Temas Poetas

Oda

Pablo Neruda: Oda a los calcetines

Me trajo Mara Mori
un par de calcetines,
que tejió con sus manos de pastora,
dos calcetines suaves como liebres.
En ellos metí los pies
como en dos estuches
tejidos con hebras del
crepúsculo y pellejos de ovejas.

Violentos calcetines,
mis pies fueron dos pescados de lana,
dos largos tiburones
de azul ultramarino
atravesados por una trenza de oro,
dos gigantescos mirlos,
dos cañones;
mis pies fueron honrados de este modo
por estos celestiales calcetines.

Eran tan hermosos que por primera vez
mis pies me parecieron inaceptables,
como dos decrépitos bomberos,
bomberos indignos de aquel fuego bordado,
de aquellos luminosos calcetines.

Sin embargo, resistí la tentación
aguda de guardarlos como los colegiales
preservan las luciénagas,
como los eruditos coleccionan
documentos sagrados,
resistí el impulso furioso de ponerlas
en una jaula de oro y darles cada
día alpiste y pulpa de melón rosado.

Como descubridores que en la selva
entregan el rarísimo venado verde
al asador y se lo comen con remordimiento,
estiré los pies y me enfundé
los bellos calcetines, y luego los zapatos.
Y es esta la moral de mi Oda:
Dos veces es belleza la belleza,
y lo que es bueno es doblemente bueno,
cuando se trata de dos calcetines
de lana en el invierno.

OdaPoemas y poetas chilenos

Pablo Neruda: Oda al caldillo de congrio

EN el mar
tormentoso
de Chile
vive el rosado congrio,
gigante anguila
de nevada carne.
Y en las ollas
chilenas,
en la costa,
nació el caldillo
grávido y suculento,
provechoso.
Lleven a la cocina
el congrio desollado,
su piel manchada cede
como un guante
y al descubierto queda
entonces
el racimo del mar,
el congrio tierno
reluce
ya desnudo,
preparado
para nuestro apetito.
Ahora
recoges
ajos,
acaricia primero
ese marfil
precioso,
huele
su fragancia iracunda,
entonces
deja el ajo picado
caer con la cebolla
y el tomate
hasta que la cebolla
tenga color de oro.
Mientras tanto
se cuecen
con el vapor
los regios
camarones marinos
y cuando ya llegaron
a su punto,
cuando cuajó el sabor
en una salsa
formada por el jugo
del océano
y por el agua clara
que desprendió la luz de la cebolla,
entonces
que entre el congrio
y se sumerja en gloria,
que en la olla
se aceite,
se contraiga y se impregne.
Ya sólo es necesario
dejar en el manjar
caer la crema
como una rosa espesa,
y al fuego
lentamente
entregar el tesoro
hasta que en el caldillo
se calienten
las esencias de Chile,
y a la mesa
lleguen recién casados
los sabores
del mar y de la tierra
para que en ese plato
tú conozcas el cielo.

OdaPoemas y poetas chilenos

Pablo Neruda: Oda a la casa abandonada

Casa, !hasta luego!
No
puedo decirte
cuándo
volveremos:
mañana o no mañana,
tarde o mucho más tarde.

Un viaje más, pero
esta vez
yo quiero
decirte
cuánto
amamos
tu corazón de piedra:
qué generosa eres
con tu fuego
ferviente
en la cocina
y tu techo
en que cae
desgranada
la lluvia
como si resbalara
la música del cielo!

Ahora
cerramos
tus ventanas
y una opresiva
noche prematura
dejamos instalada
en las habitaciones.

Oscurecida
te quedas viviendo,
mientras
el tiempo te recorre
y la humedad gasta poco a poco tu alma.

A veces una
rata
roe, levantan los papeles
un murmullo
ahogado,
un insecto
perdido
se golpea.
ciego, contra los muros,
y cuando
llueve en la soledad
tal vez
una gotera
suena
con voz humana,
como si allí estuviera
alguien llorando.

Sólo la sombra
sabe
los secretos
de las casas cerradas,
sólo
el viento rechazado
y en el techo la luna que florece.

Ahora,
hasta luego, ventana,
puerta, fuego,
agua que hierve, muro!
Hasta luego, hasta luego,
cocina,
hasta cuando
volvamos
y el reloj
sobre la puerta
otra vez continúe palpitando
con su viejo
corazón y sus dos
flechas inútiles
clavadas
en el tiempo.

OdaPoemas y poetas chilenos

Pablo Neruda: Oda a la casa dormida

Hacia adentro, en Brasil, por las altas sierras
y desbocados ríos,
de noche, a plena luna...
las cigarras
llenaban
tierra y cielo
con su telegrafía
crepitante.
Ocupada la noche
por la redonda
estatua
de la luna
y la tierra
incubando
cosas ciegas,
llenándose
de bosques,
de agua negra,
de insectos victoriosos:

Oh espacio
de la noche
en que no somos:
praderas
en que sólo
fuimos un movimiento en el camino,
algo que corre
y corre
por la sombra...

Entramos
en
la
casa nocturna,
ancha, blanca, entreabierta,
rodeada,
como una isla,
por la profundidad de los follajes
y por las olas
claras
de la luna.
Nuestros zapatos por las escaleras
despertaban
otros antiguos
pasos,
el agua
golpeando
el lavatorio
quería
decir algo.

Apenas se apagaron las luces
las sábanas
se unieron palpitando
a nuestro sueño.
Todo
giró
en el centro
de la casa en tinieblas
despertada de súbito
por brutales
viajeros.

Alrededor
cigarras,
extensa luna,
sombra,
espacio, soledad
llena de seres,
y silencio
sonoro...

La casa entonces
apagó sus ojos,
cerró todas
sus alas
y dormitorios.

OdaPoemas y poetas chilenos

Oda a Centroamérica: Poema de Francisco Antonio Gavidia en español fácil de leer

Enrique Morón: Oda a la circunferencia

Se quebraron los bordes del polígono
y se hicieron flexibles las aristas.
La mañana es redonda y en sus curvas
hay labios circulares y sonrisas.

¡Oh, los giros del monte, los recodos
de las aguas plurales, cristalinas!
¡Oh, las aves que vuelan y consiguen
amenizar silentes geometrías!

¡Contornos de mujer. Pechos que buscan
el hueco justo y frágil de la brisa!
¡Caderas de metal, muslos guijarros,
oscuros ojos y mejillas nítidas!

Todo gira, se mece, se transforma,
su vuelve luz en la fragancia tibia
de la rosa de abril que se abre y vive,
porque vivir es causa curvilínea.

Como un coso de fiestas y clamores
quedó en la luz la curva concebida:
metamorfosis de la línea recta;
principio y fin de cuerpos y de aristas.

OdaPoemas y poetas españoles

Oda a las cosas: Poema de Pablo Neruda en español fácil de leer

Pablo Neruda: Oda a la cuchara

CUCHARA,
cuenca
de
la más antigua
mano del hombre,
aún
se ve en tu forma
de metal o madera
el molde
de la palma
primitiva,
en donde
el agua
trasladó
frescura
y la sangre
salvaje
palpitación
de fuego y cacería.

Cuchara
pequeñita,
en la
mano
del niño
levantas
a su boca
el más
antiguo
beso
de la tierra,
la herencia silenciosa
de las primeras aguas que cantaron
en labios que después
cubrió la arena.

El hombre
agregó
al hueco desprendido
de su mano
un brazo imaginario
de madera
y
salió
la cuchara
por el mundo
cada
vez
más
perfecta,
acostumbrada
a pasar
desde el plato a unos labios clavelinos
o a volar
desde la pobre sopa
a la olvidada boca del hambriento.

Sí,
cuchara,
trepaste
con el hombre
las montañas,
descendiste los ríos,
llenaste
embarcaciones y ciudades,
castillos y cocinas,
pero
el difícil camino
de tu vida
es juntarte
con el plato del pobre
y con su boca.

Por eso el tiempo
de la nueva vida
que
luchando y cantando
proponemos
será un advenimiento de soperas,
una panoplia pura
de cucharas,
y en un mundo
sin hambre
iluminando todos los rincones,
todos los platos puestos en la mesa,
felices flores,
un vapor oceánico de sopa
y un total movimiento de cucharas.

OdaPoemas y poetas chilenos

Oda a la denudez: Poema de Leopoldo Lugones en español fácil de leer

Oda al diccionario: Poema de Pablo Neruda en español fácil de leer

Carlos Edmundo de Ory: ODA DEL DOLOR

Cuando estos labios míos pegados a la luna
dejen ya de ser poma voz de arena y misterio
bailaré como un ángel sabe solo bailar
¿Qué hago aquí tanto tiempo? Gran deshollinador
Sobre esta luz dorada del día que lamento
¿A quién debo ofrecer el manto de mis llantos?
¿A quién la lamedura que me lacra la voz?
Dolor cuando tú pisas los párpados del hombre
Extraño corazón con una espada en medio
Nadie sabe decir por qué vuelan los pájaros
muy por encima de nuestra frente mortal
Alguien puede mirarme Yo le enseño mis dedos
Diez dedos ¿por qué diez? Manos son dos
Una escribe una carta a un niño triste
La otra mano espera siempre espera
El pecho que respira y sangra es
el futuro tambor del topo abajo
¿Qué hago yo aquí más tiempo me pregunto
borracho de salud y borracho de muerte?

OdaPoemas y poetas españoles

Oda a Don Felipe Ruiz: Poema de Fray Luis de León en español fácil de leer

Amado NervoFederico García LorcaGabriela MistralGustavo Adolfo BécquerJorge Luis BorgesLuis de GóngoraMario BenedettiOctavio PazPablo NerudaRosalía de CastroSan Juan de la CruzSor Juana Inés de la Cruz