Temas Poetas

Poemas y poetas costarricenses

Lil Picado: Cantiga nuestra

Tú venías de la muerte,
yo de la fuente.
Tú traías en las manos
mi primera mirada de flor silente;
yo tenía
cantarcillos de musgo sobre la frente. El tiempo lo ha soñado,
¡ay bosque verde!
Ay soledad de piedra que se sorprende
del corazón de liquen que la acomete. ...El tiempo lo ha querido,
y el agua vierte.

Poemas cortosPoemas y poetas costarricenses

Ana Istarú: Carta del don

La carta, la jadeante,
me acuclilló en el charco rosicler
del corazón.

La carta
se humedece las manos,
sacude mi frente el lebrel de la agonía.

Yo te bendigo, dice
y hunde su lengua de papel
entre mis belfos helados.

Me vuelca sobre el suelo, sudorosa
y sopla
con letras negras: yo te bendigo,

brindo
por este vaso de tu preñez.
La carta dice cosas a mi cuerpo
y es como un beso largo que me incita a llorar.

Recompone
su corona de hierbas.
Hunde su dedo índice
en mi vientre de paño,
donde mi embrión refulge
como el grano de la luz.

La carta se marcha
como los dioses griegos.

Deja tirada a una mujer
a merced de los lobos
dorados de su dicha
sin saber si cantar,
si romper en el aire
el rosetón de vidrio de su risa.
Está propensa al llanto.

La carta
deja tirada a una mujer que lame
su péndulo de luces
contra la oscuridad.

Poemas y poetas costarricenses

Carta a la esposa: Poema de Adriano Corrales Arias en español fácil de leer

Carta al hijo: Poema de Adriano Corrales Arias en español fácil de leer

Adriano Corrales Arias: La casa del poeta

La casa del Poeta es un refugio
el misterio de sus manos en la sangre extendida

Hasta ella llegan las muchachas temerosas
los chicos balbuceantes
a encender la lámpara del vino
la estufa de la memoria

En los estantes cuelgan los trofeos de la noche
acuarelas del primer beso desteñido
uñas de gato zarpas de pantera
aguafuerte de batallas milenarias
faldas de mujeres olvidadas
máscaras antigases para el mitin de lo posible

La Casa del Poeta es una caverna de murales
dispuesta al interior de su colorido
para alumbrar las vigilias de la bomba

Pero se canta y se bebe
se tocan instrumentos de toda estirpe
se tañen las cuerdas se templan los cueros
se prepara el cazador para la partida.

Y se ama en otros cuerpos la manera más salvaje.

Se aspira el cielo en una línea de deseo
y se espanta el tedio con el humo de la manzana
alrededor de la hoguera de puñales
con mapas olvidados en una isla de piratas
en restos florecidos de animales.

La Casa del Poeta es una cintura abierta.

Poemas y poetas costarricenses

Casi oda a Federico García Lorca: Poema de Adriano Corrales Arias en español fácil de leer

Adriano Corrales Arias: Ciudad

El cósmico basurero de luces
no es la última botella
que acabamos en Bolero barrio Escalante
o Rayuela San Pedro Montes de Oca
tal vez Ceferinos bar Ciudad Quesada
ya avanzados los 80

tampoco los amigos sentados en la acera
tras la humareda de cigarrillos dobles
o la lenta marcha de un furgón
hacia la guerra
como dedos que desabrochan
el vestido de una muchacha
en el silencio de la clandestinidad

laberinto de imágenes temblorosas en la llanura sos
selva vaciada de la memoria
reverso en el daguerrotipo de lo contrario

paraje oscuro de otras voces
palabras que no pronunciamos
ni escribimos
promesas hechas en la ebriedad
del círculo de señoritas universitarias
que no se lo creyeron hasta la caída de sus calzones
el ronroneo alto de sus pechos
la nalgueada
el mordisco de la camisa en el rostro
la paliza de amor al verde ramazón del hipo
lo simple en la sublimación de estrellas sobre el agua

sos eso y nada y todo
gesto que se expande por la ventana
como aullido o disparo
en el edificio del pánico donde palmaste

o la mano humedecida que apaga la luz
para enviarnos a la cama sin una colilla siquiera
tristes y ajenos como vos
aldea hipertrofiada por el sueño que no llega

Poemas y poetas costarricenses

Mía Gallegos: El claustro elegido

No busco nada.
A nadie aguardo en este día.

Esperar es una de las raras
estratagemas de Dios
para detenernos en un punto.

Mi país:
montaña verde y lluvia.
Un caballo se pierde en la llanura
imaginada,
que ahora está vedada a mis ojos.

Busco la intensa reflexión:
la de los libros amigos,
la luz interna que preciso para vivir,
el candil de oro,
el Eclesiastés y la paciencia de Job.

A mi edad y en un país de lluvia,
el claustro es una elección.

Ahí se pierden los contornos.
La vida se diluye en un ir y venir
del trabajo al café,
del café a la taberna.

Busco la infancia que soy:
la llanura, la sombra del árbol gigantesco,
el único mar sin fondo,
el caballo desbocado en su furia,
el verdor de la montaña junto al cielo.

Me gusta quedarme a solas
sintiendo como la sangre me nutre de nuevas
(vestiduras.

A solas me pertenezco.
No hay dicotomía entre el espejo y yo.
Una vive y la otra sueña.
Juntas recordamos a un hombre.
Juntas hemos escrito estos versos.

Poemas y poetas costarricenses

El color de la pitahaya: Poema de Adriano Corrales Arias en español fácil de leer

Dorelia Barahona Riera: No confundamos

X

No confundamos,
esta es tu piel
y esta es la mía.
Esta, es la del otro.

Poemas cortosPoemas y poetas costarricenses

Adriano Corrales Arias: Consejos a un joven poeta 1

El joven poeta alucina
con alcanzar la cumbre
y avanza engancha
pisa despotrica arrasa
copia versifica plagia
concursa se excusa
se emborracha vomita
aspira abraza a medias
arruga el rostro rechaza

hasta que al fin
comprende
que la cumbre
no es más
que la medida
de nuestro propio ego

Poemas cortosPoemas y poetas costarricenses

Adriano Corrales Arias: Consejos a un joven poeta 2

Duele menos
la mordida del saguate
que la del joven poeta
codiciando ascender
hasta donde nunca llegamos

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Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz