño... Tal como ella fue hoy, pudiera serlo yo. ¿Acaso no florece
mi infancia en pubertad?

Ese mismo fastuoso cortejo, las flautas, los aires nupciales y el carro florido del esposo, la pompa y la fiesta
-una tarde- será todo para mí, por mí, entre los gajos de olivo.

Y así como a esta hora Melisa se muestra desnuda ante un hombre, yo dejaré caer mis velos, y habré de saber,
en la noche perfumada y atónita, qué es el amor. Y más tarde, quizá, ansiosos pequeñines mamarán
de mis pródigos senos.

Poemas y poetas franceses

Jean Cocteau: Un amigo duerme

Tus manos por las sábanas eran mis hojas muertas. Mi otoño era un amor por tu verano.
El viento del recuerdo resonaba en las puertas de lugares que nunca visitáramos.

Permití la mentira de tu sueño egoísta allá donde tus pasos borra el sueño. Crees estar donde estás.
Qué triste nos resulta estar donde no estamos, así siempre.

Tu vivías hundido dentro de otro tú mismo, abstraído a tal punto de tu cuerpo que eras como de piedra.
Duro para el que ama es tener un retrato solamente.

Inmóvil, desvelado, yo visitaba estancias a las que nunca ya retornaremos.
Corría como un loco sin remover los miembros: el mentón apoyado sobre el puño.

Y, cuando regresaba de esa carrera inerte, te encontraba aburrido, con los ojos cerrados,
con tu aliento y con tu enorme mano abiertos, y tu boca rebosante de noche...

Poemas y poetas franceses

Paul Éluard: Te amo

Te amo por todas las mujeres que no he conocido.
Te amo por todos los tiempos que no he vivido.
Por el olor del mar inmenso y el olor del pan caliente.
Por la nieve que se funde por las primeras flores.
Por los animales puros que el hombre no persigue.
Te amo por amar.
Te amo por todas las mujeres que no amo.

Quién me refleja sino tú misma me veo tan poco
sin ti no veo más que una planicie desierta.
Entre antes y ahora
están todas estas muertes que he sorteado sobre paja.
No he podido atravesar el muro de mi espejo.
Tuve que aprender la vida como se olvida
palabra por palabra

Te amo por tu sabiduría que no me pertenece.
Te amo contra todo lo que no es más que ilusión.
Por el corazón inmortal que no poseo
crees ser la duda y no eres sino razón.
Eres el sol que me sube a la cabeza
cuando estoy seguro de mí.

Versión de Luis A. Cano

Poemas y poetas franceses

André Breton: Amor apergaminado

Cuando las ventanas, lo mismo que la mirada del chacal y el deseo, taladran la aurora, unas cabrias de seda me levantan sobre las pasarelas del suburbio. Llamo entonces a una muchacha que sueña en la casita dorada; se une a mí sobre el montón de musgo negro y me ofrece sus labios, que son piedras al fondo de un río presuroso. Velados presentimientos descienden los escalones de los edificios. Lo mejor es huir de los grandes cilindros cuando los cazadores cojean en las tierras destempladas. Si se toma un baño en el muaré de las calles, la infancia regresa a la patria, galga gris. El hombre busca su presa por los aires y los frutos se secan entre las rejas de papel rosa, a la sombra de los nombres desmesurados por el olvido. Las alegrías y las penas se esparcen por la ciudad. El oro y el eucalipto, de igual aroma, atacan los sueños. Entre los frenos y los edelweis sombríos reposan formas subterráneas semejantes a corchos de perfumistas.

De «Claro de tierra»
Versión de Manuel Álvarez Ortega

Poemas y poetas franceses

Louis Aragon: Que no hay amor feliz

Nada tiene seguro
El hombre ni flaqueza
Ni fuerza ni corazón
Si cree abrir los brazos
Una cruz es su sombra
Cuando quiere ceñir
Su vida la destruye
Es su vida un extraño
Doloroso divorcio
Que no hay amor feliz

Se parece su vida
A soldados sin armas
Que se hubiera vestido
Para muy otro fin
De qué puede servirles
Alzarse de mañana
Para hallarse a la tarde
Desarmados sin fe
Repetid «vida mía»
Y contened el llanto
Que no hay amor feliz

Amor mi bello amor
Desgarradura mía
Yo te llevo en mi ser
Como pájaro herido
y aquéllos sin saber
Miran cómo pasamos
Diciendo tras de mí
Palabras que he trenzado
y por tus grandes ojos
Murieron sin vivir
Que no hay amor feliz

De aprender a vivir
No hay tiempo es tarde
Lloremos en la noche
Nuestro llanto al unísono
Con cuántas pesadumbres
Pagamos un temblor
Y con cuántos dolores
La mínima canción
Por un son de guitarra
Cuánto hay que gemir
Que no hay amor feliz

Que no hay nunca amor
Que no sea un dolor
Que no hay nunca amor
Que no nos llegue a herir
Que no hay nunca amor
Que no pueda humillar
Ni el amor a la patria
Más que el amor a ti
Que no hay nunca amor
Que no haga llorar

Que no hay amor feliz
Nuestro amor es así

Poemas y poetas franceses

Joachim du Bellay: Andar con aire grave y con grave entrecejo

Andar con aire grave y con grave entrecejo,
y con sonrisa grave a todos dar contento,
sopesar las palabras, responder con los gestos,
con un Messer non, o bien un Messer si:

Entremezclar frecuente un breve El cosi,
y con un son Servilore imitar al honesto,
y como quien parte tuvo en la conquista,
de Florencia y de Nápoles ufano discurrir:

Señorear a todos con claro besamanos,
y siguiendo el ejemplo del patricio romano,
ocultar la pobreza con gallardo exterior:

He aquí de esta corte las virtudes más altas.
Así es que enfermo, pobre, y en muy mala montura,
hasta Francia regresas afeitado y sin blanca.

De «Les Regrets» 1558
Visor 1985
Versión de Luis Antonio de Villena

Poemas y poetas franceses

El ángel y el niño: Poema de Arthur Rimbaud en español fácil de leer

Remy de Gourmont: Ángela

Ángela que mirabas a lo azul y sonreías:
Ángela que viste en el cielo una escala:
una larga escala roja por sonde subían
cadenciosas doncellas,
altas muchachas, bellas, vestidas de blanco;
Ángela en cuyo regazo
anidaba una aldehuela de palomas;
Ángela que ascendiste por la escala
de nieve y de coral:
Ángela que viajaste directamente al cielo
cuando volvías de Jerusalén;
y que tenías el poder de apaciguar la tempestad
con el solo ademán de tus manos:
Ángela, asomada al barandal del cielo:
¡calma las tempestades de nuestro corazón!

Versión de Eduardo Carranza

Poemas y poetas franceses

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz